Capítulo 11: Un Beso Distinto

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[Yuuri]

— ¡No! ¡Vete! — Le grito a Víktor a través de la puerta, y es que lleva varios minutos golpeándola e insistiéndome que le abra para volver a dormir juntos.

— ¡Yuuuuuuriiiii! — Sigue lloriqueando él, de modo que suspiro, rindiéndome; me levanto con los pies adoloridos de haber entrenado todo el día, y me aproximo a la puerta, la cual desllaveo y finalmente abro.

—Víktor, ya tienes tu habitación para tí solo, ¿por qué no duermes allí?— Le pregunto perezosamente, hoy finalmente comenzamos a buscar una música con la cual patinaremos, así que hicimos las partes que ya tenemos de la coreografía una y otra vez alternando las canciones.
Realmente siento que me desmayaré en cualquier momento.

—Yuuriii, ten piedad de mí— lloriquea lanzándose a abrazarme, para lo cual deja en el piso la almohada que había traído consigo; al estar rodeado por sus brazos me sonrojo, pero a la vez río por su acto infantil y hasta tierno, pues aún con su gran altura, había conseguido enterrar su rostro en mi cuello.

Comienzo a replantearme el verdadero motivo de mi inminente desmayo…

—No entiendo a qué te refieres, Víktor— le digo dando unos pasos para atrás con la intención de alejarme de su abrazo, pero él se tambalea aún cubriéndome —. Víktor, quítate, debo cerrar la puerta— le digo, a lo que él se separa rápido, toma su almohada y, mientras yo cierro la puerta, él se lanza a mi cama.

—Tu cama es más cómoda que la que tengo en mi casa, Yuuri— dice con la cara enterrada en mis almohadas.

— ¡Vi-Víktor! No intentes robarme la cama otra vez— río regañándole a la vez que me siento de rodillas al borde de la cama.

—No te la voy a robar, Yuuri— murmura aún de espaldas, pero cuando al parecer se le acaba el, pues contra las almohadas no podía respirar, finalmente me da la cara —, ¿qué tal si dormimos juntos? — Propone como si no fuera LA gran cosa, volviendo a abalanzarse sobre mí para abrazarme y hacer que me acueste con él rodeándome con sus gruesos y musculosos brazos.

— ¡Ví-Víktor, no! — Me sobresalto alejándome de él con nerviosismo, pero continuando recostados.

— ¿Yuuri? — Se preocupa él, notándosele en su bello rostro —Ay, Yuuri. Me excedí, ¿verdad? —.

—N-No, yo… sólo— balbuceo, pero de repente él inspira con asombro.

—Te desagrado— es todo lo que dice, cubriéndose la boca con sus manos.

— ¿Qué?—.

—Te desagrado— repite sentándose.

—Claro que no— niego aterrado de que Víktor de veras crea eso cuando es, claramente, todo lo contrario.

—Claro que sí— refuta —, ¡ah! Es por eso que siempre actúas raro cuando me acerco a tí: Me odias— concluye, y aunque noto que esto último no es tan enserio, de todos modos me alarmo, por lo que me apresuro a aclararle las cosas.

— ¡Víktor, por favor, escúchame! No te odio— le dije tomando su rostro entre mis manos para hacer que me mire, lo que nos llevó a estar ambos sonrojados, yo más que él.

— ¿No? — Cuestionó intentando ocultar una sonrisa.

—Por supuesto que no, todo lo contrario— son las palabras que se me escapan antes de que lo note, y las cuales emocionan al albino.

—Yuuri me ama— dice finalmente sonriendo en grande — ¡Yuuri me ama! — Dice ahora más fuerte, por lo que lo callo, pues puede despertar a la gente si habla demasiado fuerte.

—Por favor, Víktor, ya no digas eso— le pido cuando está por repetirlo otra vez.

—Cerdito, soy feliz, déjame expresarlo— se queja divertido, plantando un beso en la punta de mi nariz, luego otro en mi pómulo derecho y posteriormente en el izquierdo.

— ¡Víktor! — Río nerviosamente, intentando alejarme pero él me sostiene el rostro con fuerza, aunque sin lastimarme, y me da otro beso ahora en el mentón.

—Si no me dejas gritar me dejarás darte besos— sonríe él también, acercando sus labios ahora a mi ojo y besándolo —. Yuuri no me odia— canturrea feliz dándome otro beso en el entrecejo.

—No, no te odio— río más nervioso cuando uno de sus besos es plantado demasiado cerca de mis propios labios.

—Yuuri me aprecia...— murmura segundos después, dejando otro beso aún más cerca de mis belfos.

—L-Lo hago...— tartamudeo, aspirando aire entrecortadamente, pues en algún momento el rostro de Víktor está tan cerca del mío que respiramos nuestras propias exhalaciones.

—Y yo aprecio a Yuuri...—.

Si Víktor hubiese dicho algo más, no lo hubiese escuchado, pues estaba demasiado impactado, disfrutando del tacto tan… mágico, y distinto, de sus labios sobre los míos.

Corazón De Cristal [PAUSADO](M-Preg)(Yaoi/Gay)(VictorXYuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora