Luego de que Sabrina, la integrante mas joven del clan les había informado a sus padres los hechos, estos convocaron a una reunión exclusiva en la iglesia a puertas cerradas.
Allí llegaron las personas mas importantes de la ciudad que integraban la secta, entre ellos, Abraham Amber gran empresario petrolero, los hermanos Gasparutti y a la cabeza, el padre Carlos III.
—Supuse que lo tenías todo controlado Taner, a estas horas ese error de la naturaleza ya debería estar desterrado de este mundo —exclamó Dorian, el mas joven de los Gasparutti.
—Tu linaje lo ha perseguido por siglos y aún sigue caminando entre nosotros. Deberías saber que no es una tarea fácil. —Respondió—
—Que hay del resto? —preguntó Abraham
—Silencio hijos míos, debemos ir paso a paso, con cautela, con astucia y sobretodo, con mas precaución que nunca —dijo el padre y continuó:
—Sabemos que está aqui, viene a buscar algo que le ha sido arrebatado hace mucho tiempo, y eso hijos míos, es nuestra única garantía. No es necesario buscarlo, el vendrá hacia nosotros y cuando eso suceda debemos estar mas preparados que nunca.
Carlos III no era un padre tradicional, no optaba al celibato como opción de vida y aunque tenía familia, nunca se casó legalmente. Aún así era muy respetado y gozaba de mucho prestigio en la ciudad.
Mientras tanto Gordon seguía revisando las cámaras de la ciudad, tenía la esperanza de encontrar alguna pista que sea de suma importancia para localizarlo y así cerrar una etapa de su vida que tanto dolor le causó. Recordaba la noche en que asesinaron a su familia y sobretodo, recordaba el rostro de quién estuvo ahí.
Luego de que finalice la reunión, el padre Carlos se dirigió a su domicilio en un barrio privado de la ciudad. Era tarde, por lo que supuso que su esposa e hijos dormían, asi que al entrar intento ser lo mas cauteloso posible.
Ingresó a la casa y se dirigió hacia la cocina cuando de repente, tuvo la nítida sensación de una presencia en la sala.
El aire se puso frío, volteó hacia el salón y efectivamente observó a una entidad sentada en su sillón en medio de la oscuridad, mirándolo fijamente. Intentó concentrarse por un momento y preguntó:
—Quien eres?
—Soy yo padre, el mas antiguo de los caídos —Respondió—
El padre Carlos cerró los ojos y sin perder más tiempo entabló una oración:
"Sal, rebelde. Sal, seductor, lleno de artimañas y mentiras, enemigo de la virtud, perseguidor de los inocentes. Deja este lugar para Cristo, en quien no hay ninguna de tus obras".
—Oh padre por favor, con esas palabras solo logrará matarme.. del aburrimiento. Descuide, no vine a hacerle daño ni mucho menos, solo quiero charlar.
Por cierto noté que no tiene café en la casa, eso querido amigo, es un pecado muy difícil de perdonar —bromeó mientras cruzaba las piernas.
Pero el padre continuó:
—"Vete demonio, llevate a tus hijos contigo al inframundo, que es donde deben estar. Respeta la voluntad de dios, largo de aquí"
—A ver y dígame, de ser así, que haría usted sin mi? De que valdría tu iglesia, tus seguidores del que tanto te aprovechas, si no hay nada ni nadie de quién defenderlos? Piensa, si no existiese un "mal" que aceche la tierra, valdría la pena la existencia de ustedes?
Vamos, no seas necio, comparte una pequeña charla conmigo luego me iré por donde vine.
El padre petrificado por la situación, tomo fuerzas y expresó:
—Calumniador, Que quieres de mi?
—Eso es, vayamos al grano de una vez. Recuerda que estoy en todas partes y en ningún lado, por lo que estoy al tanto de sus intereses.
Mis hijos son una anomalía que no debió haber ocurrido bla bla bla. Lo cierto es que debido a mi naturaleza no pienso entrometerme, no seré mas que un humilde espectador. Eso si padre, recuerda que yo estuve aqui mucho antes de la existencia del ser humano, y lo estaré cuando todos ustedes se extingan.
Bebió un vaso de agua que estaba en el escritorio, caminó hacia la ventana y mientras observaba la luna llena continuó:
—Usted es una persona exitosa, nacida en una familia rica. Tienes una esposa atractiva e inteligente y tres hijos adorables, pero has llegado a un punto en que ya nada puede estimularte. Tu vida se ha tornado aburrida e insignificante. Y yo estoy aqui para cambiar eso, a darle una razón para luchar, al fin y al cabo estoy parado frente a usted, no? en fin vine a desearle mucha suerte, la necesitará. Como verá mi única intención es que brinden un buen espectáculo nada más, ya se lo dije antes mi posición no será mas que la de un espectador. Soy un humanista padre, quizás el ultimo que existe. —finalizó—Apoyó el vaso en la mesa y se sentó nuevamente.
—Oh criatura celestial, principal adversario de la cruz, no puedes engañarme
Pero de repente todas las luces de la sala se encendieron, era su esposa que logró escuchar a su marido
—Cariño, que sucede? con quien estas hablando? —preguntó—
El padre notó que ya no habia nadie mas en la sala, a excepción de el y su esposa y abrumado por la situación e intentando mantener la calma del hogar respondió:
—Con nadie Margaret, vuelve a la cama iré en un momento.
Fue a la cocina por un vaso de agua, tomó una pastilla y se dirigió a su dormitorio.
La casa nuevamente se sentía tranquila y en armonía, sus hijos dormían placidamente al igual que su esposa que en cuestión de minutos descansaba a su lado, mientras que él, con la mirada fijada al techo no dejaba de pensar en lo sucedido.
Esa noche el padre Carlos III no pudo pegar un ojo.
