11

2.2K 165 16
                                    

Mi hermana y Lola entraron en la sala de ensayo buscándome. La peque no dejaba de mirar todo asombrada y de vez en cuando le preguntaba a Patri sobre alguna de las cosas que se encontraba. Cuando me vio vino lanzada hacia mí

- ¡Mami! – la cogí en brazos mientras la peque me ponía sus manitas en la cara y besaba mi mejilla

- Hola ratona – Lola volvió a mirar todo lo que había a su alrededor comprobándolo ahora desde otra perspectiva - ¿te gusta este sitio?

- Es muy guay – comentó moviendo la cabeza repetidamente

Mi hermana cogió mi mochila y nos fuimos las tres. Después de visitar algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad, terminamos sentadas en Plaza España disfrutando del helado que me habían prometido. Lola se cansó rápido de estar sentada y se puso a corretear por allí detrás de las palomas mientras mi hermana y yo la vigilábamos de cerca.

- Hemos visto a tu Ana, muy guapa, por cierto – soltó de golpe provocándome un mini infarto

- ¿Cómo? – solté

- Aquí tu hija que casi se la come cuando entrábamos

- Pero ¿quieres explicarme bien qué ha pasado?

- Entramos, tu hija se chocó con ella, se disculpó, debió darse cuenta de quien era y Lola remató diciendo que su mami tenía una amiga que se llamaba Ana y que la echaba de menos

- Ay madre – respondí llevándome las manos a la cara

- Pero eso no es lo mejor, Ana le respondió que también te echaba de menos

Me quedé en aquellas últimas palabras, pero entonces, ¿por qué me ignoraba de aquella manera?, ¿por qué no me dejaba explicarme?

- Yo creo que se ha ablandado un poquito después de ver a la renacuaja

- Pues a ver si es verdad, porque yo ya no sé qué hacer

- ¿Por qué no la escribes por última vez?, dile que sabes lo que ha pasado o déjaselo caer, a ver si responde

- No lo va a hacer, pero bueno, por un último intento

La vuelta a casa la hicimos con Lola dormida en los brazos de su tía. La pequeña llevaba toda la tarde corriendo y jugando y al final había caído rendida. Mi hermana decidió pedir algo para cenar y así no tener que cocinar. Mientras elegía yo cogí mi móvil y empecé a escribir.

"Hola Ana"

"No sé ya ni qué escribirte, de verdad que siento mucho lo que pasó, solo quiero que me dejes explicarte todo"

"Sé que no fue la mejor forma de que te enteraras, pero entiende que para mí tampoco era fácil"

"Echo tanto de menos estar juntas..."

"Lo siento"

"Si no respondes, entenderé que no quieres volver a saber nada de mí"

Dejé el móvil en vibración y me centré en cenar con mi hermana. Patri, que sabía que ya le había escrito intentó distraerme de todas las maneras posibles, pero intuía que mi cabeza estaba centrada en otra cosa. Cuando terminamos, mi hermana se fue a la que era su habitación durante estos días y yo me quedé en el salón con mi copa de vino disfrutando del silencio que reinaba. De repente sentí como vibraba mi móvil y me lancé rápido a ver quién era.

"Hola Mimi"

"Yo también siento lo que está pasando"

"Creo que deberíamos hablar, no te dejé explicarte y  tienes todo el derecho"

Mi trocito de MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora