Capitulo 20

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—No voy a permitir que te toquen. No entraremos a la final. Lo tengo decidido. Controlaremos a los Villanos desde otro lado y haremos la redada en el momento adecuado..

Me encontraba estirado sobre él. Acariciaba su pecho y disfrutaba de las caricias de las manos de Jungkook sobre mi espalda y mis nalgas desnudas. Lo habíamos hecho dos veces más; y estábamos cansados, tenía la piel de las nalgas rojas y Jungkook lucía arañazos en la espalda, el pecho y mordidas y chupetones en el cuello.

—Quiero que pronuncies la palabra de seguridad, Jimin. Que en el momento en el que no puedas más, la digas. No quiero que esa gente juegue contigo.

—Ya veremos. Sabes tengo una vaga idea de donde será la final. Estamos muy cerca de ella actuemos hasta el final Jungkook. –no obtuve respuesta alguna- susurré sobre su pecho—. Estamos tan cerca... ¿Sabes qué?

—¿Qué?

—Hoy he recibido una invitación directa para encontrarme con los Villanos.

—¿Hoy? ¿Cuándo? —su asombro se reflejó en su voz.

—Antes de bajar a la fiesta. Salí del vestidor y me encontré con el sobre en el suelo. Una limusina me vendría a buscar y me llevaría hasta ellos.

—¿Y... no lo has hecho? No me lo puedo creer —sonrió—. ¿Te has quedado aquí? ¿Por qué? Siempre haces lo que te da la gana.

—No lo he hecho porque no quería molestarte. —Levanté el rostro de su pecho y acaricié su barbilla con el índice—. Aunque recibí luz verde para avanzar, pero lo he visto demasiado arriesgado; no me ha dado buena espina. Además, querían que fuera sola.

—Bien. —Jungkook masajeó mi nuca y besó mi coronilla y mi frente—. Ya nada tiene buena pinta, Jimin. Le estamos viendo las orejas al lobo, y no me gusta.—Me abrazó con fuerza y cogiéndome de las axilas, me levantó por encima de él como si fuera una cría—. Mañana llega el final. Nosotros no tendremos que participar en la jornada, pero debemos investigar los alrededores de las islas y recoger las armas que ha dejado la estación base para nosotros. —Casi lo hemos conseguido —me dejó caer poco a poco sobre su cuerpo y nos a ambos con la sábana.

—Casi —sonreí, dejando que Jungkook me cubriera de atenciones. Con ese pensamiento, y los balsámicos besos de Jungkook sobre mis párpados y mis mejillas, me dormí. Quedaban cuatro horas para el amanecer y necesitaban descansar antes de afrontar la final de DS.

Desperte en una habitación a oscuras en silencio me encontraba sentado amordazado y con cinta en la boca, no podía mover mi cuerpo JUNGKOOK.... JUNGKOOK grite en mi mente y lo vi frente mio dormido, sus ojos parpadeando levemente.

Nos habían inyectado una especie de paralizante o alguna droga parecida. Unas manos duras y exigentes nos levantaron y nos colocaron de rodillas frente a frente.

—Tapadles los ojos y atadles las manos a la espalda. Parpadeamos incrédulos ante lo que les estaba sucediendo. Eso no entraba en nuestros planes. La voz era la de una mujer soberbia; y conocíamos a esa mujer con aires de grandeza.

—Los Villanos os esperan. —Claudia se alejó de la esquina menos iluminada de la suite y apareció vestida toda de látex, con un látigo en la mano y una táser en la otra—. La puta ha rechazado la invitación —gruñó dándome un latigazo doloroso en mi muslos desnudos—, y eso los ha puesto muy nerviosos. Ahora os quieren a los dos. —Esta vez, el latigazo golpeó en la espalda de Jungkook.

Grité para que parara pero un gemido salio de mi interior, pero el ama no tenía ninguna intención de hacerle caso. Dos armarios encapuchados, vestidos de negro, custodiaban a la dómina.

MI PECADO ♥ ▶JIKOOKMIN◀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora