A lo largo de mi vida la gente se queja de mi comportamiento y mi forma de ser, no soy demasiado sentimental con las personas, para ser sincera no me gusta que ellas sean tan cariñosas conmigo, detesto ese tipo de comportamientos, eso me ha dado problemas a la hora de tener una relación de noviazgo con alguien.
Soy una chica con inestabilidad emocional, pero trato de ocultarlo a las personas que me rodean, las únicas que saben sobre mi oscuro pasado es Alex y la señora Colinghs.
•~•~•
-"¿Saldrías conmigo?" De nuevo esas palabras, ¿Qué hay de interesante en mí? No lo comprendo. -"No creo que quieras salir conmigo" murmure sin ánimos. -"No en realidad me gustas hace un tiempo, no he dejado de observarte, eres realmente linda". Al parecer no entiende nada sobre mí este chico, la última vez que salí con alguien terminó siendo un desastre. -"Disculpa, pero tengo que irme". Me fui sin decir nada y dejándolo detrás de mí.
-"¿Alguien se te declaró, creí que con el último incidente que pasó nadie iba a volver a acercarse a ti" murmuró riéndose, -"Deja de decir tonterías" exprese -"Además no soy como las demás chicas, no podría tener una relación sentimental con alguien de una forma normal, tú lo sabes", Se me quedó mirando con un rostro algo triste-"Olvidemos ese tema, mejor acompáñame a comprar un pastel, hoy es el cumpleaños de mi mamá". Ah lo había olvidado, hoy era el cumpleaños de la señora Colinghs.
Mientras Alex tenía un conflicto por decidir que pastel comprar para el cumpleaños de su madre, yo andaba merodeando por los pasillos del súper, vi una pequeña cajita de jugo que me llamó la atención, jugo de banana con leche, mi favorita, a decir verdad creo que es lo único dulce que me gusta. Regresé a la pastelería, Alex esperándome. -"Dijiste que ibas a ayudarme a escoger un pastel, en vez de eso te fuiste sin decir nada", -"Perdona no soy muy buena en ese tipo de cosas" exclame. "Ah... que haré contigo, ¿regresarás a tu casa?"- "..." un largo silencio se hizo presente, no me gusta estar en ella, probablemente porque me trae recuerdos que no quiero volver a desenterrar. Alex pudo interpretar mi silencio "Que tal si vas conmigo, mi mamá se alegrará de tenerte en casa y más si celebras su cumpleaños junto a ella" la señora Colinghs me trataba muy bien, siempre apoyándome y protegiéndome en todo, realmente no sé si así se sentirá tener una madre.
-"¡Hanna! Me alegro que hayas podido venir"-"Señora Colinghs, es un gusto poder verla, por cierto le deseo un feliz cumpleaños", -"Como crees, el gusto es mío, anda, ve a lavarte las manos la cena está lista". Pase un rato agradable en la casa de Alex comiendo pastel y riéndome de las cosas que decía el hermano menor de mi amiga, después de una hora me despedí de todos y me dirigí a mi casa, un completo silencio se hizo presente, así era siempre.
A decir verdad no me gusta estar en mi casa, así que cada vez que regreso es solo para dejar mis cosas, o simplemente dormir, pero aparte de eso casi siempre estoy fuera de ella, salgo a la calle a caminar y mirar el cielo y el inmenso firmamento que hay en ella, me pregunto si algún día podré alcanzar una estrella, y poder robar el brillo que me falta.
Para ser sincera siempre me he sentido vacía y sin ningún objetivo en la vida, en vez de ello quiero desaparecer ante todos y de todos, no tengo nada a que aferrarme, ninguna meta, ningún sueño, en vez de eso siento tristeza, dolor, desesperación por todo, no sé cómo puedo seguir de pie, ante todo, me odio por ser tan frágil y vulnerable, me siento culpable y marginada por todos.
La noche se me hace eterna, siempre termino en el mismo sitio, debajo de un pequeño puente no tan lejos de mi casa, la brisa del río y la luz de la luna me hacen sentir algo de tranquilidad. Cuando regresé a mi casa me quedé completamente dormida.
