Cuento de amor a dos personajes.

Esta es la historia de un amor...

Tal vez en el viaje de nuestras almas, nos hemos encontrado en un par de vidas más, esta es la tercera en la que coincidimos. Para amarnos.

Siento que te conozco desde siempre. Te vuelves infinito cuando te reflejas en mis ojos. Y tu boca parece vomitar flores y una gama de muchos colores, sin nombre aún.

Me has dicho lo que para ti es el amor. Y entonces sonríes para transmitirme el significado que le das. No necesitas decirme nada, con su mirada me basta, y tus besos me lo aclaran.

Necesito decirte, que no porque esto se acabe algún día, dejaremos de estar destinados a encontrarnos una vida o nueve más. Es nuestro castigo, y bendito sea.

Si pudiéramos ver lo que me sale del pecho cuando te veo venir. Miles de venas transportando a gran velocidad la sangre que llega a mi corazón haciéndolo estallar por sentirte cada vez más cerca.

No tengo que decirte nada, con mi mirada debe ser suficiente. Y mis manos tocando tu cara con tanta suavidad como si de una reliquia invaluable se tratara, lo comprueban.

Siete, o nueve vidas más. Las que fueran no dudaría en encontrarte otra vez. Y amarte. Porque, aunque sea el amor un suicidio constante, y duela, también te da vida, y placer, en sus diversas formas

Un beso, una caricia, tus manos entre mis cabellos. Yo esperándote en la estación de autobuses, creando un platillo nuevo para ti. Tú y mis ganas, nosotros y el orgullo. Nuestros errores, peleas y reconciliaciones. Un final, y un principio, el inicio nudo y desenlace, en lo que tenemos, no importa mucho el orden.

No hay expresión suficiente para demostrar lo que se está sintiendo cuando amas. Amar es no tener control sobre nada, mentirían todos si exclamaran que alguna vez lo dieron todo por amor, de una forma inteligente.

No existe cuento de amor, película o canción. Si tuviera que contar nuestra historia de principio a fin, las palabras faltarían, y las frases de un libro quedarían cortas. Es, lo que es, y es sencillo. Nuestro propio mundo construido y destruido a la par, por ti y por mí. De eso se trataba, fue el acuerdo invaluable cuando dijimos 'sí', al amor.

Desgarrarnos y reparar nuestro corazón. Sin importar el costo. Ser dos, pero convertirnos en uno. Completar los vacíos del otro, en el transcurso de cada etapa que viviéramos. Me conociste en el piso, y me hiciste levantar. Te conocí encerrado en tu mundo, y me dejaste pasar.

Somos, fuimos, seremos uno. Infinitos por un tiempo. Nuestro tiempo. Nueve, siete o tres vidas más.

Fue lo peor.

Y lo mejor que nos pudo pasar.