Pianno carbonizzato

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Se me ha metido una canción
en el pecho
que me oprime y me roba
el aire.

Un lejano piano suena
y mi corazón se estremece,
se agita y llora escondido.

Una banda sonora oxidada y
corrupta, llena de mentiras.
Una melodía ilusoria.

Al despertar de esta alucinación
me vi a mí, sola, tocando esta canción
para dos:
un yo enamorado y otro yo engañado.

Ahora las teclas de aquel piano
me araña las entrañas.

Ahora sus notas musicales
me recuerdan que las quimeras
son tan peligrosas que te arrastran
sin darte ni cuenta.

Y ahora, en estos aparentes silencios,
sigo oyendo aquella banda sonora
de una estafa enamorada.

Así, he aprendido a escuchar
el sonido que hace mi roto corazón
cuando intenta bailar.

Dolores que estallan en mil pedazos
Reprimiendo las ganas de llorar
Misma canción, diferente emoción
Fatídico corazón engañado por amor
Solo el azufre y el humo reconforta
La angustia que envenena mis venas
Sin reparo, quemo este maldito piano.
Donde quiera que estés, maldito traidor,
Reescribo este poema para ti
Mi corazón fue tuyo y tú solo me diste
Falsos besos envenenados de caos
Sola en ese infierno creí que eran amor
Las palabras huecas que me dedicabas
Sin embargo, tu traición me enseñó a
Dominar el caos.

Se me abrasa el cuerpo carbonizado
por aquellas notas musicales ardiendo,
las piso y sigo mi camino,
haciéndome grande por cada paso
hacia mi misma,
cada paso suena más fuerte
que el anterior,
como una estampida de leones
que surgen del mismo Hades, hambrientos de vitalidad
y llenos de fuerza

para crear así,
mi propia obra maestra.

El declive de la metamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora