Mala noche

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La protagonista al fin llegó a casa. La verdad es que el tipo del choque era muy guapo y le resultaba levemente familiar, como si lo hubiera visto en alguna otra parte. De repente le vino a la cabeza a quien se parecía y mucho. Imposible, él no podía ser, demasiada casualidad. Ese pensamiento provocó un leve rubor en sus mejillas y una tonta sonrisa en su cara. Al notar el calor de su rostro hizo una mueca de desinterés y siguió a lo suyo.

Con tanto rollo no se había dado cuenta de que ya era la hora de la merienda, no había probado bocado desde el desayuno lo que provocó que su estómago rugiera recordándola el hambre que tenía. Se preparó algo de merienda-cena y se sentó en el sofá a ver la tele mientras comía justo a tiempo de ver una de sus películas favoritas. Aunque se consideraba algo cinéfila no tenía mucho tiempo que dedicarle a la televisión, más aun desde que estaba fuera de casa, simplemente se contentaba con ver sus series de vez en cuando y con ir al cine en cuanto tenía ocasión.

Se pegó una bien merecida ducha, donde dio un pequeño concierto privado ante los botes de gel y champú. Cuando terminó se secó el pelo, vistió con su pijama, preparó todo para el día siguiente y se fue a dormir. Ya en la cama, antes de quedarse frita, repasó mentalmente todo el día y, sin percatarse, cayó en los brazos de Morfeo; ni siquiera esos extraños y molestos pitidos que oía siempre antes de dormir impidieron que durmiera.

-I got this feeling on the...-apagó el despertador-summer day when you... -(la canción sigue sonando).

Abrió los ojos y allí no había despertador, sus sienes palpitaban recordándola un dolor de cabeza que la hizo sentirse desorientada. Su vocecilla interna la quiso advertir de que aquella situación la había vivido previamente pero antes de nada empezó a escuchar otra vez esos pitidos, era todo muy surrealista. Abrió los ojos con la intención de averiguar dónde estaba pero todo era borroso y daba vueltas.

- ¿Qué...- no tuvo fuerzas de mantener los párpados abiertos por más tiempo y volvió a caer en su profundo sueño.

Se despertó desesperada, no sabía la hora que era pero tenía la sensación de que era tardísimo. Cuando miró el reloj aún quedaba una hora para que sonara; cualquier otro día se habría irritado, como todo el mundo, pero su ánimo era tal que le dio lo mismo. Media vuelta y a dormir otra vez.

Una Vida Soñada. I © (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora