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Apenas entré a ese aula era la peque más feliz del mundo. Nuestra maestra era muy dulce y había muchos juguetes para jugar, pero esa sólo era la dulce cobertura antes de la amarga píldora de la verdad.
“los niños son crueles” dice una frase. Créame señor o señora que dijo esto,yo lo sé más que nadie...
Mis problemas comenzaron días después, pero antes de seguir con la historia daré una descripción, para que luego entiendan mejor el contexto de todo.
Yo era una niña bastante alta,rubia,con una piel increíblemente blanca, manos y pies pequeños,las cejas unidas las cuales intentaba tapar con un flequillo,y bastante rellenita. Yo vivía muy a las afueras de la ciudad, casi en el campo, así que no conocía a nadie de mí edad, incluso mis primos me llevaban cinco o más años de edad,y tampoco tenía hermanos. Nunca antes había socializado tampoco. No era como los demás niños,pues me crié entre gente adulta (o semiadulta), así que por lo tanto mí vocabulario y capacidad de comprensión eran sin duda más avanzados,y tenía un punto de vista bastante único de la vida,y no,no estoy presumiendo nada, sólo digo.
Esto, según yo,fue lo que me trajo los problemas de ese entonces,y algunos que todavía me acompañan

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