Rosez: Past |Shizaya|

Capítulo especial, Primera vez |Shizuo|

¡Quiero que alguien me ame solo a mí!

Cuando era pequeño, supe que los demás niños de mi edad no mostraban mucho interés en mí, en el jardín de niños, todos siempre querían ser amigos de Kasuka a pesar de su personalidad tan fría, recuerdo que había un niño en especial que era demasiado lindo y que especialmente no buscaba a mi hermano para jugar, olía muy bien pero me causaba tantos nervios que no podía hablarle nunca.

Ese niño tenía los ojos tan rojos como los conejos que debíamos cuidar en la clase, así que solían molestarlo por eso y por no tener un papá de verdad.

—¡Que si tengo! —grito lleno de confianza.

—¡Mentiroso! ¡Nunca lo hemos visto! —le mostró su lengua—¡Izaya-kun no tiene papá! —Ese niño era en verdad irritante—¡auch! —me tiro sobre él, lo golpeo como he visto a los luchadores hacerlo. El resto de niños nos rodean.

—Para—escucho a Izaya, obedezco—mami dice que no está bien pegar a otros.

—Él estaba molestándote—¿Por qué lo defiende?

—Las personas que lastiman a otras son lo peor—me regaña, me enojo tanto y lo empujó hacia atrás, cae sobre su trasero, está sorprendido.

—¡Shizu-chan no! —el profesor me toma de la mano—no debes herir a tus amigos—me lleva dentro del salón, he sido castigado nuevamente.

Me quedo en el salón a la hora del descanso, veo a todos afuera jugando alrededor de Kasuka como siempre, no es justo que se lleve bien con todos solo por ser más tranquilo, saco mi emparedado de la lonchera y comienzo a dibujar en mi libreta, no necesito amigos de todas formas. Al ver a mi derecha, Izaya está parado ahí, vuelvo a mi libreta y finjo no verlo.

—¿Estas molesto? —no le respondo—mamá dice que si te enojas mucho, estarás muy arrugado cuando crezcas. Como una pasa—se junta las mejillas.

—Eso es mentira.

—No lo es—se enoja un poco, es muy lindo.

—¡Niño sin papá! —nos grita el mismo tonto de hace rato desde la puerta, debería ser más maduro—¡tonto! —me enojo tanto por su molesta personalidad que sujeto la mesa por los bordes y la elevo encima de mí.

—¡Cállate! —pienso arrojarla, ambos están muy sorprendidos, también yo. No se cómo he logrado cargarla, fue un sentimiento surgiendo de pronto, como un ardor en mi estomago al escuchar sus palabras.

—¡Monstruo! —sale corriendo. Bajo la mesa, seguro ahora Izaya piensa igual de mí, pero, ¿tengo súper poderes o algo? ¿Por qué puedo cargar la mesa?

—Eres increíble.

—Hmp, no me—lo miro, sus ojos están brillando mucho—¿Qué?

—Shizu-chan es realmente genial, ¡como un super héroe! —ciento un extraño calor en mi cara.