Dos Contra El Mundo

I.

Un jovencito estaba durmiendo en una cama bastante arropado, el era medio bajo de tez blanca, ojos azules con pelo corto rojo teñido y un buen físico, el utilizaba un tierno pijama de zorro rojo, se veía demasiado tierno. En un momento un joven algo mas alto, también de tez blanca, ojos azules y pelo marrón algo mas largo, tenía un muy buen físico y solamente usaba un bóxer ajustado de color gris. En un momento el chico mayor destapa al menor haciendo que se despierte algo exaltado.

-¡Tony zorro malo ¿Por qué me despiertas?!- Dijo el chico tiernamente molesto.

-¿Zorrito no sabías? Hoy es nuestro primer día en el colegio nuevo- Le respondió el mayor.

-Te pedí que me llames Criz, zorrito ya es de niño pequeño-

-Pero si eres mi pequeño zorrito bebé- Le respondió mientras le acariciaba su pancita. -A parte ¿Si ese apodo es de la infancia por qué usas el pijama?- Eso hizo sonrojar a Criz.

-Es esto o estar desnudo porque toda mi ropa me queda muy chica-

-Lo que tu digas, ahora vamos a bañarnos que tenemos que ir al nuevo colegio- En eso el jovencito se levanta y se quita el pijama dejando ver unos calzoncillos azules muy ajustados, dejando ver la raya de su trasero y parte de su pubis y resaltando mucho su miembro. -Es verdad, te queda chica la ropa zorrito- En eso ambos entran al baño y se quitan sus calzones para ir a ducharse los dos juntos, Tony empezó enjabonando a Criz en su espalda con una mano mientras con la otra le tocaba juguetonamente una nalga, después el le dio la vuelta para enjabonarle su abdomen mientras le seguía tocando su glúteo para después empezar a asear su amiguito. Una vez que el terminó de asear a su hermano le empezó a pasar champú por la cabeza. Después de asearse mutuamente los hermanos se secaron el uno al otro y salieron del baño para irse a cambiar a su cuarto.

-¿Cómo será el nuevo colegio, Tony?-

-Escuché que es un colegio muy conflictivo, ojalá y no te lastimen zorrito- Respondió para después acariciarle la cabeza.

-Zorro tu sabes que no va a ser así- Le dijo para darle un abrazo por atrás.

-¿Se te paró el amigo, zorrito?- Eso hizo al pequeño sonrojarse.

-¿Como lo sabes, zorro?-

-Porque algo me está acariciando una nalga- Le respondió travieso, en eso el mayor abre un cajón y saca unos boxers algo ajustados de color azul y le aplica a Criz un derribo a dos piernas juguetonamente haciéndolo caer sobre la cama para después ponérselos y hacerle un par de cosquillas haciendo que ría bastante.

-Zorro tonto y cochino- Le dijo Criz de forma juguetona.

-Si quieres hazme lo mismo- En eso el jovencito le hace una llave mataleón juguetonamente haciendo que caigan en la cama para después hacerle varias cosquillas en las axilas y acariciarle un poco su abdomen. Después de haber estado jugando tan tiernamente el joven dúo se vistió y desayunó junto a su madre para después irse al colegio.

-¿Como crees que será el nuevo colegio, zorro?- Preguntó Criz.

-Quiero pensar que va a ser algo bonito, algo ameno y que podamos aprender y socializar, pero con lo que investigué a esa escuela no va gente muy amigable que digamos-

-Joder, yo quería seguir en la otra-

-Yo igual, pero desde que murió papá ya no puede seguir pagándola y nos mandó a una escuela del estado-

-Pero no puede ser tan mala como investigaste, ¿o si?-

-Quiero pensar que no, pero solo tenemos una forma de saberlo, además nos queda mucho mas cerca que la otra escuela zorrito- Y así nuestros pequeños protagonistas se dirigieron por medio de una caminata algo corta hacia su nuevo colegio, cuando llegaron vieron a unos jóvenes reunidos en círculo y debido a su curiosidad se acercaron a ver y vieron que un chico se estaba peleando con dos jóvenes mucho mas altos que el, el niño era de altura media, ojos verdes, pelo azul teñido, tez blanca y tenía un cuerpo marcado. El niño esquivaba los golpes de los chimpancés mayores con apenas esfuerzo y cuando el momento llegó les estampó la cara contra la pared con una fuerza tal que los desmayó en ese mismo momento. Criz y Tony se fueron pues no había mucho mas teatro que ver, al ya estar en el aula junto a sus compañeros vieron que el docente de ese módulo había faltado así que no hicieron nada interesante, Tony se echó una siesta mientras que Criz salió del aula para irse a comprar algo al buffet pero vio a un trío de chicas en una esquina, pero no eran amigas. Dos de ellas eran pelirrojas de estatura media con pelo largo y ojos azul cielo y de tez blanca mientras que la otra era igual de tez blanca pero algo mas baja, de pelo marrón recogido y ojos verde oscuro. En eso el pequeño se acerca a ver que pasaba, pues eso parecía una situación de bullying.

