Infiel

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Fácil. Dicen que olvidar a alguien es así, fácil. Pero que hago si a mi cabeza me vienen varios recuerdos...en los que estas tú. Si no puedo ni siquiera olvidar el timbre de tu risa más profunda o el aroma de tu shampoo, o lo hermoso de tu voz. Es como estar en un día nublado y querer olvidar que existe el sol. Cuando sabes que a pesar de las nubes allí esta su brillo...tan lindo y cálido cómo siempre.

— Rusia, ¡no!

Tus manos no son las de él. Tus labios no son los de él. Tú no eres él. Así que deja esa cara de estupefacción sabes muy bien que no puedo, no puedo...hacerle esto.

Peque...

— No puedo. No puedo hacerle esto. Lo de ayer fue un error producto del alcohol y mi desdicha. Rusia, perdón, pero no puedo hacerle esto. Lo de ayer fue una estupidez.

Tranquilo, mi pequeñin —tus brazos no tienen ese calor especial que tienen los de él al abrazarme— , sé que ahora debes sentirte abrumado y todo. No te preocupes, te entiendo.

— Fue un error. No te voy a decir que te amo de un día al otro Rusia, no mereces eso, no mereces ser una simple pintura cuando en realidad eres una obra de arte...de la cual no soy digno.

Me lastimas Rusia, pero no te preocupes te entiendo. Quizá esa fuerza que pones con tus manos alrededor de mi cuerpo es todo aquel dolor que tu corazón no puede gritar.

Basta, no te obligaré a nada que tú no quieras, pequeñin.

— No, Rusia, no mereces que te use para borrar a alguien más.

¡Soy mejor que él, Rusia! Y por ello no dejaré que te acerques a mí, no quiero lastimarte. Aunque tú me lastimes a mí yo sé que me lo merezco, me lo merezco por no haber sido capaz de obedecer, me lo merezco por imbécil.

《Yo te llevaré el chocolate después, weón, no salgaí de casa》, era tan simple como eso. Tan simple como no salir de casa...tan simple como no dar unos cuantos y simples pasos...tan simple como obedecer.

— ¿Usarme? Bolivia yo te amo y sé que no me usaras, no lo harás. Te conozco  no lo harías.

¡Ni siquiera el aire que respiro contigo es el mismo! Sí, el aire, que es el mismo en todas partes, pero contigo no es el mismo que respiraba con él...y ni siquiera puedo explicarte eso.

Vete, Rusia, por favor quiero estar solo.

— Bien, lo haré, pero recuerda pequeñin siempre volveré. Antes de irme...déjame cocinarte algo.

— ¿Cocinar, para mí?

Rusia, por favor, no...no te hagas esto. No te merezco, ni a ti, ni a nadie...ni siquiera recuerdo que pasó ayer y si algo en realidad pasó.

Chile, ¡oh! amado mío. Si tan solo supieras que estoy aquí negándome a alguien que tiene ambas puertas de su corazón abiertas para mí, porque aún siento que...soy yo el que te está siendo infiel.

Chile, mi querido, si tan solo estuvieras aquí para cocinarte algo con amor y cariño para que tengas un lindo día y una no tan pesada jornada.

¡Oh! Chile, mi hermoso infiel de mierda, si tan solo supieras que el pastelito que me preparó Rusia antes de irse estaba salado.

¡Oh! Mi insistente Rusia, si tan solo yo hubiera sabido que el pastelito estaba salado porque al preparar la masa estabas llorando.

¡Oh! Mi hermosa obra de arte, si tan solo no te hubieras marchado antes de bajar a la cocina...quizá ahora no estarías en esta habitación.

— ¿Va a estar bien?

Siempre he odiado los hospitales, Rusia.

El perdón. [RusiaxBolivia] [ChilexBolivia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora