Capítulo 8

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     Susurros zumbaban por sus oídos.

     Un nombre saliendo de una voz femenina que se le hacía familiar y a la vez desconocía.

     Sombras y penumbras. James no lograba ver nada.

     Un enorme campo de flores amarillas parecidas al sol.

     Girasoles.

     Risas de una dulce voz. La sonrisa de Nova era hermosa cuando se volvía sobre su hombro para verle. Su radiante cabello castaño bailaba al suave compás de la brisa de aquel valle de girasoles. Le quedaba mucho mejor que el rosado.

     Dolor.

     Más cegera.

     Un hombre que le era familiar.

     James se encontraba ahora en el suelo con el cuerpo adolorido, no podía levantarse. Sangre discurría de sus fosas nasales y de la comisura de su boca. Su cuerpo temblaba por la adrenalina y el dolor por los golpes que le habían dado.

     —Es hora de comenzar desde cero —retumbaba aquella voz masculina en susurros dentro de su cabeza.

     James jadeaba de agonía, su cuerpo le ardía del dolor. Se tumba al suelo sobre su espalda, observaba al hombre que se parecía a él. Ese de unos ojos verdosos llameantes, oscurecidos por la maldad. James estaba muy aturtido para reconocerle.

     —Hermano.

     Concluye el hombre de las sombras.

     La negrura regresaba para cegarle la vista.

     Otra vez se repetía el mismo sueño...

• • •

     —Toma.

     Suelta Anne entregándole un vaso grande de café capuchino a Nova mientras cerraba la puerta de la patrulla al momento de subirse a ella. Nova coge el vaso haciendo una mueca por el ardor que este le dio al tener contacto con sus dedos.

     —¡Está muy caliente! —se queja por lo bajo alejando el vaso con tapa de sus piernas.

     —Lo siento, no había capuchino frío en Sweet Coffee —dice con sarcasmo mientras ponía en marca la patrulla a un paso moderado.

     El día había empezado algo movido durante la mañana. Anne invitando a Nova para dar una vuelta por la ciudad futurista, le agradeció por haberle enseñado ciertas cosas a la hora de patrullar por Utopía.

     Como policías utopianos, debían recorrer la ciudad y mantener el orden. También en ayudar en lo que pudieran a los ciudadanos que necesitaran de alguna urgencia. Desde ancianos a cruzar la calle, como a dar direcciones y, de vez en cuando, a encontrar los padres de algún pequeño travieso extraviado en los grandes centros comerciales de Utopía. Los policías no sólo eran los guardianes de la gran Villa Perfecta, sino también solidarios con las personas que la habitan.

     Anne cruzaba una avenida para dirigirse a la comisaría. Ella y Nova habían caminado lo suficiente en el corazón de la ciudad: el Gran Utopiam Center, la enorme plaza de la ciudad futurista, justo enfrente del rascacielo más alto de Utopía.

     —Entonces —comentó Nova centrada en aquella fotografía viviente en su cerebro del imponente edificio— ese era el edificio central del CCU.

     —Así es —afirma la mujer policía sin quitar la vista de la vía—. El Gran Utopiam es la sede principal del Consejo Científico Universal. La torre más alta. Allí se encuentran los miembros más importantes de la organización.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2021 ⏰

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