Nothing left to fear (JUNHWAN - ONE SHOT-)

Nothing left to fear

Las luces del escenario comenzaban a perderse detrás suyo, el gran sonido de las eufóricas exclamaciones disminuía al mismo tiempo que caminaba. Siguiendo con su camino hasta aquel lugar para descansar, bajó las escaleras y corrió hasta una de las sillas al fondo, procurando que nadie más se sentara primero.

Vió cómo los demás entraban unos segundos después, riendo y hablando de algo a lo que no prestó mucha atención.

Luego lo vió a él.

Se sentaba en el último escalón, aún corrían gotas de sudor por su rostro y acomodaba los pequeños mechones de cabello que cubrían parte de su rostro. Parecía divertido con lo que decían los chicos. Tenía esa sonrisa, esa hermosa sonrisa.

Había perdido la cuenta de las veces en las que se había perdido observándolo, tal parecía ser ésta la ocasión, puesto que segundos después se dió cuenta de que el chico ahora lo observaba.

Su expresión no había cambiado mucho, lo miraba divertido, sin duda alguna se había dado cuenta de su pequeña indiscreción. Le correspondió con una sonrisa para después levantarse de aquel lugar y abrirse camino hacia él.

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Se encontraba acostado en su cama, revisaba algunas cosas en su celular cuando escuchó unos ligeros golpes en su puerta, se puso de pie y se dirigió a esta. Al abrirla se encontró con el mayor quien iba en pijama.

-Jinhwan, pensé que ya estarías durmiendo – dijo extrañado

-Oh, bueno... es que... no puedo dormir – se encogió de hombros – y estar solo en la habitación es muy aburrido

-Lo sé - soltó una risita – creo que fue mala idea que nos pusieran en diferentes cuartos - se movió a un lado para que pasara

-A los demás pareció no importarles, creo que todos están dormidos – dijo mientras caminaba al interior

-Tal vez es porque están muy cansados

-Todos lo estamos, pero creo que necesitaba hablar con alguien - sonrió

-Bueno, pues puedes quedarte el tiempo que quieras – dijo con una sonrisa

Se acomodó de nuevo en la cama, sentándose en ésta, indicándole al otro que lo acompañara.

- ¿Qué hacías antes de que llegara? - se sentó a su lado

-Sólo revisaba unas cosas... - colocó su celular a un lado - ¿Quieres hacer algo?

- ¿Vemos una película?

-Por supuesto - sonrió - ¿Qué género te gustaría? - dijo mientras buscaba entre la lista

-Lo que sea está bien – lo pensó unos segundos – pero ni se te ocurra poner terror

-No tenía planeado hacerlo - rió - ¿Qué tal esta? - dijo mostrándole una de romance

-Está bien – dijo mientras se acomodaba mejor

Puso la película e imitó al otro, recostándose mejor y apoyando su cabeza sobre una de sus manos.

Pasaron varios minutos, lo único que se escuchaba en la habitación eran las voces de los actores y algunas risitas que salían de ellos.

Volteó ligeramente hacia el mayor. Estaba concentrado en la pantalla, con una tierna expresión miraba lo que ocurría y no se percataba de su mirada.

No entendía cómo aquel chico podía ser tan lindo, cada segundo que pasaba mirándolo, se convencía de que era simplemente perfecto.

Sabía muy bien que, a causa de sus indiscreciones, el chico podía darse cuenta en cualquier momento de sus sentimientos hacia él, y eso le preocupaba demasiado. Tenían una buena relación, pero sentía que el otro lo había visto siempre como un amigo, y sólo eso. Tal vez ni siquiera existiría la pequeña posibilidad de que le correspondiera, llevaba ocultándolo por bastante tiempo y aún no sabía cómo decirle que le gustaba.