La mañana se hizo presente y los rayos del sol que entraban en mi ventana junto con la alarma hicieron que me despertara, baje a la cocina y no me encontré con nada para desayunar.
Para ser sincera la madre de Alex era la que siempre me daba de desayunar y me daba almuerzo, no sé cómo voy a poder pagarle todo lo que ha hecho por mí. Pero pensándolo bien mejor buscaré un trabajo de medio tiempo, no puedo depender de ella siempre.
Fui a la parada del bus, eran las 6:00 A.M., demasiado temprano aún, así que decidí dar un pequeño paseo al otro lado de la ciudad, quizá en el camino encontraba algo interesante. Baje del bus, camine sin rumbo intentado encontrar algo y de la nada mi cuerpo se paró al ver un letrero pegado en la puerta de un mini súper que decía:
-"Se busca empleado para atender la caja, con disponibilidad de tiempo"-
Sin dudar entre y me acerque a una trabajadora del lugar -"Disculpe, mmm... el letrero de afuera, ¿todavía buscan una empleada?"- "Ah... creo que el puesto aún está disponible" expresó. "Puedes hablar con la encargada, ella se encuentra en la oficina, está al fondo a la derecha"- "¡Gracias!" murmuré. Fui directo a la oficina que me había indicado la chica, toqué la puerta y enseguida alguien me atendió, -"Adelante" escuche a alguien decir al otro lado. -"Buenos días, mi nombre es Hanna, la interrumpo por el puesto de trabajo que anuncia afuera", -"Ah, ya veo, toma asiento" me senté en la silla frente a ella -"me gustaría tomar el puesto" expresé. "En realidad, me hace bien que hayas aparecido, necesito un empleado de urgencia, ¿puedes trabajar por el turno de la noche?" -"Claro, me parece bien" dije, -"Genial, te parece si comienzas a trabajar desde hoy por la noche, luego llenarás un formulario de contrato, y tomaré tus datos, tengo algo pendiente que hacer esta semana y no tengo tiempo de atender tus papeles, pero dejaré a alguien encargado de hacerlo por mí ¿Qué dices?", -"Claro y muchas gracias". Salí del mini súper y regresé a la parada que me llevaría a la facultad.
-"Han, buenos días", -"Buenos días Alex". Caminamos en los pasillos de la universidad para ir a la clase de la primera hora. "Oye mi mamá te invita esta noche a cenar con nosotras, ¿Qué dices?"- "Me gustaría ir, pero tengo algo pendiente que resolver" dije. -"¿Qué tienes que hacer?" dijo con cara de curiosidad. No puedo decirle que he encontrado un trabajo al otro lado de la ciudad, de seguro se preocuparía y me convencería de dejarlo, no tenía ninguna excusa en mente, y el profesor apareció de la nada, por primera vez agradecí que el docente haya llegado temprano. Recibimos las clases del día, y finalmente salimos de la facultad. "Han, el profesor de derecho me ha pedido que le entregue un informe al finalizar el día, ¿Puedes regresar a casa sin mí?"- "Claro" en realidad me ahorro la molestia de crear un pretexto para zafarme de ella. Nos despedimos y yo fui directo a mi nuevo trabajo.
Llegué y me puse el uniforme del mini súper, la señora encargada de mí me enseñó cómo usar la caja y en la manera que tenía que hacer las cosas. Luego de ello me quedé ahí esperando que un cliente viniera a mí para poder atenderlo. De pronto se abrieron las puertas del despacho para empleados donde salió un chico alto con ojos marrón, cabello lacio y castaño. Me miró a los ojos y me dijo -"Estas en mi puesto, quítate". Pero quién rayos se cree este tipo para hablarme de esa manera pensé.
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"Hate Sweetness"[En proceso]
Teen FictionHanna es una chica que ha pasado por muchas situaciones difíciles, odia las cosas dulces, y que las personas traten de darle afecto. Pero ¿Por qué lo hace?... Pronto conocerá a alguien que le haga cambiar de parecer y poder ayudarla con sus traumas...