Prologo

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Había tocado la última campana. Se encontraba casi afuera de la puerta. Lo agarraron y se lo llevaron al camerino que estaba al lado de la escuela. Song MinGi. Im Changkyun. Seo Changbin. Cualquiera de ellos era demasiado malo. Pero los tres juntos rebasaban sus más terribles fantasías.
Lo mantuvieron de espaldas contra la pared, sujetándole los brazos. MinGi se le acercó, y jungkook pudo sentir su aliento.
-Hola, jungkook. ¿Creías que nos habíamos olvidado de ti?
El no respondió. Eso solo lo empeoraría las cosas.
-Responde cuando te hablen
-No...
-¿No que?
-No, no me he olvidado de ustedes
-Eres un perdedor, jungkook. ¿Lo sabías?
-Yo...lo sé
MinGi sonrió
-Existe un lugar para las personas como tú. Se llama el basurero. ¿Por qué te empeñas en seguir viviendo a la escuela? Sabías que siempre te íbamos a estar esperando, listo para ponerte en tu lugar al cual perteneces -se acercó y le rompió el bolsillo de su blazer , que colgó como una lengua inerte.
Por un momento, jungkook no sintió nada. Luego, algo cambio en su interior. Súbitamente, horriblemente, como nada de lo que hubiera sentido antes, una ira ciega y caliente lo asalto. Una tormenta explosiva, una furia lunática lo consumió de manera incontrolable. Se liberó de las manos que lo sujetaban, se abalanzó sobre MinGi y lo golpeó una y otra vez.
-¡Te mataré, te mataré, te mataré!
Lo lanzaron contra la pared. Se golpeó la parte posterior de su cabeza contra los baldosines y se sintió mal.
MinGi se levanto con lentitud. Se limpió la sangre de su boca.
-¡Te vas arrepentir de lo que hiciste!
La furia de jungkook había desaparecido. Ahora se sentía agradablemente anestesiado y todo le parecía finalmente claro. Iba a morir muy pronto. Realmente, ellos ya lo habían matado desde mucho tiempo atrás. Así que ya no le podían causar más daño.
-No pueden matarme -dijo- yo ya estoy muerto.
El primer golpe lo recibió arriba del corazón y no le dolió.
"No pueden hacerme daño. Yo ya estoy muerto. Muerto"
Pero luego vino el segundo golpe, a un lado de su cabeza, y después el tercero, justo en el lugar en donde había recibido el primero.
Y muy pronto comenzó a doler.
"Pero ustedes no pueden hacerme daño", pensó.
"Yo ya estoy muerto"
Le dolió aún más: sintió una propagación de dolor caliente
Y entonces, una explosión termonuclear le desvaneció la parte superior de su cabeza y comenzó a caer abajo, muy bajo. Y, misericordiosamente, murió.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2019 ⏰

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