Capítulo VII

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Estaba triste, quería llorar, sin embargo, no estaba en posición para reclamar, ni siquiera debería estar llorando pero realmente esto me dolía y me partía el alma, quizá porque JungKook era mi marido, sí... eso era.

Aguantando las dolorosas lágrimas que amenazaban en salir, quité las sábanas y las cambié por unas limpias, continué con mí tarea, mientras recogía la ropa sucia encontré un preservativo.

-Bueno, al menos usaron protección.

Me dije a mí misma para tratar de hacerme sentir mejor, lleve la ropa sucia al sesto y regrese a la habitación con una bolsa en la mano, recogí el preservativo y lo tiré.

-Maldito sea el día en qué tome tú vientre de alquiler, _____.

Terminé de ordenar la habitación, _____ todavía seguía duchándose, me dirigí al armario a buscarle ropa y deje el conjunto sobre la cama matrimonial.  Caminé hacia la puerta del baño y toqué tres veces.

-¿Qué pasa, Lalisa?
-Quería ver si necesitabas ayuda para salir del baño, es que iba a salir por unas cosas.
-O, para nada, ya estoy mejor. Ve con cuidado.
-¿Segura?
-Sí, anda.

Me aleje de la puerta, baje a la sala y salí de aquella casa. No iba a comprar nada, sólo quería desahogarme y respirar aire fresco. Sin rumbo alguno caminé por las mojadas calles de Seúl, la lluvia aún caía con fuerza pero eso era lo que menos me importaba ahora.  Mis manos estaban dentro de mis bolsillos, tenía mi capucha puesta, me encontraba melancólica y reflexiva, sabía que había hecho mal en haber sido infiel a mi esposo, lo eché a perder todo, pasé toda la tarde caminando, los pies me dolían y estaban hinchados de tanto caminar, volví a casa en taxi pues estaba muy lejos y ya no aguantaba dar un paso más, al llegar a casa me percaté de que el saco de JungKook estaba en el perchero. Subí directo a mí habitación, me tiré sobre la cama y con los pies me quite los tenis, cubrí mi cuerpo con las cobijas y me dormí pues ya era de noche.

-Necesito que ella esté muerta lo antes posible.
-Lo sé, se que me lo ordenaste pero esa tarea está muy complicada.
-Agh, no haces nada bien, parece que tendré que matar a esa estúpida con mis propias manos.

[ _____. ]

Ya estaba despierta, JungKook me había dejado el desayuno de nuevo, lo comí y me metí a bañar, salí y me vestí, después fui a la habitación de Lalisa, toqué pero nadie respondió, abrí y la encontré acostada con su ropa sucia y mojada, se notaba cansada, decidí en ayudarla como ella me ayudó a mí.

Tomé su cuerpo y lo dejé en el sofá de aquella habitación, era increíble que no se despertara ni hiciera ruido alguno pero veía como respiraba, fue por eso que no me preocupé en absoluto. Cambié sus cobijas, estaban mojadas y llenas de lodo, le puse cobijas y sábanas nuevas, saqué una pijama limpia, la dejé a un lado, regresé con ella y le quite su blusa notando sus senos redondos y hermosos, sabía que su sostén le molestaba y se lo quite, baje mi vista y me encontré con sus rozados y pequeños pezones, me dió tentación, llevé mi dedo pulgar por uno de ellos, sentí mis bragas humedecidas y me exalte, Lalisa me había hecho mojar las bragas por excitación.

Hola, gente. Quería avisarles de unas cosas. No quería hacer esta historia cliché, quería que fuera diferente pero no sé si lo este logrando.

No voy a prometer un final feliz y normal, tal vez si termine así o tal vez terminé con los protagonistas muertos y sea el final muy bizarro, idk. Sólo sigan leyendo. 7u7

Vientre De Alquiler. » Jeon Jungkook «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora