Capítulo XV [Segunda Temporada]

73 11 6
                                    


10 años atrás...

Seúl, Corea

[Young Saeng]

¡Dios! Sí, lo logré. Al fin podría ayudar a los demás.

YS:: ¡Hyun Joong! ¡Hyun Joong! —. ¡Dios, lo había conseguido al fin! —. ¡Ommoni! —. Aun me encontraba algo agitado, y es que apenas había recibido la correspondencia, tenía que venir a decírselo —. Ommoni, ¿en dónde está Hyun Joong?

SraKim2:: Cariño, llegas algo agitado ¿Qué pasó? —. Me preguntaba mientras acariciaba mi mejilla —. Tienes que tener cuidado, pudiste haberte caído, dulzura —. La mamá de Hyun Joong me había acogido como un hijo más. A ella le agradecía el poder encontrarme aun vivo. Y es que ella sería considerada para mí como mi segunda madre.

YS:: Descuide, ommoni. Siempre tengo cuidado —. Intentaba aligerar su preocupación.

SraKim2:: No me engañas, cariño. ¿Qué pasó? Porque llegaste corriendo.

YS:: Necesito decírselo primero a Hyun Joong, ommoni.

SraKim2:: Cariño... Hyun Joong no se encuentra. Él está... verás... supongo que ocupado —.Ommoni, conocía muy bien los sentimientos que tenía hacia él... y sentía que me mentía.

YS:: Es importante, ommomi. Debo verlo y decírselo primero que a nadie.

SraKim2:: Pues él... está en la tienda de los Park... —. La adoraba tanto, se preocupaba por lo que pueda ver. Pero a pesar de ello no me importaba.

YS:: Tranquila ommoni, iré ahora mismo —. Le brindaba una enorme sonrisa para que no se sintiera mal por mí —. No se preocupe por mí... —. Aquello casi ya lo había gritado, puesto que me encontraba calle abajo, conocía la tienda de los Park.

Los Park, una de las familias más adineradas del barrio, presumían muchísimo de la buena suerte que había recaído en su familia al haber concebido a una hermosa niña de cabellos castaños y los más aceitunados ojos de todo Corea. Lástima era lo que sentía por ellos, ya que la tan afamada virtud que presumían de su hija, hacía mucho tiempo había sido arrebatada por uno de los más guapos del vecindario. Exacto. Había sido reclamada por Hyun Joong. Por desgracia, Hyun Joong no era un fan de los compromisos con una sola persona. Pero ello no le impedía disfrutar de los codiciados frutos que le eran fácilmente ofrecidos.

YS:: ¡Hyun Joong! ¡Hyun Joong! —. La tienda se encontraba vacía. Ninguna sola alma —. ¡Qué extraño! — cuando me decidía el ir a buscarlo a otra parte, escuchaba un sonido desde adentro el cual se me hacía muy conocido —. ¡Hyun Joong!

HJ:: ¿Sangie?

YS:: Estoy aquí.

HJ:: ¡Scht! ¿Hay alguien afuera? —. Brevemente escuchaba el sonido de cremalleras rasgándose.

YS:: ¡No! Ningún cliente.

X:: Hola Young Saeng — escuchaba el saludo de Soo Hyun.

YS:: Hola.

HJ:: Adiós preciosa —. Observaba como dejaba estampado un beso sobre aquella mejilla tan suave como un pedazo de porcelana. Deseaba tanto el poder tener tan solo un poco de aquella belleza, belleza que tenía atado a Hyun Joong —. Saengie, ¿qué sucedió? — conocía a Hyun Joong desde niño, él y sólo él, sería el único dueño de mis más empíricos sueño. Y es que a pesar de la situación en la que lo encontraba, nada opacaba el triunfo que había logrado.

YS:: Lo hice.

HJ:: ¿En serio? — Nunca podría ser dueño de un cuerpo curvilíneo, ni de tan glamorosas caderas, y ni que decir de compararme con aquellos voluptuosos senos que poseía Soo Hyun. Y a pesar de ello, sentía el amor y respeto de Hyun Joong hacia mí. Ambos sabíamos a que nos referíamos. Conocíamos cada sentimiento y dolor que sentíamos. Y es que juntos éramos perfectos, sólo que no de la manera que yo esperaba.

QUIZÁS EL MAÑANA NUNCA REGRESE OTRA VEZ (MINJUN, HYUNSAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora