Cuatro

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La muerte siempre causa conmoción entre los mortales. Dolor,negación,ira,depresión y finalmente la aceptación. Así funciona para todos o la gran mayoría de los humanos.

Yume estaba sumida en el dolor. Whis veía su rostro deformado por el helado desgarro que causa la muerte de un ser amado.Lo había visto centenares de veces antes y en esta oportunidad,
como en todas las otras,no experimentaba ningún tipo de emoción al respecto. Desde luego que entendía todo aquello,
pero eso era todo. Whis sólo estaba analizando la situación. Sólo un par de personas trataban de contener a la muchacha y no la llamaban por su nombre,asi que era evidente que  no la conocían. Ella era incapaz de pronunciar palabra alguna a causa del torbellino de emosiones por el que estaba pasando. Estaba tan alterada y lo único que hacia era llorar. Whis veía en Yume, esa desesperación por no poder expresar,en una exclamación,lo que sentía y fue tan grande el estrés que terminó desmayada.

La llevaron a un hospital, mientras el cuerpo de su padre fue trasladado al recinto pertinente. La enfermera de la ambulancia solicitaba que alguien fuera con la muchacha y esa fue la oportunidad que tomó, el ángel para acompañarla diciendo ser un amigo. Subió atras, junto a ella y llegó a ese edificio en que llevaron a la muchacha,a una habitación donde sería examinada,mas era bastante fácil de resolver su crisis nerviosa para esos médicos. Unos cuantos cedentes y listo. Una breve explicación al acompañante para terminar y a casa,una vez despertara,algo que pasaría en unas horas.

Whis la miraba dormír ¿porque la "acompañó"? Queria asegurarse de que estuviera bien. No queria que su voz se perdiera. De morir su alma iría a parar al paraíso y si bien podía ir a allá a buscarla,ella no tendría la voz que tanto le gustaba. El cuerpo físico de un mortal es valioso por muchas razones como,por ejemplo,los dones como una voz privilegiada o el poder. Por eso guerreros como Goku se iban al otro mundo en cuerpo y alma, para preservar ese poder intacto.

Yume era un bonito nombre. Significaba "sueño". Los sueños nos eran algo que los ángeles  conocieran,pues no dormían. Muchas veces,mientras su señor descansaba,él se sentaba al borde de la cama preguntandose que tanto podia estar soñando y más de una vez echo un vistazo con su centro. Los sueños del dios eran batallas, banquetes, recuerdos ocasionales,profecías y de vez en cuando una que otra fantasía. Hurgar en los sueños de su señor no era muy divertido, pero le gustaba hacerlo en de vez en cuando ¿Qué soñaba Yume? No era el momento para averiguarlo, seguramente sus sueños ahora eran tristes. Oyó voces que se aproximaban y salió por la ventana. Era un hombre y una mujer del teatro,los reconoció enseguida. Seguramente ellos la cuidarían.

Volvió al templo con su señor, que seguía dormido para su alivio,no quería lidiar con él. Al menos no ese día. Si,a veces no quería ver y mucho menos atender a Bills,empero lo hacía con buena disposición.

Pasaron varios días antes de que Whis,volviera a animarse a observar a Yume,pues sabía que los humanos se toman varios días de duelo.Cuando hubo pasado un tiempo prudente,Whis volvió a vigilar el teatro. Pasó horas y horas esperando que ella aparecíra, pero no lo hizo. Tampoco al día siguiente,ni al que vino después. Aquello lo tenía algo inquieto, quería saber de ella. No lo meditó mucho para echar un vistazo en al casa de la muchacha y allí la encontró sentada en la ventana de la sala.

Yume se veía tan melancólica,tan callada que su sólo semblante, le causó algo semejante a la tristeza. Pensó en ir a verla. Presentarse en su morada y hablarle para que volviera al teatro y cantara,mas en ese lugar ella no contaba con la atención que se merecía. La miro ese día por varias horas antes de volver a sus tareas y la miro los días siguientes. Ella no salía de casa. El ángel aprendió su rutina,pero la veía con algo de preocupación, pues cada día se veía más lánguida y más horas estaba en cama.

Extrañaba su voz al compás de la cual bailaban sus sombras, deseaba tanto poder emborracharse en ella,que no aguanto más y partió a la tierra. Llegar a su puerta fue sencillo y no reflexionó en lo raro que podía ser presentarse tan intempestivamente en la casa de una persona,que no conoces o que has visto un par de veces nada más y no sostienes ningún tipo de relación,como compañeros de trabajo o algo semejante. Whis simplemente golpeó la puerta con su bastón y al poco tiempo ella,salió a ver de quién se trata.

-buenas tardes-le dijo él con la más agradable de sus sonrisas.

Yume lo miro algo confundida,
un poco asustada y le cerro la puerta en la cara. Whis se tomó aquello como una descortecia de su parte y volvió a golpear la puerta,pero está vez ella no salio. Él insistió y Yume que empezaba a ver a Whis como un acosador, tuvo algo de miedo al verlo fuera de su casa y llamó a la policía. A los pocos minutos Whis, que se negó a irse sin verla, se vio rodeado por dos patrullas de policía y un par de agentes que, en términos poco amables, le preguntaron que estaba haciendo ahí. Pudo explicarles, pero en lugar de eso se elevó y desapareció de la vista de la policía,para entrar a la casa por la parte posterior.

Yume sintió alivio cuando la policía se fue,pues penso que ese hombre extraño se había ido, se aportó de la ventana para volver a la sala cuando se encontró de frente con el ángel,que la miraba con una infantil expresión de reproche.

-¿a caso piensa que soy un secuestrador o algo por el estilo? No hacia falta llamar a la policía yo sólo quiero...

El grito que dio la muchacha lo interrumpió y se le quedó viendo como ella,tomaba la pequeña mesa de la sala para alzarla sobre su cabeza,amenazandolo con lanzarsela.

-va va va v.. va -yasé-le dijo.

-sólo quiero que me escuche, señorita Yume. Créame que lo último que quiero es hacerlo dañó-le dijo Whis sentándose en el brazo del sofá-no quiero lastimarla,sólo quiero que seamos amigos,por así decirlo.Baje eso por favor.

La muchacha lo miraba nada más y con cautela bajo la mesa. Podía ser un hombre extraño, pero no parecía ser alguien malo aunque le causaba una sensación muy particular.

-asi está mejor-le dijo el ángel cuando ella dejó la mesa.

-¿q,q,q, qué qquie...re?-le pregunto ella.

-lamento lo de su padre-le dijo Whis -se que usted no tiene a nadie más...por favor no se altere,no soy un acosador de hecho ni siquiera soy humano, como para definir mi conducta con una palabra como esa,vera yo soy un ángel y puedo probarlo de muchas  formas como, por ejemplo...

No término la frase e hizo levitar cada mueble en ese lugar. Yume miro con sorpresa más que temor aquella demostración.

-se que no es lo más sofisticado para hacer gala de mi poder,pero creo que ya entiende no soy un ser ordinario ¿lo comprende, verdad?

Yume movió la cabeza diciendo "si"

-¡que bueno! Porque tengo una propuesta que hacerle.

Whis la había observado por días,sabia más de ella de lo que Yume podía imaginar. Pero una de las cosas más relevantes para el ángel,fue descubrir que ella no tenía parientes,pues eso le daba la posibilidad de que ella aceptará su oferta. Yume le preguntó de que se trataba y él,se levantó para ir hacia ella,algo que hizo a la muchacha buscar distancia,pero término por quedarse muy,muy quieta mientras el ángel, se inclinaba lo suficiente para quedar a su  estatura y así verla directamente a eso ojos mielosos,dulces y algo temorosos.

-quiero una función privada... quiero oírla cantar solamente para mí.

Mi Sombra no tiene derecho a la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora