Circus

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Inglaterra, 1900.

Las luces del escenario.

Los fuegos artificiales.

Los aplausos.

El artista da un giro mortal por los aires y logra con éxito tomar el siguiente trapecio.

La multitud se vuelve loca y ovaciona de pie.

Todas las noches brindan el mismo espectáculo, pero la gente no está cansada de ver a aquel muchacho que vuela por los aires y nunca falla. El pequeño mimo que lo observa detrás de la cortina les da absolutamente toda la razón. Es tan placentero observar el espectáculo que ofrece que casi siempre olvida que él también tiene que salir para despedir el show junto a sus demás compañeros.

Lo hacen, cruzan miradas por unos segundos y unen sus manos para hacer una reverencia de noventa grados en agradecimiento al público por asistir el día de hoy a apreciar el evento. Una vez que las luces se apagan son libres para huir hacia uno de sus rincones favoritos.

A KyungSoo le da igual que JongIn esté bañado en sudor por las acrobacias que ha realizado hace un momento, de hecho lo encuentra bastante sexy.

A JongIn no le puede importar menos que su novio tenga la cara pintada de blanco y un delineado extraño en los labios, de hecho, piensa que se ve muy tierno de esa manera.

A ninguno de los dos le interesa que casi sea medianoche y estén tan exhaustos, porque sí, los espectáculos en su circo tienen varias funciones y trabajan hasta altas horas de la noche. 

A ninguno le importa trabajar en un país extranjero sin saber el idioma ni ser explotados por un hombre blanco que se cree el dueño del mundo.

Nada de eso interesa si pueden estar juntos para el final del día.

—Te dije que amarían esa vuelta triple en el aire —dice JongIn emocionado.

KyungSoo asiente. —Pero es peligroso Nini, no lo hagas más.

—No deberías preocuparte tanto, jagi, soy un profesional —le asegura el menor, orgulloso de sus proezas.

—Eres un profesional, lo sé, pero los accidentes existen. Además, no creo que esos trapecios sean tan seguros, después de todo fueron una compra de segunda mano. Ya sabes que al blanco no le gusta gastar dinero "innecesariamente".

JongIn sabe que la preocupación de su novio tiene un buen fundamento, por lo que tiene que darle la razón esta vez.

—Está bien, Soo, seré cuidadoso.

El más bajo toma una pequeña toalla de la cómoda y comienza a secar el cuerpo de su apuesta pareja. El moreno lo atrapa entre sus piernas, rodea su cintura con sus brazos y le sostiene la mirada mientras KyungSoo pasa la toallita por su torso.

—Eres precioso —le halaga.

Pero el mayor ríe. —¿Aún con todo este ridículo maquillaje?

El chico asiente y lo acerca más hacia él. —Quiero besarte.

—Entonces debería quitarme el maquillaje primero.

—No, quiero hacerlo ahora.

KyungSoo lo deja salirse con la suya, porque él también lo necesita. Han pasado más de doce horas corriendo de un lado a otro, y han sostenido sus manos solamente cuando fue hora de agradecer al público. Así que no puede negarse a cualquier petición que su novio tenga para él porque cada momento que puedan robarle a la vida para estar juntos es precioso.

Circus  ❝καιѕοο⁀➷ᵒ ˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora