C U A R E N T A Y C I N C O

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Skone's pov

- *¿Pasa algo, señor? -preguntó el recepcionista. Sacudí la cabeza y asentí. Debía ir a buscarla, ese chico tenía razón... Tenía que hacer algo, tenía que recuperarla.

Corrí al elevador a tomar mi chaqueta, también necesitaría un par de cosas que tenía en la habitación. Sonreí, después de todo... Simon no había resultado ser tan malo.




Elisa's pov

Salí del cuarto porque escuché silencio, al abrir mi puerta me topé con Simon mirando a la nada sentado sobre el sillón. Me senté a su lado y sin decir nada por un par de minutos disfrutamos mutuamente del silencio que nos arropaba.

Lo miré, ¿Por qué no podía quererle? ¿Por qué razón me era tan imposible querer a alguien como él?

Y sin esperarlo, se lanzó a besarme. Con sus manos me tomó por las mejillas aprisionándome. Lo seguí, lo seguí porque necesitaba intentar algo para resolver el misterio de mi confusión.

Y entre tanto lío que llevaba por dentro, lo entendí.

No me enamorada de nadie más porque no importaba cuanto tiempo pasase o cuántas personas llegasen. Yo siempre iba a amar a Chemi. Siempre iba a tener este sentimiento de culpa por haberlo dejado, por no haberlo perdonado, por no haber hecho algo para que estuviéramos bien. Siempre me arrepentiría por haberme obligado a estar lejos de él cuando lo que necesitaba era que me tuviera contra su pecho y no pasara nada más.

Me separé, dejé correr mis lágrimas y me puse de pie.

- ve a buscarlo Elisa, mereces ser feliz. Se merecen una segunda oportunidad como pareja -murmuró el rubio que, con lágrimas en los ojos, permanecía sentado. Asentí. Tomé mi chaqueta y salí sin más... Debía encontrarlo.



Narrador omnipresente

La pintoresca ciudad de Londres los cobijaba a ambos. Cada uno corriendo para llegar hasta el otro. Como si supieran que se estaban buscando mutuamente.

Sus corazones latían rápido, acelerados por los nervios de no saber que pasaría, de no saber si resultaría.

La luna brillaba más que antes, era la luna de los enamorados la que brillaba aquella noche, era el paisaje más bonito para abrir los sentimientos y sacar lo que el pecho anidaba con tanto esfuerzo.

Y ahí, en medio de todo lo que los rodeaba, se miraron. De un lado al otro y sin dejar de hacerlo, con una sonrisa que decía mucho; decía te quiero, decía te extraño, decía te necesito.

Como estaban destinados se unieron en un abrazo que juntó más que dos cuerpos, juntó dos almas, juntó dos vidas.

El español la estrecho contra su pecho, sin dejar de buscar sus labios para por fin, decirle cuánto la había extrañado. Y ella... Ella solo quería respirarlo, quería recordar aquellos momentos en que fue más feliz que nunca entre sus brazos. Aquellas mañanas en las que sus cuerpos, desnudos y abrazados, miraban por la ventana apreciando como muy a pesar del bello paisaje, lo que importaba era el amor que había entre ellos.

Él, recordó aquellas mañanas en que bastaba con sentirla en su pecho para que una sonrisa apareciera en su rostro. Porque podría haberse estado acabando el mundo, pero para él solo importaba que ella seguía con él. Que se pertenecían.

Se suele decir que nadie es dueño de nadie y es cierto, pero en ocasiones el destino une dos almas, y las hace pertenecientes la una de la otra. Por eso, a pesar de todo, se seguían amando.

Finalmente, la tomó por la mejilla y la besó. Un beso que ambos describirían como el más dulce de toda su vida. Un beso que llevaba dentro miles de palabras guardadas por orgullo. Un beso que simbolizaba la reunión de dos personas que esperaban ese momento desde el primer instante en que estuvieron separadas.

- te amo -murmuró él- te amo como nunca amé a nadie. Te amo como jamás creí que haría... Te amo con la fuerza de mi corazón completo. -la beso cortamente de nuevo- Jamás debí perderderte y jamás debí permitirme extrañarte tanto.
- Te amo demás José Miguel, jamás, en toda mi vida me sentí así por alguien. Y la otra noche... La otra noche me desvele pensando, me desvele recordando todo lo que fuimos. -le acarició las mejillas- Y aquella noche descubrí, que me habías hecho más daño del que cualquier otra persona me hizo, que te habías metido más profundo en mi mente que cualquier otra persona. Entendí, que aunque mi cerebro te odie por hacerme tanto mal, mi corazón te ama, y cariño, no hay nada que hacer contra eso... -sonrió- porque en el corazón no se manda, Chemi. Y mi corazón te pertenece desde la primera vez que reconocí que te amaba como quise amar a alguien toda mi perra vida. Desde el día en que probé tu boca y supe que sería lo mejor que probaría, desde el día en que desperté a tu lado y supe que no había un mejor lugar para despertar. Porque podía enfrentarme al puto apocalipsis si me prometían a cambio que amanecería así contigo todos lo días... -junto sus narices.
- No quiero volver a perderte, te prometo que seré lo que tú quieras, seré todo lo que te prometí un día que sería. Pero esta vez, está vez te juro que será verdad... Porque ya probé lo que es la vida sin ti... Y te juro por Dios qué es un puto infierno que no quiero vivir de nuevo -y ahí estaban, diciéndose todo lo que habían callado. Diciéndote todo lo que habían querido decirse. Recordado todos y cada uno de los minutos en los que fueron felices el uno con el otro, solo para hacer contraste con la agonía que sintieron cuando estaban separados...

Sus manos con los dedos entrelazados acompañaban a la perfección el momento exacto en el que estaban. No hacía falta nada más.

Estaban solos, estaban bajo la luna, estaban en medio de un parque que irradiaba tranquilidad, estaban abrazados, estaban felices, y lo mejor de todo, lo más importante; estaban juntos.









Lloré escribiendo esto ❣️😭 joder, es lo más romántico que he escrito.

Pᴇʀᴏ ᴍᴀɴ̃ᴀɴᴀ ~ Sᴋᴏɴᴇ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora