Después de esa sorprendente noticia, tuve que despedirme de mis amigas para ir a casa de mi novio.
Tom Grace, es un chico ejemplar. Tiene el pelo rubio y ondulado, con un buen flequillo. Me enamoraron sus ojos azules y su sonrisa brillante.
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Lo único que no me atrae de él; es su familia. Su hermana es la insoportable Sophia. Su madre y su padre me odian y cuando voy a su casa ni se inmutan en saludarme.
Llamo a la puerta de la casa de Tom.
El abre y me saluda muy contento.
-Hola, perdón por llegar más pronto de lo previsto. -Digo y le doy un beso en la mejilla.
Nos quedamos viendo alguna que otra película.
Llega un momento en el que me tengo que disculpar para ir al baño.
Cuando termino de ir, decido entrar con mucha curiosidad en la habitación de Sophia, que está al lado del baño.
Su cuarto es inmenso,muy ordenado y bonito. Huele fenomenal.
Me podría quedar horas y horas viendo cada rincón de este precioso cuarto.
-Es asquerosa, pero tiene un cuarto envidiable. -Digo murmurando para que nadie me escuche.
Lo que no me podía imaginar es que al dirigirme a su escritorio, es ver un libro de Filosofía.
Me acerco para ver si tiene mi nombre.
Efectivamente, lo tiene.
-Sera zorra... -intento susurrar pero lo digo demasiado fuerte.
Cojo el libro y me dirijo a salir de la habitación.
Justamente cuando abro la puerta escucho unos pasos en la escalera y un "Que sí mamá" con la voz de Sophie.
No puedo dejar que Sophie me vea saliendo de su habitación.
