- DONDE TODO COMENZÓ -

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Voy caminando por la calle y observó a lo lejos una chica con cabello largo color castaño, la brisa hacía mover su cabello hacia los lados. Hasta que en un momento la brisa aumenta y tapa su rostro, levanté la cabeza y mire al cielo, algo andaba mal, ya no había sol, se veía nublado muy extraño. Las aves alzaron vuelo, se veían asustadas. De repente sentí un extraño movimiento, empecé a ver todo en cámara lenta. En el fondo en frente de la chica veo algo color café o era color gris, no lograba diferenciarlo bien.

Con el paso de los segundos comienza a verse más, hasta que llegó a un punto donde logre diferenciar que era.

Le grité a la chica para que corriera, pero no reaccionaba, corrí hacia ella, pero todo se quedó en pausa, le grite, quite el cabello de su rostro, no podía moverse. Me llené de nervios, no sabía qué hacer, era ese pequeño momento en el que sientes miedo y piensas dónde acabará todo.

Cerré los ojos y en el momento en el que los volví a abrir, todo volvió a seguir en movimiento, eso que se veía detrás de la chica era un tornado, era muy grande, jamás había visto uno igual y creo que ese sería el último.

Cada vez se acercaba más, hasta que en un instante llegó a la chica, solo escuche un grito y como luchaba contra la fuerza del viento, pero no pudo hacer nada.

Pronto este llegaría a mí y lo último que pude ver de la chica era su hermoso cabello.

Al paso de unos segundos llega aquel momento, todo se puso en silencio, no se escuchaba la gente gritando, ni los carros pitando, ya solo éramos el tornado y yo.

Sentí un vacío y un nudo en la garganta tenía miedo. Cerré los ojos y el huracán me arrastro. Cuando abrí los ojos, la chica estaba en frente mío, estábamos adentro del huracán, había muchos objetos, hice todo lo posible por acercarme a ella, me agarraba a los objetos hasta que logre tomarla de la mano, ella abrió los ojos, tenía miedo. Choque mi frente contra la de ella, la tome de ambas manos y ambos volvimos a cerrar los ojos, pues no sabíamos donde caeríamos, si viviríamos o si moriríamos.

Pasó un tiempo, lo extraño es que no sentí haber caído o haber chocado con algo. No sabía si abrir los ojos, lo único que me daba tranquilidad era que aún sentía las manos de la chica. En ese instante me pregunté muchas cosas: ¿dónde estoy? ¿Qué paso? ¿Estamos vivos? La incertidumbre me atacaba, ¡tenía que abrir los ojos! Cuando los abrí sucedió algo extraño, el huracán me había mandado en medio de la arena, y no veía a la chica.

Pero... ¿Por qué sentía aún su apretón? Intente levantarme, pero no podía, no sentía mi cuerpo. Quería llorar, es horrible intentar mover tus piernas y no poder. El sol estaba fuerte, me quemaba la piel. Mis heridas eran profundas, ni siquiera sabía por qué seguía con vida. Ya no podía estar más tiempo ahí, bajo la luz del sol. Hice mi último esfuerzo, pero esta vez con las manos, me arrastré en medio de la arena hasta llegar al mar. Pero sucedió algo, al levantar la cabeza había un cuerpo boca abajo sobre el agua, enfoque mi vista... Era la chica.

No sabía como entrar al agua, ya que no podía mover mis piernas, busque diferentes estrategias para entrar y sacarla, dado que entre más me demoraba, más estaría ella ahí y más rápido la perdería.

Me decidí y entré al agua, moví mis piernas todo lo que pude a pesar del dolor que me producían las heridas. Logre llegar a ella, la tome de la cintura estaba muy fría, al voltearla tenía heridas en su rostro, la lleve hasta la arena, le di respiración boca a boca, me asuste porque no respiraba. Y cuando estuve a punto de perder las esperanzas escuche a alguien toser, me voltee y era ella, me le acerque, me quite la camisa y se la puse de tal forma que le tapara el rostro.

El sol aún estaba fuerte, sentía que me quemaba, la acerque a mí y la abrace para que mi cuerpo la cubriera del sol, pasaron las horas y ambos seguíamos ahí. No podíamos movernos y no teníamos vos como para gritar y pedir ayuda. De repente escuchamos un ruido extraño, intente mirar al cielo, pero solo vi un ave muy pequeña, la volví a mirar a ella, hasta que ella me hizo señales de que mirara hacia arriba, mire y era un helicóptero, me sentí a salvo.

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⏰ Última actualización: Feb 08 ⏰

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