—Acabamos de recibir un vídeo en el que se puede ver a dos hombres intentando robar el banco de [–]. Al parecer ninguno de los sujetos lleva armas, la policía está en camino [...]. —un niño y su madre observaban las noticias en una televisión. El niño alzó una cuchara llena de sopa y se la llevó a la boca.
—Últimamente han habido muchos robos. Espero que eso no ocurra en nuestra casa... —dijo la madre mirando la puerta de entrada de la casa.
—Tranquila, mamá, ¡yo espantaré al ladrón con mi súper rugido! —seguidamente el niño hizo un rugido y sonrió.
—Ay, mi pequeño, tan valiente como siempre. —la madre dejó soltar una carcajada y siguió viendo la televisión.
[...]
—Mierda... ¡Joder! ¡Date prisa! —decía alterado uno de los hombres antes mencionados en la televisión.
—¡Voy lo más rápido que puedo! ¡No me metas presión! —dijo el otro hombre mientras intentaba averiguar la combinación de una caja fuerte.
De repente se empezaron a escuchar ruidos que provenían de la entrada principal del banco. El hombre que estaba esperando a que el otro abriera la caja fuerte salió corriendo cuando escuchó un fuerte golpe que indicaba que la puerta había sido derribada.
—¡Sí! ¡Ya está! —dijo orgulloso el hombre que había logrado abrir la caja fuerte.
Detrás de él, unos policías corrieron hacia él y le esposaron.
—¿¡Qué!? —asustado, giró la cabeza para encontrarse cinco policías acorralándole para que no pudiera escapar. —Sean... Tú... ¡Pequeño trozo de mierda! ¡Cobarde! ¡Huyes y me dejas solo aquí! —dijo furioso mientras daba un fuerte pisotón al suelo.
—¡Silencio! —le advirtió uno de los policías y acto seguido le llevó a un coche que estaba parado en frente del banco. —Agacha la cabeza y sientate, quietecito. —volvió a advertirle.
[...]
Unos minutos después estaba frente a un policía respondiendo las preguntas que este le hacía.
—¿Edad? —preguntó el policía.
—Veintitres. —contestó él.
—Nombre y apellidos. —siguió preguntando el policía.
—Kyle Miller. —respondió.
Pasados veinte minutos, Kyle ya se encontraba en su celda, sentado al borde de la cama.
—Wow, wow, wow, otro nuevo, que divertido. —dijo un guardia de seguridad que miraba a Kyle.
—¿Qué es lo que tiene de divertido exactamente? —Preguntó Kyle que estaba mirando al suelo.
—¡Ahora tendré a alguien más con el que pasar el rato! —dijo alegre el guardia.
—¿No se supone que debes estar vigilando las otras celdas en vez de estar hablando con uno de los presos? —
—Haces muchas preguntas, ¿no crees? —
—Ni siquiera– —no le dio tiempo a acabar la frase cuando giró la cabeza y vio que ese guardia parecía no tener más de 18 años.
—¿Y bien? ¡Sigue! —exclamó el guardia.
—Tú... Eres demasiado pequeño como para trabajar aquí, ¿acaso te hicieron un hueco solo por tu cara bonita? —dijo Kyle con un tono de molestia e inquietud.
—¿Cara bonita? ¡Me alagas! —rió levemente. —Pero te equivocas, no soy pequeño, solo tengo poca estatura. —dijo sonriendo.
—Ja, como si eso se lo fuera a tragar alguien. —
—¿No me crees? Tengo veinticinco años, ¡es la verdad? —
—Niño, vete antes de que algún policía te encuentre. —
—Hm... —Suspiró al escuchar aquello y giró la cabeza para observar a otro guardia que pasaba por allí. —¡Jack! —gritó.
Aquel guardia, al escuchar el grito, fue a ver que pasaba.
—¿Jake? ¿Qué ocurre? —
—¡Dile que tengo veinticinco años! ¡No me cree! —Jake, como lo había llamado el otro guardia, señaló a Kyle, el cual observaba toda la escena.
—Cielos, Jake, ¿qué haces hablando con los presos? Ve a vigilar a los otros si no quieres meterte en problemas con el jefe. —una vez dicho esto, el guardia se retiró y siguió vigilando.
—Ese Jack... ¡Siempre me manda! "Haz esto", " haz lo otro". ¡No hay quien lo soporte! —dijo enfadado Jake y giró la cabeza nuevamente para mirar a Kyle. —Bueno, al menos ahora me crees, ¿no? —
—Ah... Sí, supongo. —afirmó Kyle sin darle mucha importancia.
—¡Bien! —rió levemente. —¡Nos vemos! —Jake dio media vuelta y se fue a vigilar a los otros presos.
—«¿De que iba ese niño? Pronto acabarán despidiéndole.» —Pensó Kyle mientras se acomodaba en la cama para luego cerrar los ojos y dormirse.
[...]
La noche pasó y se hicieron las siete menos cinco de la mañana. A las ocho en punto se empezó a escuchar por toda la cárcel un ruido estridente que simulaba una alarma. Esta prosiguió sonando tres minutos más consiguiendo despertar a todos y cada uno de los presos.
—¿Qué?... —Kyle se levantó aún adormecido y se dirigió a la puerta de la celda, donde le esperaba un guardia con una bandeja con comida.
—Tienes 45 minutos para comer, luego te quitarán la bandeja. —el guardia dejó la bandeja en el suelo y se fue.
—«Genial...» —Pensó Kyle.
Seguidamente tomó la bandeja y la llevó a la cama. Se sentó y comenzó a comer.
—¿Pan, mantequilla y jamón? Wow, la comida de este sitio apesta. —dijo Jake que estaba apoyado en las rejas, observando como comía Kyle.
Kyle terminó de tragar un trozo de pan. —¿otra vez tú? —dijo para luego volver a darle un bocado al pan.
—¿Te molesto? —sonrió. —Bueno, en verdad me da igual. —Lanzó una barrita energética que llegó a los pies de Kyle. —Eso ayudará a que aguantes un poco más hasta la hora de la comida. —dijo Jake mientras seguía observando a Kyle.
—¿Por qué me das esto? ¿No se supone que los policías no pueden ayudar a los ladrones? —dijo Kyle.
—¿Que por qué te lo doy? Pues porque me agradas. —sonrió de nuevo.
Kyle siguió comiendo sin darle importancia.
—¡Oye, tú! —exclamó Jake.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó Kyle un poco molesto.
—Vas a estar siete años aquí. Lo sabes, ¿no? —respondió Jake.
—Sí, lo sé. —dijo Kyle con un tono frío.
—Bueno... Si no quieres pasarte siete años de tu vida ahí metido te sugiero que abras esa barrita. —
—¿Acaso esta varita tiene poderes mágicos que me ayudarán a salir de esta cárcel? —dijo Kyle en un tono sarcástico.
Jake se rió levemente. —jajaja, no. Pero sin duda te gustará. —dijo mientras se marchaba.
—«¿Qué demonios? ¿Como se supone que una barrita me puede ayudar a salir de aquí? De verdad, ese niño está mal de la cabeza.» —Pensó Kyle.
Acto seguido, abrió el envoltorio de la barrita y se encontró con que no había una barrita, sino una nota pegada en un rectángulo de madera.
ESTÁS LEYENDO
"Hide and Seek"
Mystery / ThrillerUna secuencia de sucesos llevó a Kyle hasta la cárcel. Se supone que tendría que haber estado en rejas por 7 años pero un policía le ofreció jugar al juego del escondite. Si ganaba él, sería libre. En cambio, si el policía ganaba, Kyle recibiría un...