Capítulo 9.

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Christopher y Erick se encontraban viendo una película en la habitación del menor, mientras comían las palomitas de maíz que Julieta les había preparado antes de irse hacía su casa.

- Es un idiota - comentó Christopher, llevándose palomitas a su boca.

- ¿Quien? - preguntó confundido Erick, y miró al mayor.

- Él... - respondió apuntando al actor principal - es decir, ¿Por qué debe ocultar lo que siente solamente porque las demás personas piensen que está mal? - se quejó el mayor, sin despegar su vista del televisor.

- Porque las opiniones de las demás personas pueden doler o afectarte - respondió Erick, y llevó un puñado de palomitas a su boca.

- Está bien, pero no puedes ocultar lo que eres por mucho tiempo, tarde ó temprano, todo saldrá a la luz.

- Concuerdo, pero creo que es mejor estar preparado para eso - hablo Erick, recordando lo que le había contado el rizado sobre su pelea con Christopher. - Y no dejar que otra persona lo diga por ti, mucho menos un amigos en él cual confiaste por mucho tiempo - comentó serio, y miró a Christopher.

- ¿Disculpa? - preguntó en un tono sarcástico el mayor y miró a Erick, dejando el tazón con palomitas de lado.

- Eso.

- ¿Hay algo qué me quieras decir, Erick? - preguntó Christopher, notando las actitudes raras y diferentes que tuvo su amigo durante el transcurso del día.

- No... - respondió el menor, y volvió su mirada al televisor. - Bueno, sí.

- Sueltalo, entonces.

- ¿Por qué lo hiciste? - preguntó el ojiverde repentinamente.

- ¿Qué cosa hice?

- ¿Por qué te peleaste con Joel? Ó mejor dicho, ¿Por qué odias tanto a Joel? - preguntó lleno de intriga el menor.

- ¿Enserio, Erick? ¿Joel? Pensé que tenías algo mejor - dijo como respuesta Christopher, volviendo a mirar la película.

- Sí, Christopher. Es enserio, quiero saber eso simplemente.

- Okey, cuentame la parte de la historia que conoces, porque se que si estuviste con Joel, algo te habrá dicho, ¿Ó me equivoco?

- No me dijo nada, no hablé con él sobre este tema - mintió Erick. - Simplemente, quiero saber porqué se llevan así, sabiendo que ustedes fueron buenos amigos.

- Sí, fuimos buenos amigos, un día discutimos y fin. - Respondió Christopher, restándole importancia.

- Christopher, habla - exigió Erick.

- Está bien - el mayor suspiró profundamente, antes de hablar, recordando la pelea con el rizado, aún le dolía esa herida, perdió a un gran amigo y compañero por su culpa, y él lo sabía. - Con Joel fuimos muy buenos amigos, hasta que ibas a tercero ó cuarto de las secundaria, no lo recuerdo bien, en ese año habían comenzado nuevos alumnos y, Richard junto con Zabdiel eran unos de ellos. Joel siempre fue muy sociable cuando tenía que hacer amigos, comenzó a hablar y juntarse con ellos, haciendo cosas que yo jamás aprobaría o haría...

- ¿Cosas como qué? - interrumpió el ojiverde.

- Cosas como drogarse, tomar bebidas alcohólicas, fumar ó incluso acostarse con personas sólo por sexo.  - Respondió Christopher y siguió contando - eso hizo que me distancie un poco de Joel, y que nunca llegue a conocer a los demás chicos. Un día, mientras estábamos en la casa de Joel con toda mí familia, discutimos con Joel...

- ¿Por qué discutieron?

- Porque estaba celoso en realidad, pero no porque me gustaba ó algo así, sino porque siempre fuimos nosotros dos contra todos, y él me había dejado de lado, me había descartado, haciéndome sentir mal... - los ojos de Christopher comenzaban a cristalizarse ante los recuerdos, tomó una bocanada de aire y siguió contando, ignorando el nudo en la garganta que sentía. - Haciéndome sentir usando, y, recuerdo que sus padres estaban en una habitación pegada a la suya, así que dije en un tono alto, para que ellos puedan oír, cosas sobre la sexualidad de Joel y las cosas que hacía con sus nuevos amigos.

Christopher llevo sus manos a su rostro por la frustración que sentía, sintiendo sus mejillas mojadas por algunas lágrimas que había derramado sin darse cuenta.

- Fui un idiota, un completo idiota, y sé qué lo que hice estuvo mal, muy mal, pero no puedo pedirle perdón, yo también me sentía mal y triste por eso, y él nunca se preocupó en mi ó incluso se fijó como yo estaba ó me sentía en este momento y durante esos meses, al estar con otras personas, me dejó de lado, me ignoró completamente, y mi estúpido orgulloso es más grande que todos estos sentimientos, aún sabiendo qué lo que hice estuvo mal, no me voy a disculpar - hablo seriamente Christopher, mientras que Erick hacia silencio escuchando con atención las palabras de su amigo - ó no aún - susurró.

Erick se levantó del piso y se acercó a Christopher, abrazándolo en un intento de consuelo, el mayor simplemente aceptó el abrazo.

- Lo siento mucho, Chris - susurró Erick. - Aunque tendrías que disculparte cuando estés listo.

- Lo sé - respondió entre sollozos Christopher, Erick se alejó del abrazo y lo miró, para luego sonreirle calidamente. - Siempre voy a estar aquí.

Golpearon la puerta de la habitación de Erick, y su padre entró, mirando ambos chicos.

- Me voy, Er. Gracias por todo - agradeció el mayor, antes de salir de la habitación de Erick.

- ¡Erick! Te he dicho un millón de veces que no me gusta que te encierres en tu cuarto sólo. - Lo regaño su padre al entrar a la habitación, y el menor rodó los ojos, mirando hacia otra dirección - y menos con alguien adentro.

- Okey, ¿Qué necesitabas? - preguntó Erick, ignorando completamente el regaño de su padre.

- Te estoy hablando, Brian. No quiero que te vuelvas a encerrar en tu cuarto y menos con un hombre, imagina si hubiera visitas. ¿Qué hubieran pensado? - lo siguiente regañando su padre.

- ¿Ese es tú problema? ¿El qué dirá el resto? - preguntó sarcásticamente Erick. - Tranquilo, no lo haré más cuando esté tú.

- ¿Cuándo este yo? ¿Y cuándo este tú madre? ¿Ó algún familiar? ¿Ahí sí lo harás?

- Así es. - respondió el menor antes de salir de su casa, dejando sólo a su padre dentro de la habitación.

El menor tomó su celular junto a los auriculares, colocando una de sus tantas canciones favoritas y salió a caminar por el parque que se encontraba allí cerca, ya comenzaba a atardecer y el frío comenzaba a hacerse más notable, más aún para Erick, ya que sólo traía puesta una remera mangas largas y unos jeans, aunque al ojiverde no le importó, no quería estar en su hogar, si es que así se le podía llamar.

- Lo siento - se disculpó cabizbajo el menor, al sentir que golpeó su hombro contra otra persona mientras cambiaba de canción, al levantar la vista se encontró con unos ojos cafés y unas hermosas pestañas que hacían relucir más sus ojos, maldición, es hermoso pensó el ojiverde.













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Jodidamente enamorado // Joerick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora