¿Con qué derecho has golpeado al que anoche me tomo salvajemente en mi cama y...tal vez alguna otra parte?
¿Con que derecho vienes a reclamar que él te haya abierto la puerta solo con su pantalón puesto?
¿Con que derecho vienes a reclamarme las mordidas en mi cuello y en mis brazos?
¿Con qué derecho vienes a echarme en cara las magulladuras en mis muñecas y tobillos?
Tengo suerte de que no puedas ver mi pecho y mis caderas donde ahora solo llevo marcas de dientes y dedos gruesos.
— Weón, culiao, me has sido infiel y ahora lo defendí a él.
— ¿Y qué si lo hago? Y no te he sido infiel, porque estoy más que seguro de haberte enviado un mensaje en el que te dije que ya no somos nada.
— En el que estaí completamente ebrio. Yo no lo creí, creí que estabas ebrio y nada más, siempre hací cosas raras de ebrio.
¿Por qué estas tan nervioso, Chile? Pasando tu mano desenfrenadamente por tu cabello, buscando respuestas en el piso. Yo no veo nada interesante allí, nada, más que una de las muchas botellas que lancé por la ventana, creyendo que la ventana era tu cara.
— Pues, ahora sabes que no es broma. Yo ya tengo a alguien más.
Esto lo hago más por ti que por mí, Chile. Ambos sabemos como es Rusia cuando esta enojado y aún a pesar de todo quiero verte bien. Es por eso que estoy frente de él, tomando su mano, apaciguando al monstruo tras mío para que no te caiga más fuego que el que ayer te arrojé yo.
— Alguien que me ama.
— Yo te amo.
¿Por qué tu mano sobre la mía aún me produce esas corrientes? ¿Por qué no solo te vas y me dejas solo para arreglar mis problemas y no involucrarte más? ¡Ya no soporto verte! Me causas un gran dolor, quiero lanzarme a tus brazos y besarte...pero recuerdo lo de ayer y entonces quiero golpearte. Vete Chile, porque quiero perdonarte.
— Bolivia.
— En algo tienes razón, Chile. Uno de los dos ha sido infiel —¿por qué siento asco al sentir su tacto en mi cintura? No, Rusia, no alejes su mano de la mía. Chile por favor, Chile pídeme perdón ahora que aún no es tarde. — . Pero no ha sido Bolivia, el amor de tu vida. Déjame preguntarte Chile como confundiste este bello tricolor con dos franjas celestes y una blanca.
Su mano entrando bajo mi poncho, paseando en mi espalda me produce terror. Chile, ya vete, que no podré mantener esta cara de que "no esta pasando nada" por mucho tiempo.
— ¿A qué te referís?
¡Oh! Chile, no me hagas esto. Sabes a que se refiere y lo sabes muy bien; mira tus manos, tiemblan demasiado; mira tu bellísimo rostro, por el cual bajan gotas de sudor; escucha tus palabras, nerviosas y dudibativas.
— Chile, ya no importa. Tú y yo, no somos nada. Y yo tengo a Rusia, él me organizó una fiesta ayer...
— ¡¿Y para qué te está invitando a fiestas?!
Eso es, Chile, rómpeme el corazón. Has más sencillo olvidarte y empezar a odiarte, así ya no tendré estas ganas de decirte "esta bien, mi amorcito, será para la próxima" porque es lo que te quiero decir ahora, después de besarte. Pero sus grandes manos son demasiado fuertes, estoy atrapado, Chile, sálvame.
— Era su cumpleaños, idiota.
Mira lo que has hecho, Chile. Me has obligado a abrazarlo y darle falsas esperanzas, para que así no te golpee. Aún te amo, Chile, tanto; que no puedo dejar que te lastimen, que te toquen un solo cabello.
— Lo...olvidé.
— ¡Uy! Y se notaba. Aunque dime una cosa; ¿Argentina besa bien?
Hoy, maldigo a mi memoria. Por no poder sacar de mí cabeza la manera en la que besabas con tanta pasión; unos labios, que no eran los míos; con una pasión, con la que nunca besaste los míos.
— Déjalo, ya no importa. Vete, Chile, que ya no hay nada tuyo aquí.
— ¡¿Y tu corazón?!
— Eso es mío, ahora.
Rusia, lo lamento y mucho. Pero mi corazón siempre será de él.
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El perdón. [RusiaxBolivia] [ChilexBolivia]
Fiksi Penggemar- Vuelve, maldita sea, aceptaré todo lo que me pidas, solo vuelve. - Chile, no lo haré. Yo...ahora soy feliz, como nunca llegué a serlo contigo. El chileno suelta la mano del bolivianito debido a los tirones que él proporcionaba. - ¡Con ese weón! Te...