Intense | Starker

II

"Donde reina el amor sobran las leyes."
–Platón.

*

—Peter, tú grabación para el Señor Stark ha sido entregada.

Peter casi se cae del edificio cuando Karen le dijo eso, por suerte sus reflejos fueron más rápidos que su mente.

Tenía una hora que estar patrullando luego de que grabara el vídeo para Tony.

—¿Cómo que fue entregada?

No escuchó la respuesta de Karen, ya que se quitó la máscara inmediatamente llegó a su habitación y Tony estaba esperándolo.

El pánico invadió su sistema pero se obligó a calmarse.

—Hola, Peter —Tony se puso de pie, Peter se quedó cerca de la ventana.

—Tony...

Estaba casi seguro de que Tony había escuchado la grabación, no tenía caso fingir que no lo había hecho.

—¿A qué horas sale tu vuelo?

Peter tragó saliva.

—A las ocho.

Tony miró con indiferencia.

Peter no estaba seguro de si Tony estaba enojado o no porque no parecía demostrar ningún sentimiento. Estaba simplemente inexpresivo.

—Vi tú vídeo.

Ahora se sentía asustado.

—¿Sí? Se suponía que no lo verías antes de que me fuera.

Tony fingió estar interesado en un montón de cosas desarmadas que estaban sobre su escritorio.

—Las cosas no siempre salen como uno quiere.

Rodó los ojos tratando de fingir un semblante indiferente. Tony —aparentemente— no estaba enojado, pero no sabía si lo iba a rechazar o qué.

—Claro. ¿Cómo es que te llegó antes?

Tony lo miró con una expresión aburrida, Peter pudo detectar un destello de ansiedad en sus ojos.

—Suelo revisar tu traje todos los días —Tony dijo—. Lo vi antes porque F.R.I.D.A.Y. dijo que era importante que lo viera antes de que te fueras, cosa que yo no sabía que harías.

Peter se llevó las manos al cabello.

Era un tic nervioso que tenía y no podía evitar.

—Bueno...—suspiró—. Entonces, me encantaría que me dijeras lo que piensas.

Tony se encogió de hombros.

—No tengo nada que pensar.

El corazón de Peter trastabilló.

—¿Nada?

Tony dejó de fingir estar interesado en todo lo que había en su habitación y se sentó en la cama de una vez por todas.

—Dejaste todo muy claro. No tengo nada que pensar porque creo que tomaste una decisión apresurada pero efectiva y honesta. Déjame decirte que sí, era bastante evidente que sentías algo por mí. Un ciego lo hubiese notado.

Peter miró por la ventana, aún recostada en ella. Las luces resaltaban enormemente, pero él se fijó luego en las estrellas sobre el cielo.

—Lo sé.

Tony tardó en contestar.

—Debo decir que estoy un poco sorprendido de que lo hayas confesado. Escuché que Rhodes y Happy apostaron porque no me lo confesarías hasta que tuvieras veinte.