Capítulo 3 - Está es mi vida

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Narra Laura:

Le estaba por decir que quiero que haga a cambio por salvarle la vida. No le podía decir que renuncie a la película, por mucho que quería que lo haga. Pero bueno, algo se me tiene que ocurrir, seguro que por ser famoso, puede hacer lo que sea.

Laura: Quiero que me prestes el auto por una semana.

Ross: ¿Queee….? Todo menos eso.

Laura: Bien. Si vos no querés prestarme el auto, le voy a tener que decir a la prensa que en realidad no sos el que dice ser.

Ross: ¡Está bien! ¡Te lo presto! Pero…

Laura: ¿Pero?

Ross: Solo dos días.

Laura: Me parece perfecto – estirando la mano - ¿Trato?

Ross: Trato – escrachándomela.

Laura: Dame.

Ross: ¿Qué cosa?

Laura: ¡Las llaves, que va a ser!

Ross: ¿Ya lo querés?

Laura: ¡Sí!

Ross: Bien – entregándome las llaves - ¡Cuídalo bien, porque si no, tendrás que pagar lo que rompiste!

Laura: Tranquilo. Se manejar.

Ross: Espero que no le pase nada.

Laura: Adiós Ross y gracias – sonriéndole fríamente.

Ross: Adiós chicas.

Salí del departamento con Raini. Todavía había gente esperando a Ross.

Reportera: ¿Por qué tenés las llaves del auto de Ross?

Otra reportera: ¿Sos la nueva novia?

Laura: ¡Chicos, ya basta de molestar! Tengo que llaves porque se las pedí prestadas solo por dos días y no, no soy la nueva novia de Ross. Ahora, permiso – pasando por entre la gente - ¡Por fin! – cuando llegue al auto, me subí, Raini también, coloque la llave y arranque.

Raini: ¡Estás loca Laura! ¡Como le vas a pedir que te preste el auto!

Laura: Le hice un favor, ¿Qué tiene? – mirándola.

Raini: ¡Como que tiene! – mirándome preocupada - ¡Una cosa que sepas manejar y otra es que tengas el registro! – haciendo una pausa, siguiendo - ¡Que no lo tenés!

Laura: Ya lo sé. Tengamos suerte de que no nos pare la policía y listo.

Raini: Si, claro. Para vos es todo fácil, pero si nos llega a parar enserio, estamos en el horno y además, Ross te va a matar.

Laura: Deja de pensar en el futuro, si todavía no sabemos si va a suceder y si sucede, mala suerte.

Raini: Si, y Ross te mata.

Laura: No importa Ross, que haga lo que quiera.

Raini: ¡Bien! Pero por las dudas cruzo los dedos.

Laura: Vos crúzalos, después vemos que pasa.

Narra Ross:

Porque le tuve que prestar el auto a esa chica, si recién la conocía, espero que lo cuide, si no, la mato. Subí rápido las escaleras, ya tenía demasiada hambre, no aguantaba más. Cuando abrí la puerta, Nina estaba mirando la tele, en cuando me vio, me hizo una seña de que vea algo de la tele, cierro la puerta y me acerco, cuando veo lo que me quería mostrar, era el departamento a donde yo estaba, había un montón de gente esperándome en la puerta, más que antes, gritando mi nombre.

Un amor de famaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora