Nuestro futuro.

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-¿Está todo listo?.- me pregunta Mich, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Todo listo.- respondo, contagiándome de su alegría.

Ya no queda nada, pronto ocurrirá. Mañana será el día. Mañana Mich y yo seremos, por fin, marido y mujer. Ambos estamos ansiosos, pletóricos e impacientes de que por fin la persona que queremos nos jure ese amor eterno ya establecido entre los dos, y sellar la promesa con una alianza que nos mantendrá unidos, y lo hará para siempre.

No soy capaz de expresar como me siento, la verdad. Me recuerda a la sensación que me llenó por dentro la primera vez que tuve a Mich ante mis ojos, sabiendo ya, gracias a Luzu, que lo que sentía por ella era más intenso que cualquier amistad; pero esta vez, esta vez era cien veces más intenso...

-¿Cómo te imaginas que será nuestra vida de casados?.- me pregunta Mich, todavía sonriente, tumbada en el sofá con la cabeza sobre mis rodillas, mientras que yo, sentado, la miro y enrredo mis dedos entre la seda roja de su cabello.

-Pues me imagino a mi trabajando en YouTube, a ti con tu grupo de música, tocando, componiendo, cantando como tan bien sabes hacer. Nos imagino aquí, en esta casa, con Samuel Jr., y con una hermana para él, y ambos jugarán, serán tan guapos como su madre, con la misma cabeza, tan bien amueblada, y con el salero de su padre...

 -Ah, que su madre no tiene salero...Pues como tengan el mismo sentido del humor, vamos bien. Van a recibir más collejas en el colegio...- la broma nos causa un ataque de risa a ambos, creando un fuerte escándalo.

-Claro que tu también tienes gracia mujer, más que yo...-digo, todavía entre carcajadas.- Pero algo deben tener de su padre.

-La sonrisa...- me dice, con mirada melosa, sin poder evitar dedicarla una mirada enternecida.

-Ah no...-niego.- La sonrisa de su madre, no hay sonrisa más bonita.

-Mentiroso...-responde, mirándome con intensidad.- Bueno, pues si no, pueden heredar ese don que tienes para cuidar de los tuyos...O esa capacidad que tienes para hacer felices a los que te rodean, o tu fortaleza, o tu...

-Para, para.- la interrumpo.- Me vas a sacar los colores...-ambos reimos, y después sigo narrando nuestra futura historia.- Nuestros hijos crecerán, y alcanzarán sus sueños, como sus padres, y encontrarán a alguien especial, una persona de la que se enamorarán locamente, y lucharán por ella, como nosotros les enseñaremos a hacer, como nosotros hemos hecho, hacemos, y haremos, con uñas y dientes, y conseguirán alcanzar la felicidad por la que tanto habrán luchado, aunque espero que menos de lo que nosotros hemos tenido que hacer...; y mientras nosotros, con nuestros hijos, nuestra familia, y nuestros amigos, viviremos felices, con nuestra vida soñada,  envejeceremos, juntos. Y cuando seamos unos viejitos, sentados en su mecedora en el porche, contandonos batallitas de nuestra juventud y recordando todo lo bueno y lo malo que nos hará ser quien seamos, y nos habrá hecho llegar hasta nuestra vejez, celebrando los éxitos de nuestros hijos, y de nuestros nietos, recordando aventuras con nuestra gente, y dejando que la nostalgia de los recuerdos, tanto dulces como duros, nos consuma poco a poco, sacándonos sonrisa y alguna que otra lágrima, hasta que nuestra vida se apague dulcemente...Y nos vayamos de aquí, dejando todo lo que siempre soñamos dejar, sin remordimientos, sin dejarnos nada en la lista, y nos vayamos juntos, felices, enamorados, y juntos.

Despierto de mi ensoñación, en la que la imaginación me ha hecho sumirme, y doy a parar con unos ojos azules, brillantes y emocionados, y una Mich que me mira con todo el amor que nadie jamás pudo sentir, un amor que nos caracteriza.

-Si ese es nuestro futuro, entonces firmo.- me dice, convencida, y yo sonrío de medio lado.

-No no, esperate, que firmar ya vas a firmar por ello mañana.- ambos reímos de nuevo, repletos por dentro de sensaciones que nos embriagan y nos hechizan, que no somos capaces de explicar, simplemente podemos sentirlas, y dejar que nos invadan y hagan nuestra vida plena.

De repente el timbre suena, y Mich se levanta de golpe, cogiendo su bolsa.

-Ya me han venido a buscar...- dice, con tristeza, pues ni ella se quiere ir, ni yo quiero que se vaya, pero ambos sabemos que solo es algo temporal.

-Anda, no hagas esperar a Rodri...- la digo, levantándome yo también, y acercándome a ella.- Mañana es el gran día, y ya sabes lo que dicen...

-Si, que no se puede dormir con el novio el día antes de la ceremonia...-dice, resignada.- Valiente estupidez.

-Exacto, una estupidez que, si no cumplimos, mi madre nos mata.- río levemente, mientras rodeo la cintura de Mich con mis brazos.- Mañana es nuestro día, Mich.

-Mañana es nuestro día...Te quiero.

-Te quiero.- replico, dandola un corto beso en los labios para después soltarnos de ese abrazo en el que nos habíamos unido.- Anda, debes irte.

Mich coge sus cosas, y se dirige a la puerta. Antes de salir, se gira, dedicándome una sonrisa y una mirada cargada de significados indescriptibles, y después, la que es mi futura mujer, mi comprometida, se va.

Mañana volveré a verla, y esta vez será para no separarnos jamás...

O eso creía.

2da TEMPORADA "Tras una pantalla, Tito Willy" (Willy Fanfic.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora