Capítulo 67.

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- ¿Quieres algo de beber? — le preguntó ____.
Sacudió la cabeza.
- No, gracias. Tengo mucho trabajo atrasado. Si aún quieres que trabaje para ti.
- Claro.
- Bien, entonces, probablemente debería empezar ya — Heather se alejó unos pasos antes de hacer una pausa, girándose sobre el hombro —. Quería preguntarte... ¿Cuándo compraste la nueva estatua?
Las cejas de ____ se inclinaron sobre los ojos.
- ¿Qué nueva estatua?
- La que está sobre la plataforma que solía estar vacía.
- La que solía estar...
Oh. Cuando Justin había cobrado vida, había dejado una tarima vacía, la única tarima vacía del jardín del placer. Incluso Nick lo había comentado. Pero ___ no había tenido tiempo de sustituir la estatua.
- ¿Estás segura de que hay una estatua allí?
- Sí. Es difícil no fijarse en ella porque es diferente de todas las demás. Quiero decir, no es erótica.
El miedo se apretó en su estómago al no tener ni idea de lo que estaba hablando. Sabía que no era Justin, todavía estaba de pie algo más alejado de ella.
- ¿Quedamos allí en cinco minutos? — susurró.
Aunque con expresión perpleja, Heather asintió con la cabeza.
Hasta que no supiera lo que pasaba, ____ no quería que Justin supiera la existencia de la nueva estatua. Se escapó, diciéndole que tenía que ir al cuarto de baño y que le rompería los dedos si trataba de seguirla
- Luego debemos hablar, ____ — le respondió —. No tengo mucho tiempo.
Ella asintió despacio. Sí, definitivamente tenían que hablar. Había una cosa que necesitaban resolver, algo que tenía que confesarle, su maldito miedo. A cada paso que daba y se alejaba de él, sentía su mirada clavándose profundamente en la espalda. Cerró la puerta del cuarto de baño y, como una adolescente, salió fuera por la ventana. La lluvia la golpeó todo el rato.
Los truenos estaban en todo su auge cuando pasó corriendo hasta el centro del jardín. Heaher ya estaba allí, esperando en silencio. Ninguna se había molestado en traer un paraguas, y ambas se calaron hasta los huesos en pocos segundos.
- Es ésta — dijo Heather.
____ contuvo la respiración. Oscuras nubes se cernían sobre la estatua blanca, enroscándose en las curvas que formaban una mujer. Llevaba un lujoso vestido, y un medallón grande y circular le rodeaba el cuello. Era hermosa, tan hermosa como Justin, pero su belleza era impresionantemente femenina.
El corazón de ____ bombeó desbocado, limpiándose el agua de lluvia de los ojos.
- ¿Desde cuándo está aquí?
- No estoy segura. Me fije en ella cuando conducía por el camino de entrada.
Protegiéndose los ojos alzó la mirada hacía la estatua, preguntándose qué hacer. Esta mujer de piedra era misteriosamente parecida, poseyendo la misma vibración de poder que Justin. ¿Debería besar a la maldita cosa? Antes de que pudiera colocar un pie sobre la repisa para subirse, Heather jadeó llamando su atención.
- ¿Qué va mal? — le preguntó, hasta que vio a un hombre extraño parado a sólo un susurro de distancia.
- Ryan — dijo Heather, emitiendo todo tipo de emociones en el nombre. Temor. Felicidad. Miedo.
El hombre la ignoró, la tormenta se arremolinó alrededor de él, y su pálida y severa mirada se deslizó sobre ____. ____ sabía que debería correr, que debería agarrar a Justin y pedirle que la protegiera, pero también sabía que no podría haber corrido aunque su vida dependiera de ello. Y eso podría ser posible. Algo frío y duro brilló en los ojos del extraño.
- Ven a mí — dijo girando la mano.
- Ryan, no lo hagas — Heather gritó la orden con una feroz determinación que nunca antes había mostrado —. Me prometiste que no lo harías.
- Te prometí que no la mataría. No dije nada de no hacerle daño. Y, después de que hago esta concesión por ti, ¿qué haces por mí? — Preguntó con amargura —. Escoges a Justin, aunque ya sabía que lo harías. ¿Qué mujer me ayudaría cuando podría ayudar a Justin? — Se enfrentó a ____ y la llamó con los dedos —. Ven.
Sí, pensó ella. Sí. Sin hacer caso de nada excepto caminar, obedeció. Fue vagamente consciente de que Heather le agarraba de la ropa, intentando pararla.
- ____, escúchame. Hace esto para destruir a Justin.
____ no podía sentir preocupación.
- Me perderás si haces esto — gritó Heather al hombre —. Me perderás.
Durante un segundo él dudó, y una expresión de pura tortura se le grabó en las líneas de la boca. Sus rasgos se endurecieron.
- ¿Realmente te tuve alguna vez? Vete con mi hermano — dijo con crueldad.
Un grito femenino rasgó a través de la casa.
Justin reaccionó inmediatamente. Cogió su arma y salió corriendo de la sala. ¿Estaría ____ herida otra vez? No, no era posible, él la había vigilado durante toda la mañana, y ahora mismo estaba en el cuarto de baño, completamente a salvo.
En ese mismo instante, una idea aterradora pasó por su mente. ¿Y si los efectos de su magia aún persistían y habían debilitado el suelo de madera del cuarto de baño?
En un destello tan poderoso como los relámpagos que surcaban el cielo encima de él, comprendió que era su madre quien lo miraba fijamente a través de unos blancos ojos de piedra. Sobresaltado y horrorizado, dejó caer el arma y se hundió de rodillas. Él no la había visto en mucho, mucho tiempo, y verla ahora así...
- ¿Qué haces? — Gritó Heather, tirando de su brazo —. Tenemos que apresurarnos.
Justin sabía que eso era obra de Ryan, ya que ningún otro hechicero podía realizar ese hechizo con tanta experiencia. ¿Cómo podía su hermano maldecir a su madre a esta vida que no era vida en absoluto? Tenía que salvarla, tenía que haber algún modo de ayudarla.
- ¿Tú me ayudaste, verdad? — le preguntó —. Fuiste tú la que me ayudó a salvar a ____. Y ahora yo te salvaré a ti. — Pero no tenía tiempo. Primero tenía que proteger a su compañera de vida.
- Date prisa, Justin. — La voz de Heather cortó sus pensamientos —. Tenemos que encontrarlos.
- Lo siento, Madre, — susurró, levantándose lentamente —. Volveré a por ti.
La garra del miedo lo golpeó, enfriando su sangre, y se maldijo por permitir que ____ se alejara de él, aunque fuera sólo un momento.
En el cuarto de baño, una oscura puerta de madera le impedía la entrada.
- ____, — gritó.
Ella no contestó.
Le dio una patada con el pie a la puerta y trozos de madera salieron volando. El pequeño espacio estaba vacío, con la ventana abierta, permitiendo a la lluvia entrar dentro. Heather atravesó precipitadamente el vestíbulo, y luego se paró bruscamente. El agua goteaba de su ropa. Ella giró a su alrededor hasta afrontarlo, con sus rasgos grabados por el pánico.
- Justin, — gritó ella —. Tienes que ayudarme. Por favor. Ven rápido.
¿_____? ¿Dónde estaba _____?
Él debía haber dicho la pregunta en voz alta porque Heather respondió rápidamente.
- La tiene Ryan. Y le hará daño si no hacemos algo.
Justin apretó su arma con todas sus fuerzas. No tenía tiempo de preguntar a Heather de qué conocía a Ryan.
- ¿Dónde está?
. Te guiaré. — Las lágrimas se deslizaban por la cara de la chica dejando un brillante rastro —. Debería haberte avisado antes, pero lo quería en mi vida. Pero él no me merece. No lo hace, — divagó ella.
Corrieron hacía el jardín, y Justin le dio la bienvenida a la lluvia. El frío lo mantendría alerta y preparado. Pero en el centro del jardín, Justin se detuvo en mitad de una zancada, congelado.

Estatua ~Justin Bieber y tú~ [TERMINADA]  By: JavieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora