ANBU

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Habían pasado unos meses desde que Obito había despertado del coma, le habían puesto su prótesis y con la rehabilitación había logrado usarla casi como un brazo normal.

-¿Qué pasa Kakashi?- Me preguntó el Tercero al ver que no me había ido.

-Hokage-sama, quería pedirle un favor.- Mi voz se atenuaba un poco debido a la máscara de ANBU. Mantenía la mirada en el piso, y una de mis rodillas anclada al suelo.

-Dime.-

-Se que ya me dió unas vacaciones de ANBU hace unos meses, pero quería pedirle un poco más de tiempo.-

-Esto tiene que ver con Obito, ¿cierto?-

-Sí. - Lo darían de alta en un par de días, y podría entrenar. Yo había prometido entrenar con él y fortalecer el sharingan juntos.

-Bien, termina esta misión y asignaré a otro líder en tu grupo, tendrás un mes para entrenar con el Mangekyou Sharingan.- Levanté la cabeza para mirarlo, me había sorprendido que lo supiera. - Sí, lo sé desde que murió Rin. Ten cuidado Kakashi, no cuentas con la misma cantidad de chakra que un Uchiha, no te excedas o terminarás muerto.- Asentí, y volví a bajar la vista. -Lo siguiente que te voy a decir sólo lo sabemos los altos mandos, Obito y ahora tú, y así se tiene que mantener.-

-Sí, señor.-

-Hemos usado células de Hashirama de los experimentos de Orochimaru para reconstruir parte de los órganos dañados de Obito, eso hará que no pierda la visión y pueda usar el Sharingan sin riesgo a quedarse ciego. Entrenen duro, su poder los hará muy fuertes a ambos. Rompe filas.-

-Sí, señor.- Me fui a toda velocidad a reunirme con mi equipo de ANBU. Estaban esperándome en el bosque.

-Sempai, ¿estás bien? No es normal en ti que te quedes atrás.- Dijo Tenzou.

-Deja de decirme sempai. - Sólo se encogió de hombros.

-Bien, nuestro objetivo está a 4 horas de camino, los observaremos un poco antes de atacar. Recuerden que buscamos prisioneros para obtener información, así que no se excedan. -

-¡Hai!- Contestaron todos.

-Vamos.- Me lancé a la rama que tenía más cerca y comencé a correr a toda velocidad con mi equipo detrás de mí.

Estábamos a unos 500 metros de nuestro objetivo. Habían puesto trampas y había comenzado a llover. Teníamos el viento en contra lo que nos daba ventaja. Nos acercamos sigilosamente, esquivando las trampas con cuidado.

Levanté el brazo izquierdo sosteniendo un kunai. Tres shurikens chocaron con éste. Antes siquiera de que pudiera responder el ataque, Tenzou, quien se había quedado un poco atrás observando el desarrollo de la situación, ya lo había envuelto en madera. Ser el único usuario de Moukton le daba una enorme ventaja. El sonido de la lluvia y el viento nos hicieron el favor de mantenernos en cubierto, parecía que los otros no se habían percatado de nuestra presencia.

Hicimos formación en C cuidando no quedar a favor del viento, y nos lanzamos al ataque, el objetivo eran jounins desertores de Kirigakure, dos de ellos eran usuarios de suiton. Me planté frente a uno, y copié sus movimientos.

-¿¡Qué haces!?- Ataqué usando el mismo ataque que él. Lo esquivó fácilmente, pero sus movimientos no eran iguales a los de hacía unos momentos, sonreí, aunque él no pudo verlo. Tenía miedo, esa batalla era mía. Comenzó a hacer otro jutsu, y de la misma manera comencé a copiarlo. Se detuvo. Abrió mucho los ojos.

-Ka-Kakashi del Sharingan, el ninja que copia.- dijo con voz temblorosa, cada vez me reconocían más. Me quité la máscara sólo un poco, y durante un segundo, para mostrarle el regalo que me dio Obito. -¡Retirada, vámonos!- Les gritó a sus compañeros, sin darse cuenta que sólo quedaba él.

-¡Chidori!- Sentía la electricidad combinada con mi chakra en la palma de mi mano como un fuerte cosquilleo, el sonido y un destello de luz, fue lo ultimo que vió ese día. Tuve cuidado de no darle en un punto vital, pero sí en incapacitarlo. La misión había sido un éxito.

Regresamos a Konoha, nos encontramos con Ibiki Morino e Inoichi Yamanaka, les entregamos a los prisioneros, ellos sabían que hacer con ellos.

Fui a entregarle el reporte al Hokage.

-Bien hecho Kakashi. Eres libre de tus deberes de ANBU durante un mes a partir de hoy. -Me quité la máscara. -Trabajarás como jounin, pero te pondré en misiones a las que pueda asistir Obito, me interesa saber como funciona el Mangekyou Sharingan al estar juntos ambos ojos.-

-Sí, señor.-

-Puedes retirarte.-

Me fui directo al hospital. Obito estaba en el área de rehabilitación, tenía una pesa de tamaño considerable en su mano prostética. Estaba rojo por el esfuerzo y tenía una de las paletas que Gai le había regalado en la boca.
Terminó sus repeticiones y levantó la vista.

-Hola Kakashi.- Levanté la mano a modo de saludo. -Ya solo me faltan 20 repeticiones.-

Terminó sus ejercicios, Tsunade-hime estaba feliz con su progreso, había regresado a Konoha por unos días, y tuvo oportunidad de evaluar a Obito. Decía que de seguir así, tal vez podría realizar misiones rango A sin mayor problema.

Salimos del hospital, fuimos a comer unos dangos, nos encontramos con Gai, Asuma y Kurenai ahí. Conversamos animadamente un rato, Asuma y Kurenai se fueron juntos y Gai se fue en dirección opuesta, dejandonos solos a Obito y a mí. Era tarde y no tardarían en cerrar.

-Obito, tengo permiso del Tercero durante un mes para entrenar contigo. Tenemos que sacarle el mayor provecho al Mangekyou Sharingan. Tengo que entrenar lo suficiente para que no me quede sin chakra con una vez que lo utilice.- Dije.

-Genial, de hecho hay algo que se que puede hacer.-

-¿En serio?-

-Sí, vamos, intenta golpearme.- Dijo entusiasmado.

-¿Qué?

-Que me golpees, vamos.

-No haré tal cosa.

-Te apuesto un ramen de Ichiraku a que no me tocas.- Dijo seguro. Yo lo miraba escéptico, pero acepté la apuesta. Le lancé un puñetazo directo a la cara, pero mi mano lo atravesó.

-¿Cómo es posible?- Te di directo en la nariz. Obito rió.

-Te dije que no me tocarías, ahora me debes un ramen.- siguió riendo.

カカシ と おびとDonde viven las historias. Descúbrelo ahora