Capítulo 43: Coincidencia

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Bajo mis jeans sobre mis nuevas zapatillas gastadas y me dirijo a la puerta. 

Por el momento, necesito mi brazalete. Pero mis horas como coleccionista están contadas. La idea es emocionante y a la vez aterradora.

Elizabeth Taylor ha estado empacada desde esta tarde, y cuando salgo, me aseguro de que nuestros bolsos sigan en el asiento trasero. Noto el tamaño y me pregunto si cabrán en la pequeña camioneta de Jeonghan. Sin duda alguna él tiene uno de esos autos deportivos de chicas. Supongo que tendrá que arreglárselas, porque no voy a estar cerca para asegurarme que los bolsos estén apropiadamente empacados, o que les lleve la delantera a los Coleccionistas, o que Seungkwan cumpla su destino.

Estoy a punto de deslizarme en el asiento del conductor, tratando de mantener mi mente enfocada, cuando algo llama mi atención. Dándome la vuelta, veo a una figura de pie contra un auto cerca del fondo del estacionamiento. En las tenues luces, no puedo saber con certeza quién es, pero la sensación visceral que siento me dice todo lo que tengo que saber, es un Coleccionista. Retirando mi chaqueta, envuelvo mis dedos alrededor de la Glock en mi cintura. Si el Sr. Escalofriante McEscalofriantoso no se anuncia pronto, le pegaré un tiro en el trasero.

El chico da dos pasos hacia mí, y levanto la .45 y apunto. Sus manos vuelan hacia arriba, y chilla un alto.

—Mierda —dice.

Entrecierro mis ojos y sonrío cuando me doy cuenta que es Mingyu.

—¿Qué crees que estás haciendo, Capitán Psicópata? —dice, respirando con fuerza—. Casi le disparas a mi trasero.

Aparto el arma y tiro de Mingyu en un abrazo.

—Amigo. —Empieza a hacer señas hacia su cuerpo—. Sabes que no puedes sostener esto. Además, vas a necesitarme.

Cuando me doy cuenta de lo que está diciendo, lo empujo ligeramente.

—Cállate. ¿Vas a ayudarme?

Asiente y sonríe, pero un parpadeo de miedo llamea detrás de sus ojos.

—Pensé que necesitarías alguien con quien hablar cuando te vuelvas una paleta.

Mi pecho duele cuando recuerdo que nunca llegaré tan lejos. Dándome cuenta de esto, sé que tengo que detenerlo. No dejaré que sea encerrado por mi culpa.

—Mingyu —digo—, no voy a dejar que hagas esto.

—Demonios que no lo harás —dice—. Ya está hecho.

Inspecciono su cara, buscando alguna señal de vacilación. Pero parece tan determinado como un toro. Y si soy honesto, esto funciona aún mejor. Había planeado encontrar a Jeonghan primero, pero esto ahorrará tiempo. Si Mingyu dice que me ayudará, entonces confío en él para llevar a Seungkwan con Jeonghan una vez que la rescate.

—No tengo que convencerte de hacer esto, ¿o sí? —pregunto.

—No —dice—. Entonces, ¿cuál es el plan, hombre?

Me froto la frente, recordando a Seungkwan y sintiendo un nudo de forma terrible en el estómago.

—Tienen a mi chico.

—¿En serio? —pregunta Mingyu.

—Sí, ¿no escuchaste?

Se encoge de hombros.

—Nunca recibí el llamado.

Pienso en lo que eso significa. Si Mingyu no recibió el llamado, y yo tampoco, entonces tal vez un solo Coleccionista tiene a Seungkwan. Y tengo una buena idea de qué coleccionista debe ser.

El Coleccionista - Verkwan (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora