Odisea |RAURA|

Capítulo I: El inicio del fin.

    Todo comenzó en el primer día de clases del semestre o a decir verdad todo esto comenzó hace años no se específicamente cuando comencé a sentir todo esto pero sé que fue hace años, pero la aventura que terminaría en tragedia comenzó el día 16 de septiembre de 2012, llegue sola al instituto, como siempre, algo desaliñada sinceramente no me importaba mi apariencia sin embargo muchas miradas se posaban en mí, esas miradas que a leguas se les entendía lo que querían decir

    “Sera que no conoce un espejo” “que chica tan desaliñada” “que poca importancia le da su apariencia” “el primer día y ni intenta arreglarse”

        Esas son algunas de las cosas que sabía que pensaban pero qué más da, no vivo para ellos ni ellos para mí.

        Me molestaba de sobre manera la frase “la apariencia lo es todo” que estupidez más grande, la mayoría de las personas de la generación presente tenían la cabeza hueca.

     Al caminar por los amplios pasillos, fue una mirada entre docenas, un tropiezo que hizo que me estremeciera por completo, en mi fallido intento por encontrar a Anna en el enorme campus me tropecé con él, Ross, con la persona que menos me quería encontrar en esta nueva etapa de mi vida, cuando me propuse a mí misma tratar de olvidar todo y no darle importancia.

—El pasillo es muy ancho –le replique.

—Tú fuiste la que tropezó conmigo, te digo eso a ti –me rebajo con la mirada.

        Tenía razón pero mi mente se encontraba hecho un revoltijo que ni sabía lo que decía.

—Deja de ser imbécil y apártate.

—No –dijo guasón.

— ¿Disculpa?

—No quiero quitarme.

— ¿Quién te crees tú?

—Mejor que tú, es lo seguro –se giró a ver a sus amigos arrogante y se carcajeo.

       Al oír esas estúpidas palabras me hirvió la sangre de inmediato que no sé dónde saque fuerzas, lo empuje y salí de allí con una inmensa rabia que lo único que quería era golpearle la cara hasta dejarlo inconsciente, en ese trayecto me encontré con Anna que noto mi furia y trato de calmarme.

 —Hey, hey ¿Qué sucedió? –posiciono sus manos en mis brazos para tratar de tranquilizarme.

            Ahora… imposible.

—Otra vez, una vez más me estoy ahogando en mis sentimientos –estruje mi mano, formando un puño.

— ¿Qué? ¿Qué dices? –dijo Anna algo liada.

—Otra vez Anna, otra vez ¿no entiendes? otra vez me tuve que topar con mi cruel destino –dije con tono de frustración.

—Ross.

     Asentí.

—Desgraciadamente sí.

—Tu misma dijiste que te ibas a olvidar de todo, que ibas a tratar de ignorar tus sentimientos.

—Anna por favor, no entiendes, no puedo, simplemente un roce hizo que enloqueciera, que me estremeciera y que me hirviera la sangre –dije casi gritando.

—Debes decirle

           La pelirroja apoyo su mano derecha en mi hombro, creo que eso era una forma de que me hiciera ¿razonar?

—Estás loca, no caería tan bajo, además sé que si le digo se burlaría de mí y mi furia llegaría hasta al punto que mi odio llegaría a ganar esta vez y terminaría por asesinarlo.