Apuesta.

"Me caes mal y ya"

— La secundaria lugar donde pueden pasar muchas cosas interesantes en tu vida, desde ser el bullying, el nerd, el "chico malo", el popular, etc, etc, etc.

Chicos malos y chicos populares, interesante... ¿Desde cuándo ser inteligente te hace popular?, ¿Eso no debería ser un "Nerd"?

El punto, si, cliché, pero quizás se salga un poco de esos cabales, ¿Qué opinas? —

—

¿Cuál es el concepto de el típico "chico malo"?, ¿Chaqueta de cuero, moto, malas calificaciones, piercing, tatuajes... Personalidad arrogante? Sí, si se me tuviera que poner una etiqueta "Chica mala" sería la "perfecta", en cualquier tipo de circunstancia. Lo ridículo de todo ese asunto de las etiquetas, el chico malo se junto con su pandilla, más chicos malos; yo, digamos que mis amigos no son para nada todo lo que acabo de mencionar.

No sé que en qué momento el ser nerd, tener buenas calificaciones, ver películas todo el día, saberme la saga de Harry Potter de memoria y ser buena en casi todas la materias, cosa típica de un nerd, se volvió popular y ahora eso es lo más cool. Raro, sí; pero si algo no termina de cuadrar en esa tonta etiqueta, es el echo de mi actitud, no, si nos vamos a concepto de un nerd, yo no lo soy, solo en gustos.

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— Ya te lo dije, lo repito y lo re afirmó, Jonathan. No, no soy bisexual, ni lesbiana y tampoco me gusta el pan, amigo. - Se volteo la menor indignada repitiéndose a su amigo gay.

— Te besaste con Eliane, puedo ver cómo "aprecias la anatomía femenina", y las miradas raras con esa chica. No discutas, acepta tu destino. - Alzó los hombros el chico de tez palida.

— El echo de que tú seas gay, no implica de que yo también lo sea. Deja de meterme en tu mundo raro donde a la gente le gusta el pan, y es una sexualidad. - Su tono era un poco de estrés con una mezcla de indignación. Eliane solo era su amiga.

— No, no te trato de meter, trato de que veas más allá del closet, mamita. - Seguido de este comentario se ganó una mirada de reproche de su mejor amiga y el solo pudo hacer una pose afeminada para fastidiarle.

— Dejate de ridiculeces. - Se volteo y siguió caminado, pero se pauso de nuevo en seco, cosa que hizo que su amigo peli negro la viera extrañado - Aparte Eliane es mi amiga y era un reto... Tú también haz besado a mujeres y nadie te anda diciendo si eres hetero.

— Es diferente mi amor, yo se lo que me gusta ya; tu dudas, y no estás segura. Quizás tu vida es al lado de una mujer fuerte que te haga el amor todos los días y sepa complacerte y llegar al orgasmo. - Sonrió el chico de ojos verdes con una picardía notoria, y su pequeña amiga de ojos verdes aguamarina se sonrojó. Sí, a sus 17 años, en final de semestre, de ahí a la universidad, y ninguno de los chicos con los que se había acostado la terminaban de complacer o "tocar las estrellas".

— ¿Mujer fuerte?, ¿Que rayos?

— Es obvio que eres pasiva, mi amora. - Alzó una ceja la chica de cabello corto.

— Soy hetero, ¿Si?; Hetero. Te lo deletreo. HE-TE-RO. - Sonrió luego de esa acción.

— Será hetero flexible.

— No soy para nada flexible, ni mis pies los puedo tocar.

— Será por gorda, corazón. - Sí, estaba en poco subida de kilos.

— Te odio. - Lo miro por unos segundos.

— Me amas. - Lo peor es que era la pura verdad.