Hear me Out

Stay

¡Y vamos con el tercer día! "Caída" era una de las palabras, y creo que muchos van a tomar esa... Así que, por más que pensaba en una versión, sentía que todas eran predecibles o que no me saldrían mejor que otras chicas. Y como otra de las palabras era "Bucear" dije "Ah, pues escribo algo de una sirena".

Se supone que iba a ser un drabble. Pero seguí escribiendo... y escribiendo...

No sean como yo niños, no (?)

Espero que les guste a todos <3

Disclaimer: Good Omens le pertenece a Neil Gaiman, Terry Pratchett y Amazon Prime.

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No tenía idea de cómo había pasado. Los recuerdos del atardecer en un momento tan tenso como este le parecían borrosos. Corría por los pasillos, pero vamos, que apenas y podía sostenerse mientras el mar agitaba como loco la embarcación. Al escuchar los gritos de Warlock, ni siquiera tuvo tiempo de ponerse los zapatos, y eso le pasaba factura, pues la helada agua del mar ya le llegaba hasta los tobillos.

– ¡Warlock! – Abrió la puerta del camarote del menor, pero no había nadie, sólo la cama desordenada, y algo de humo, al que no podía darle procedencia.

– ¡Nanny! – Su voz no estaba tan lejos. Crowley corrió al origen, y lo encontró en la proa, asustado, tratando de huir del agua.

– Warlock, ¿¡Qué sucede!? – Quiso abrazarlo, pero la violencia del océano los obligó a ambos de sostenerse del barandal.

– ¡No lo sé! ¡No podía dormir por la tormenta y de repente hubo un ruido enorme! No quería levantarme, ¡Pero cuando vi el agua...!

Crowley también estaba asustado. El agua y el frío tampoco eran sus mejores amigos, y sinceramente con la cantidad de lluvia que caía por encima de ellos, difícilmente podía saber si ya estaban cerca de algún puerto.

– ¡Te dije que esto pasaría nanny! ¡Te lo dije! ¡Nunca me escuchas! – Warlock gritaba simplemente presa del pánico, y no tenía el tiempo ni la paciencia para soportarlo. – ¡Te odio nanny!

– ¡Callado! – Ordenó, a lo que el adolescente increíblemente obedeció, mientras mordía sus labios y se aferraba al metal. – ¿¡Dónde está la tripulación!?

– ¡No lo sé! ¡Sólo vine aquí porque hay menos agua!

– ¡Iré a buscarlos! ¡Quedate aquí! ¡Buscaré qué hacer! – Corrió de vuelta a la parte trasera del barco, los pasillos estaban llenos de humo.

No entendía cómo podía haber tanta lluvia y aún así el fuego no apagarse. Ambas cosas se combinaban lo suficiente para que su vista se nublara y apenas y pudiera caminar. Se cubrió con el antebrazo, tratando de no toser, pero eso le costó perder el equilibrio entre el agua y caer de sentón.

– Uhg, mierda... – Se quejó por el golpe, pero se levantó otra vez con dificultad. Avanzó con más cuidado, tratando de encontrar antes que nada el origen del fuego, y cuánto había avanzado como para que el barco se hubiera afectado así.

Llegó a la puerta del área de servicio, en la parte trasera del barco, y ahí vio como las llamas cubrían la mayoría de la cocina, mientras el capitán y el cocinero hacían todo lo posible por tratar de apagarlo.

– ¿¡Qué pasó aquí!? – Gritó, ya no sabía si más molesto o más aterrado. Tantos sonidos, tanto desastre, y agh, ¡Con lo que odiaba la lluvia!