Esta es mi historia, no esperen una novela de amor verdadero o donde sea yo un gran héroe, ni siquiera seré un gran villano; mis acciones habrá quien las admire, otros las repudiarán y quizás la gran mayoría solo vea en mí una persona tratando de sobrevivir en este mundo tan convulso.
¿Cuándo comenzó mi aventura? Aquel día a bordo de la pluma "La Santa Niña Pintada".
Las plumas eran un tipo de embarcación hecha para la exploración, las más veloces que existían en aquel entonces, estrechas, con enormes velas que atrapaban el viento haciéndola surcar por los mares como una ligera pluma.
Llevábamos una semana navegando, quizás por el aburrimiento empecé a escribir. En aquel entonces era un joven señor enviado por nuestros siete ángeles a las nuevas tierras, tierras inhóspitas y alejadas de nuestro reino. Treinta y tres hombres a bordo, en su mayoría mercenarios, jóvenes aventureros o algún que otro huyendo de la justicia, todos los allí presentes tenían una sola meta: buscar fortuna. No era placentero estar entre ellos, no viajaban en las mismas condiciones que yo, la mayoría dormían en el suelo y de los que habían navegado antes, algunos en hamacas. Eso levantaba su negatividad hacia mí ya que, al ser el señor y representante de la tierra dada, tenía algunos lujos que ellos no tenían, como un camarote algo más cómodo para dormir. La comida tampoco era nada para disfrutar, se cocinaba una sola vez y aquel hombre sería cualquier cosa menos cocinero, y aunque yo y algún que otro privilegiado teníamos pequeñas alacenas de suministros, extrañaba la comida caliente.
Junto a mí solo había dos personas con mis mismos privilegios, o quizás mayores: el sacerdote García Holguín, jefe de nuestra santa misión y representante del Benevolente, un hombre sin pelo (era la primera idea que daba cuando le mirabas) una cabeza muy bien rasurada y sin cejas, con una mandíbula fuerte y una expresión seria. Las pocas palabras que intercambiamos en esa semana eran estrictamente sobre nuestra misión, y se mostraba con ideas inamovibles, y para mi mayor temor, con un sentido de la justicia algo extremo. No importaba qué calor hiciera o tempestad nos atacara, siempre con su túnica impecable y su libro de "Las Verdades" bajo el brazo.
No el más importante en nuestra misión, pero sí el gran jefe dentro del barco, era su Capitán, de tez morena y barba circular, con pañuelo en la cabeza y un cuerpo fornido; su mera presencia imponía a los demás hombres; no tenía que hablar, son de estas personas que dan seguridad solo con estar a tu lado, o de intimidarte si fuese el objetivo, de voz gruesa capaz de llegar a todos sin alzarla, qué más puedo decir, un modelo a seguir. Con él sí había tenido mis largas charlas, sobre todo acerca de barcos, esto le fascinaba, hablaba de aquel navío como si describiera lo más hermoso del mundo, tenía palabras poéticas para cada detalle de su embarcación y una historia increíble detrás de cada uno: El capitán Benadir Mogadiscio.
Después de una semana llegó a nuestros oídos una frase milagrosa "Tierra a la vista!!!"
El barco navegó hasta la desembocadura de un río. García Holguín y como él los denominó "los más leales al Benevolente", es decir los más impulsivos jóvenes de la tripulación, tomaron el primer bote hacia la orilla. Poco a poco fueron abandonando el barco en los botes. Yo fui en el último junto al capitán Mogadiscio y mi séquito, que estaba compuesto de un veterano de guerra Lodz Piotrkow Trybunalski, (no me hagan repetir ese nombre, de hecho, no sabría ni decirlo), un hombre alto con un bigote más raro que su nombre, de tez blanca y pelo canoso, muy serio y leal. Nacido en tierras lejanas al reino Lodz, fue hallado muy joven cuando su familia fue víctima del ejército enemigo. Alejado de su país, todos los conocidos que tenía se reducían a los soldados que lo habían rescatado, así que se unió a nuestro reino a luchar por la patria. No creo que haya sido muy buen soldado ya que nunca mostró grandes condecoraciones, pero eso sí, sobrevivió, sobrevivió para vivir el día que se quedara sin objetivo. En ese momento su familia radicaba en las tierras de mi familia, aunque intentaron alejarlo de esa vida, nunca pudo ser más nada, vivía de sus anécdotas, del pasado, cayendo en una depresión y un comienzo de alcoholismo. Para evitar esto su familia pidió trabajo como soldado en las filas de mi familia, ahí fue acogido al principio hubo sus tropiezos, demasiado estricto para la vida aburrida de un señor, comenzaba a desilusionarse cuando me fue otorgada esta misión, sus ojos se iluminaron como un niño ¿cómo escogería a otro delante de él, cuando este era el momento que tanto había deseado? Mi otra persona de séquito era "La señora", no cualquier señora, "La Señora" una mujer bastante rellenita, ya mayor, la cual yo ni entendía la mitad de lo que decía, siempre andaba quejándose entre dientes y la vez que le pregunté su nombre no logré entender qué me dijo, solo que su mirada me decía no me lo preguntes de nuevo, así que para mí pasó a ser: "La Señora". ¿Por qué decidió ir conmigo? Ni sé...
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Hacia las Nuevas Tierras
AdventureHistoria de fantasía en una época antigua donde el poder era llevado por los grandes reinos, un joven señor surgirá para guiarnos en sus aventuras. Portada Cortesía @EditorialPets @Team-Potato Banner Cap.1 al Cap7 realizados por @EditorialOlimpo @I...