Just Like Heaven | PAUSADA

❝Vías Antiguas❞

Boy.

El silencio no era incómodo. Robert apreciaba ese instante de paz, escuchando las aves y los crujidos de las ramas bajo sus pies.

Habían dejado el camino para internarse en un prado, el pasto era de un tono verde amarillento, y algunos insectos volaban lejos cuando cruzaron por allí.

Se giró para mirar a Zoe, descubriendo que la chica tenía los ojos puestos en él.
La vió girarse hacia otra parte, con las mejillas tornándose rápidamente de rosa.
Reprimió una risita burlona al ver su reacción.

"¿Te gusta andar en bicicleta Robert?"

Se tensó un momento al escuchar aquello. No podía imaginarse en aquel objeto de ruedas sin pensar en la caída de Simon.

Robert quería cuidar sus partes nobles.

"Si" mintió "¿Por qué lo dices?"  preguntó al instante, buscando cambiar la charla

"Es un buen lugar para la bici, pero no se me ocurrió traerla" miró que sus labios formaban un pequeño puchero, que al instante cambió por una sonrisa "Ven, ¡ya llegamos!"

Encajó sus dedos al brazo del chico, tomando la chaqueta, muy cerca de su muñeca. Robert no pudo reaccionar, simplemente siguió sus pasos, sin querer que quitara la mano de allí, deseando que sus dedos subieran hasta los suyos y entrelazaran sus manos.

Pero el contacto se terminó en cuanto estuvieron de pie frente a los árboles, las ramas torcidas y arbustos no dejaban ver nada más que maleza; su humor decayó un poco.

"Ah, ¿y qué es aquí?" preguntó sin mucho interés, pero luego recordó al señor Wallace hablándole de rocas con nombres antiguos supuestamente importantes.

Quizá ese muro de vegetación tendría un nombre.

"Un sendero" dijo con un toque divertido en su voz, metiéndose entre el enorme arbusto como si nada, desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos. El chico se quedó quieto, totalmente confundido. "¿Vas a entrar o no?" escuchó decir

Dió un par de zancadas, protegiendo su rostro con ambas manos, escuchando el crujir de las hojas, deslizándose por su ropa. Chocó con algo bajo sus pies y se tambaleó hacia delante, quedando maravillado por el lugar.

Los árboles estaban de lado a lado, formando —efectivamente— un arco, donde los rayos del sol penetraban tenues, haciéndolo lucir muy claro; en medio, una vía de tren cubierta por hiedra verde de hojas redondas se extendía a lo largo, pareciendo infinita.  Todas las lianas, arbustos y pasto creaban un perfecto lugar protegido, como en cápsula, y a lo lejos insectos de todo tipo sobrevolaban tranquilos

"¿Qué es este lugar?" preguntó en un susurro, mirando todo bajo sus pies y sobre su cabeza.

"Vías antiguas, antes pasaba un tren aquí, hace mucho tiempo, antes de que naciera incluso" tomó una rama del suelo entre sus manos, agitándola en el aire "Obviamente ya no se ocupan, los gitanos viven aquí"

"¿Cómo?"

"En sus casas rodantes, y tiendas de acampar, pero se van en éstas fechas a Francia o algo así, tienen familia allá" se encogió de hombros, caminando por la hilera de la vía, un pie a la vez manteniendo el equilibrio con ambas manos a cada lado. Robert caminó a su lado "Janis me trajo aquí la primera vez, conoce a la comunidad, son muy reservados ¿sabes?"

"No tenía idea"

"Bueno, Janis es muy amiga de Madame Stracy, es una mujer muy dulce" el chico miró los zapatos de ella, de momento había agitado sus manos, saltando de lado, a punto de caer de cara. Por instinto Robert extendió sus manos, atrapando a la chica de los codos, sosteniéndola con firmeza y temor de que se lastimara.