¿Podemos dormir juntos?

Capítulo único

Hay estaba el... El chico que cambió mi vida totalmente, el que me mostró un rayo de luz en mitad de una oscuridad total, el que me enseñó que es bueno equivocarse desde que aprendas de tus errores, que debes seguir adelante con tu vida, el que me tendió la mano cuando el resto de personas solo se alejaban o evitaban el tema, el que solo quiere ayudar a los demás así se este muriendo por dentro, el que siempre escondía sus lágrimas tras una sonrisa, ya que siempre qué le preguntan el como estaba siempre responderia con tu típico "estoy bien, no debes preocuparte" ¿como no preocuparme por ti?, tu solo te preocupas por los demás, ¿Quien se preocuparía por ti?, Por saber que estás bien, por saber que no estás herido, por saber que no te estás guardando todos tus problemas solo para no involucrar a los demás, por saber que te sientes solo, yo solo quería ser esa persona que se preocupara por ti, pero...

Todo se me salió de las manos rápidamente.

El primer momento en el que empezamos nuestra "aventura" juntos, los dos estabamos de acuerdo en que nunca nos llevaríamos bien, que siempre seríamos polos opuestos, pero ese dicho si que era cierto... Porque en el momento menos pensado recordé "polos opuestos se atraen" porque este corazón que se supone que estaba muerto, empezó a palpitar nuevamente cuando empezó a ver tu sonrisa cuando hacíamos algo juntos, cuando me llamabas compañero, cuando me extendiste tu mano para sacarme del infierno de la culpa... Cuando TÚ te volviste el centro de mi universo.

Todo esto parecía el lugar perfecto en el que cualquier persona quisiera estar, no todos pueden vivir con esa persona importante, esa persona por la que son capaces de cometer locuras, de escapar de casa solo para verse porque se extrañan, tener salidas juntos cogidos de la mano y que cuando estén caminando con esa persona, las demás digan que parecen una pareja muy unida, para mi, esa persona era Mahiru, la persona a la que quería arrebatarle sonrisas, la persona que me encanta ver sonrojada, o cuando hace sus pucheros, cuando sus ojos tienen ese brillo... Simplemente son encantadores, pero... En este caso... Ellos no eran los que brillaban, lo que brillaban eran sus lágrimas cayendo por sus mejillas.

Estaba mirando a Mahiru en mi forma de gato desde la puerta de la habitación, estaba llorando en silencio, la luz estaba apagada, solo entraba un poco de luz lunar, la cuál hacia que las lágrimas de Mahiru brillarán y fueran notorias, no tuve que dejarlo solo en ese lugar.

Estábamos en una clase de reunión en la mansión de Misono, estabamos con los demás servamp y sus Eve, y si, también estaba Tsubaki aún no a dejado su odio por Mahiru ni por mi, pero trataba de disimularlo, lo que hacía muy mal.

Mientras estaba hablando con Lawless de una cosa me di cuenta de que Mahiru se estaba alejando, gracias a que estaba jalando la cadena inconcientemente. Pero había otra cosa de la que no me fijé, Tsubaki tampoco estaba. Decidí quedarme para seguir hablando con Lawless hasta que llegó Belkia a interrumpirnos, y fue cuando me di cuenta que debía ir a buscarlo, pero cuando llegué, era tarde. Me encontré frente a frente con Mahiru, de sus hermosos ojos habían lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento.

- Mahiru... ¿Que te paso? ¿Estás bien? - Que tonto fui al preguntar eso, aún sabiendo cuál sería la respuesta.

- Estoy bien... No te preocupes - Dijo mientras bajaba su mirada - Quiero ir a casa... ¿Podemos?

Yo solo asentí, ¿Porque no te das cuenta de que me preocupo por ti porque eres lo más importante de mi vida?, dejé de que Mahiru se despidiera de Misono, me di cuenta que se disculpó así que decidí ir a la parte de las bebidas y fue cuando me encontré con Tsubaki, estaba sonriendo, más de lo normal, el le hizo algo a Mahiru, por eso no estaba en ese momento.

- Oye... Sleppy Ash - Dijo mientras se acercaba a mí con una bebida

- ¿Que quieres Tsubaki? - Respondí fríamente