El viaje hasta Madrid se le había hecho corto. Demasiado corto. Le había dado vueltas como una estúpida a si llamar a Rodrigo o no. Y en caso de hacerlo, ¿qué debería decirle? Una vez que pisó la estación de Méndez Álvaro, sintió como si el estómago se le hubiera cerrado y no pudiera volver a abrirse en cien años. No podía llamarle. ¿Para qué? ¿Para verse? Estaba claro en su mente fría y retorcida que no había motivos suficientes para molestarle o para que él quisiera verla. Se estaba comiendo la cabeza por algo tan obvio, que prefiero saltarme esta parte e ir directamente a una más interesante.
Llevaba dos días allí y su amiga parloteadora Claudia la había acogido en su enorme "piso de estudiante". Aquellos dos días habían sido prácticamente compras, cenas caras y cócteles en pubs de moda. Nada de fiesta por el momento, puesto que se estaban preparando para la del cumpleaños del loro andante. Las amigas a las que le había presentado parecían muchos más tranquilas y simpáticas que ella, pero aquello no era complicado. Helena estaba tan contenta que al final, parecía haber olvidado por completo su dilema interno y personal. Rodrigo había pasado a mejor vida en su cabeza y eso era un enorme alivio para todos, creedme.
En su tercera noche, decidieron cambiar de planes. Estaban en la víspera del cumpleaños y Claudia había decidido hacer una fiesta de pijamas como cualquier adolescente americana rica. Helena no entendía del todo a qué venía esa actitud de su amiga, siempre le había parecido un poco infantil y crédula. Se notaba que la universidad no la había hecho cambiar en absoluto y eso le parecía realmente increíble. A ella la había hecho madurar y entender que no quería estar con alguien como Carlos, había aprendido a comprender sus sentimientos, aunque eso le llevara, para su desesperación, a Rodrigo. Había aprendido a convivir con otras personas y a ser tolerante con otras muchas en las que no se esperaba serlo.
Estaba completamente aburrida, todas parecían hablar de sus amores platónicos o suspiraban por algún tipo de la universidad que ella no conocía en absoluto. Se sentía algo desplazada, aunque entendía que no era posible siempre hablar de cosas que ella quisiera. Al menos, había sido cierto eso de que aprendía a ser tolerante y empática, de vez en cuando, claro.
Habían pasado dos horas cuando una de ellas, sonrió algo más divertida de lo normal y les enseñó a todas la foto de su nuevo ligue. La foto parecía tomada a escondidas, porque estaba casi completamente desnudo de no ser por una toalla que tapaba precariamente sus partes más íntimas. Tenía los músculos definidos y a todas pareció dejar con la boca cerrada en un periquete.
- ¿Dónde has encontrado a ese? -Preguntó una de ellas, bastante emocionada con lo que acababa de ver.
- La historia es graciosa. -Guardó su móvil y sonrió muy divertida. Estaba contenta de haber captado toda la atención de las chicas y, más aún, de verlas envidiosas.- ¿Recordáis que os conté que hubo un incendio a dos plantas de mi apartamento?
Todas parecieron meditarlo unos segundos, como si les sonara una noticia así, pero ninguna terminaba de acertar cuándo o cómo la habían oído. Al final, parecieron caer en la cuenta y la chica prosiguió.
- Él fue uno de los bomberos del rescate.
- ¿Te sacó en brazos? -Preguntó tontamente Claudia, molestando a la narración de la historia con su repiqueteante vocecilla.
- Claro que no, Claudia. Mi piso estaba por debajo y no le pasó nada. Pude salir por mi propio pie, pero él estaba allí y cuando todo acabó, nos pidió a los que habíamos estado dentro que pasáramos reconocimiento médico por si habíamos tragado humo de más. Empezó el tonteo como cualquier otra cosa y al final, le di mi número.
- Va a ser verdad eso de que las desgracias de uno son las buenas situaciones de otros. -Acabó por reír una de las chicas, empujando ligeramente a la que había contado la historia del bombero.- Tengo que decirte que mi sueño siempre ha sido estar con un uniformado.
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Bajo vigilancia.
Teen FictionDescubrir que la vida tiene sus inconvenientes puede ser un duro golpe, más aún cuando eres joven y crees que eres invencible. En esta historia, sus protagonistas se van a enfrentar a su propio destino, creyendo estar preparados y encontrándose con...