Abelia se incorporó sobre su almohada. No podía dormir. Miró hacia el reloj de pared azul, que se encontraba al frente de la cama, encima de la puerta.
Las agujas marcaban las "2:37".
Abelia giró sobre su cama, hasta llegar al cuerpo rígido de Elliot.
-Elliot, ¿Estás durmiendo? -murmuró ella, poniendo su mano encima de la espalda de su amigo.
Éste volcó lentamente, desenvolviéndose de la sabana que lo tenía cubierto hasta el final de sus piernas.
-¿Huh? ¿Qué sucede? -preguntó él, todavía adormilado.
-¿Te desperté?
-Sí.
Abelia prendió la lámpara de mesa que había a su lado y se acomodó sobre el brazo de Elliot.
-No puedo dejar que Luke muera -dijo ella en un tono casi inaudible.
Elliot se acomodó de forma que podía verla a los ojos.
-No sé por qué -continuó Abelia-, pero le creo.
Él puso los ojos en blanco y no contestó.
-No he podido dormir. Así que ideé un plan.
-Espera. Alto ahí -interrumpió Elliot-. No haremos nada. Nada de planes suicidas, Abey. Es muy peligroso.
Ella se separó de él como si la hubieran empujado.
-Elliot... -protestó, con las cejas unidas y formando un puchero con sus labios.
Él alzó sus brazos en el aire.
-No me vengas con tus caritas de cachorrito herido -añadió rápidamente-. No. Ya dije que no.
Ella se separó todavía más y lo fulminó con la mirada.
-¡No puedes negarte a ayudarme, él te salvó la vida! -se quejó.
-Abey, sólo quiero protegerte -dijo él, con los ojos cerrados y volviendo a caer en sueño.
-Lo haré contigo o sin ti -contestó ella con rabia y desafiante, quitándose bruscamente el edredón rosa que tenía encima y poniéndose de pie.
Elliot abrió los ojos al escuchar el sonido de Abelia colocándose los zapatos.
Él se levantó de la cama de un salto.
-No es justo -respondió Elliot.
Abelia lo ignoró y se colocó su cazadora.
-Él es peligroso -insistió- O... -la miró con cierta sospecha- ¿Acaso te gusta? ¿Por qué lo haces?
Abelia se congeló y dio media vuelta, hasta que su mirada conectó con la de Elliot.
-Él me salvó la vida una vez -replicó-. Le debo el favor, si no fuera por él, estuviera muerta y posiblemente tú también.
Elliot clavó sus ojos en los de ella.
-¿Sólo por eso? ¿Tan a pecho te lo tomaste?
-Sólo por eso -afirmó Abelia, mientras abría la puerta de su dormitorio.
Elliot recuperando compostura se acercó a ella.
-Espera -pidió, buscando su cazadora-. Te acompañaré.
***
Los pasillos eran oscuros. Las alfombras rojas que estaban alrededor de ellos estaban empolvadas.
Sin quererlo, Abelia pensó en James Callister. De vivir él aún, las alfombras estarían desempolvadas y la chimenea encendida, proyectando calor.
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In the Darkness (Español)
FantasySinopsis: Abelia Callister es un ángel de dieciséis con un pasado marcado. Como todo ángel, ha jurado proteger a los mortales contra las amenazas de los demonios y submundos, poniendo constantemente su vida en riesgo. En eso se resume su vida. Y seg...