RUDE

Capítulo cuarenta y tres.

–Entonces por esa razón había maletas en la sala... –murmuré.

–Si –explicó Loopy–, tuvimos suerte de encontrar vuelos disponibles para esta tarde. Venga Owen... –jaló del brazo a su amigo–. Ve a hacer tu maleta.

Owen regresó su mirada triste hacia mí y le sonreí levantando ligeramente mi cabeza en un gesto de permisión entonces él caminó desganado dejándose llevar por Loopy.

Bajé la mirada hacia la pizza, no tenía apetito, para ser honesta; Me siento muy triste porque mi bro se va.

Suspiré mientras me ponía de pie, cerré la tapa de la caja y tomé mis muletas para dirigirme al porche, me senté en el sillón reclinándome o mejor dicho desparramándome como un monigote, saqué el teléfono de mi bolsillo y decidí entrar en mi cuenta de Facebook la cual hace mucho tiempo no había visitado.

Al instante pude ver varias notificaciones de mensajes, todos de "ellos" No comprendo porque intentan comunicarse conmigo ahora que me eh ido lejos. Cientos de veces me dijeron lo felices que serían cuando yo desapareciera de sus vidas y ahora que lo eh hecho me buscan ¿Por qué?

Eliminé cada mensaje sin responder, sin siquiera leerlos por completo, no quiero que me amarguen más el día, yo tan solo quería entretenerme un poco en los chismes de esa red social y así se me pasaron las dos horas que Loopy había mencionado.

A lo lejos, por el solitario camino que llega a la casa vi venir un automóvil blanco, conforme fue acercándose pude notar que se trataba de una van, me apoyé en las muletas para ponerme de pie y después de que la van estacionará frente a la casa la puerta recorrió y vi a Liz bajar del vehículo, ella me vio al instante y caminó hacia mí.

–¿Tomando el sol? –cuestionó mientras se acercaba.

–Solo pasaba el rato –respondí y la saludé como de costumbre.

–¿Los chicos ya están listos?

–Supongo que sí, vamos adentro.

Al entrar a la casa Liz saludó y anunció que había llegado con la van taxi que le pidieron de favor contratar para ir al aeropuerto y todo se volvió un caos.

–¡Dense prisa! –gritó Loopy haciendo rodar una maleta mediana hacia la puerta a toda prisa–. Llegaremos tarde.

–¿Alguien vio mi mochila? –preguntó Niahn mientras buscaba desesperado.

–¿Alguien tomó el cargador de mi teléfono? –cuestionó Nafla.

–Eso no importa, luego puedes comprar uno –explicó Andy.

–¿Por qué no tenían todo listo? –renegó Loopy al regresar a la casa en busca de otra maleta.

–Loopy, ¿puedes guardar mi laptop en tu mochila? –pidió Sooyoung mientras hacía rodar su maleta y estiraba una laptop hacia Loopy.

–Si claro –Loopy tomó la laptop.

Liz y yo mirábamos desde el umbral de la puerta de la cocina, ella parecía tan melancólica como yo.

–¿También irás a Los Ángeles? –cuestioné.

Ella suspiró e hizo un mohín mientras se recargaba en la pared.

–Quisiera ir, pero tengo la universidad, también está lo de encontrar un trabajo, además no creo que mi hermano sobreviva sin mi así que... –sonrió y volvió a suspirar–, no iré, pero tenía que despedirme de mi novio. ¿Iras al aeropuerto con nosotros?

–No. Los aeropuertos me ponen nostálgica –sonreí.

–Está bien si no vas –informó Loopy al escucharnos mientras entraba en la casa–. Es un largo camino hasta el aeropuerto y después tendrías que regresar sola. Es mejor que nos despidamos aquí –me abrazó–. Te voy a extrañar mucho, Bambi. Cuida de Bloo por favor –pidió.