La verdadera definición de Amor [Jungkook y tú] (TERMINADA)

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No acostumbraba a dormir sola, siete años durmiendo con el mismo hombre, compartiendo el mismo calor; me alegraba mucho que el estuviera bien, era lo único que quería, después de todo, es el padre de mi hijo y mi esposo, mi todo.

Me dirigí a la ducha. Cuando salí comencé a arreglarme, comencé con un maquillaje natural pero con un toque de elegancia, dejé mi cabello suelto e hice ondas con la rizadora, me dirigí al armario y comencé a buscar ropa para estar en el estrado, me decidí por un vestido negro de tubo y una chaqueta elegante blanca que tenía contornos negros, junto con tacones negros, así me sentía segura para llevar a cabo el gran caso.

Salí y desperté al pequeño Han que dormía como un oso, no tuvo un muy buen despertar, se lanzó a llorar pero lo tranquilicé con una canción, el pequeño Han me hacía ser esclava de sus ojos tan tiernos, y esclava de sus palabras al nombrarme, me derretía por la belleza que habíamos creado Jungkook y yo; de hecho al pensar que es mi hijo con Jungkook, me hace sonreír, amo demasiado a ese hombre, y es todo mío, es lo que más me encanta.

- señora, el auto está listo -. Me señaló una de las criadas.
- gracias -. Asentí y tomé al niño, ya había terminado mi desayuno, así que me encaminé a abrir la puerta de la entrada para poder ir a buscar a Jungkook.
- hija -. Me volteé.
- ¿si, padre? -. Pregunté.
- recuerda que hoy debes estar lista para tu caso -. Señaló.
- lo sé, padre -. Dije.
- El chofer te llevará, así que no te preocupes por nada, te confío este caso, porque sé que lo ganarás -.
- gracias, señor -. Asentí y salí por la puerta, aquel chofer me estaba esperando para abrir la puerta para mí. Senté al pequeño Han en su silla de bebé, y me senté a su lado.
- ¿vamos al hospital, señora? -. Preguntó el chofer mirando por el retrovisor.
- así es -. Dije.
- ¿sabe algo?, cuando el señor Jeon padre la conoció a usted, nos ordenó a todos que aprendiéramos su idioma, señorita, era un requisito para este trabajo com el, al principio, cuando no la conocía estaba en desacuerdo con que su primogénito y único hijo se casara con una americana, según la tradición Coreana, el primogénito no puede casarse con una extranjera, pero ya que lo hizo, el señor terminó por resignarse, desde que la conoció a usted, todo aquel embrollo se le olvidó, y cuando trajo a ese pequeño niño, estaba feliz, nunca había visto al señor tan feliz, así que expandió comercio a otros tipos de cosas para asegurarle el futuro a su nieto y a todos los que vinieran, nunca supe que era ese "nuevo comercio", pero, sé que las ganancias han aumentado y con ello mi sueldo -. Decía feliz, ahora había comprobado de alguna manera que el padre de Jungkook había aumentado el comercio en drogas, el caso iba a complicarse un poco.
- vaya -. Solté, al ver que no entablaríamos una conversación, se concentró en el camino y condució lo mejor que pudo hacia el hospital, luego bajamos y entré.

- ¿Jeon Jungkook? -. Preguntó la señora que estaba detrás del mesón.
- así es -. Dije.
- bueno, espere allí, está a punto de salir -. Señaló las sillas de la sala de espera.
Fui allí y me senté con mi hijo.
El hospital olía a desinfectante, a químicos y más, era un olor bastante embriagante y desagradable; era más como la angustia, olía a melancolía, incluso, podría decir que tenía un toque de muerte, asquerosa y repugnante muerte, olía tal como huelen todos los hospitales, porque todos tienen algo en común, que todos son moribundos, en todos, los fantasmas moran en aquel lugar y van de un lugar a otro, siempre se les ve pasar, aquello es lo que hace el síntoma pesado, la vida me ha quitado tanto, y todo se resume a un solo lugar, el hospital, es un lugar que no me gustaría visitar nunca más.