-¿Ya nos hiciste la tarea, estúpida?- Le dijo una de las pelirrojas a la niña.

-N-No Esther, te la traigo mañana- Respondió la castaña con miedo. En eso Criz se acerca para tratar de remediar la situación.

-¿Chicas todo está bien?-

-Mira tonto mejor no te metas en esto- Le dijo Esther enojada.

-Hermana no tienes que ser así con el pequeño-

-Cállate Miriam, nadie va a impedirnos jugar con nuestro puerquito- Acto seguido intentó darle un puñetazo a Criz en la boca pero el se agacha rápidamente y le da un fuerte golpe de antebrazo en el estómago haciendo que caiga al piso.

-Mira perra a mí no me agredes ¿Está claro?- Ella asintió con terror al igual que su hermana, después Criz levantó a Esther. -Chicas que esto no se repita, ¿si?- Les dijo mas calmado mientras les ponía sus manos en la cintura de cada una, ambas asintieron sin saber lo que había hecho el chiquillo. Después el se acercó a la chica con una sonrisa algo mas pícara y en un tono mas amable. -Amiga después de eso y esto no volverán a hacerte nada- Le comentó mientras le mostraba unos pedazos de tela que tenía en sus manos, eran las faldas de las chicas. En un momento el señaló a las chicas yéndose a su aula sin percatarse de que sus faldas ya no estaban dejando ver que no llevaban ropa interior, la jovencita estaba con la boca abierta.

-Eso fue increíble- Dijo emocionada.

-Solo vi que esas faldas tenían velcro así que para castigarlas un poco se los desabroché- Antes de que pudiese seguir el fue abrazado por la chiquilla.

-Gracias, muchas gracias...-

-Criz, ¿y tu quien eres?-

-Soy Davinia, un placer- Otra vez se volvieron a abrazar. -Otra vez muchas gracias- En eso los dos se fueron a sus cursos. Allí no hubo nada que destacar, después de esas dos horas el curso fue hacia un pequeño gimnasio del colegio luego de haberse cambiado en los vestuarios. En un momento viene el profesor, el era gordo, de tez blanca, sin pelo con una barba de candado marrón y de estatura media.

-Muchaches bienvenides a la primera clase de educación física del año, sé que hay algunes chices nueves aquí así que vamos a hacer un diagnóstico deportivo para ver que tal están en esta materia; Comenzaremos con veinte vueltas al gimnasio, veinte flexiones con aplauso, veinte con nudillos, cincuenta abdominales y cincuenta sentadillas para después hacer una prueba de velocidad- En eso todos los alumnos empezaron, la mitad se quedaban en el camino (la mayoría no podía hacer mas de diez flexiones con aplauso) pero hubo algunos que sí, como ciertos hermanos kawaiis y el peliazul que se peleó en la entrada (Bueno esos eran los únicos :v). El primero fue el peliazul, cuando el profesor dio la orden el chico salió disparado corriendo muy rápidamente por todo el gimnasio de punta a punta.

-Muy bien; Pablo Menendez, diez segundos. Siguente; Antonio Cervantes Salas- Tony fue al punto de partida e hizo lo mismo pero no tan bien. -Bien hecho, doce segundos. El siguiente es Cristian Cervantes Salas- Criz fue al mismo sitio que Pablo y su hermano Antonio, cuando el profe dio la órden el jovencito salió tan rápidamente como pudo. -Cristian Cervantes Salas, veintiún segundos- El chico fue con los otros dos.

-Bien hecho, amigo- Le dijo el chico llamado Pablo a Criz.

-Gracias- Luego de un rato de irrelevantes cosas las clases en el colegio terminaron así que los dos hermanos fueron a casa, pero se percataron que el mismo Pablo les seguía el paso.

-¿Vives por aquí también?- Le preguntó Antonio.

-Si, unas cuadras mas adelante-

-Si no estoy mal el vive a dos puertas de nosotros- Dijo Criz algo sorprendido. Todo iba relativamente bien, los tres iban hablando de cosas triviales del colegio hasta que escucharon un par de aplausos y al voltearse vieron a un trío con una apariencia de malandros tremenda.

-¿Ustedes quienes son?- Preguntó Tony a la defensiva.

-Vinimos por Pablito-