Capitulo 1

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                                                                          LARA.

 Seguí en mi moto por toda la ciudad, dando vueltas y vueltas, tratando de buscar una comida que me llenara, al parecer no conseguiría nada que me resultara a estas horas de la noche.

Sentí la brisa fresca de verano, en mi cara, algo que me gustaba. Me encantaba sentirme libre. Dando vueltas todavía, me canse hasta que me pare en un lugar donde vendían las mejores hamburguesas y postres, al estacionar la moto me detuve por un momento a pensar en mi gran noche. Pensando en el gran golpe que le metí a ese idiota que estaba maltratando a la chica en aquel bar, será que nunca le habían enseñado a cómo tratar a una mujer.

Me reí para mis adentros porque sabía que lo había humillado, termine de fumar mi cigarro y entre en el lugar de las hamburguesas.

Tenía mucha hambre, aunque ya me había tomado algunos tragos, pero aquel idiota que golpee esta noche no me dejo disfrutarlos. Entre en small cheval, mi sitio de hamburguesas favorito en esta gran ciudad, un lugar pequeño pero que daba el calor como si fuera una casa de familia, algo sencilla y común pero bonita. Que sin mentir, era algo que me encantaba mucho. La gente de esta ciudad estaba acostumbradas a grandes lujos, pero yo no.

Al sentarme en una de las mesas, escuche que el mesero dijo mi nombre, me dio una sonrisa muy amable.

– Hola Lara, ¿cómo estás? – dijo todo contento.

– Hola Mike, ¿todo bien esta noche?

– Si, todo bien, todo ha estado muy bien la verdad y tú? ¿Qué quieres comer esta noche?

–Todo bien Mike, una noche un poco accidentada pero divertida, lo mismo de siempre por favor– le dije sonriendo, cuando dio media vuelta y se fue.

– Cuando Mike volvió con la hamburguesa, vi que venía con el hijo del dueño. El chico que había estado detrás de mí durante 2 años, no se cansaba nunca. Tantas chicas bonitas que estaban en el sitio y solo tenía que venir detrás de mí, algo molesto a mí parecer.

– Holaaaa Bombón. – dijo sonriendo, con una sonrisa que me sacaba de quicio y al mismo tiempo me daba escalofríos.

– Hola Daniels. – dije seca, para ver si entendía que quería comer tranquila, mientras que Mike me ponía mi súper coca cola y se iba picándome un ojo.

– Que bella te ves hoy Lara. – dijo Daniels con un brillo en sus ojos que me molesta.

– Estoy igual que siempre. – tenía mi chaqueta de siempre, mis pantalones anchos. Aunque tuviera un aspecto de hombre y a veces me gustaba estar cómoda.

– Para mí, siempre estás bella.

Pero que hombre tan molesto, acaso no tenía a quien más buscar. Comenzó a hablarme de su vida, ya no sabía de que otra forma quitarme a este baboso de encima. Me dijo que le iba muy bien en el negocio familiar, me comenzó a invitar a la playa, como siempre cada vez que venía a este lugar, me invitaba a cualquier lado, de verdad este hombre era insistente.

No terminaba de entender que quería comer en paz; mi hamburguesa me esperaba, me pregunto la razón por la cual no había venido en un buen tiempo y como me iba en la universidad. Hasta que por fin entendió que ya no quería hablar más por mis respuestas en monosílabos y se levantó de la mesa para ausentarse un momento, que tenia que atender algo. Me dijo que cualquier cosa le avisara.

Ni en un millón de años amigo, me dije para mí.

Llegaba la hora de comer mi súper mega hamburguesa con mi coca cola muy grande, el mejor momento de todos, amo la coca cola y este lugar me hacía feliz, me relajaba y asi no pensaba en mi vida cotidiana, en mi desastre de vida.

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora