No sé en qué rato empezó a llover como si fuese un diluvio y para variar hacía más frio de lo normal, pero nuevamente regresamos al Instituto "Santa Clarita", el caso Eugene ya llevaba 8 meses y sigo sin poderlo cerrarlo, solo ruego por un milagro para poder concluirlo.
Caminé a paso rápido para ingresar al instituto y así evitar mojarme demasiado por la lluvia, ya que no contaba con un paraguas a la mano y no quería volver a resfriarme. Yo preferí adelantarme mientras García estacionaba el vehículo para no ganarse otra multa. Mientras menos tiempo pase a su lado, yo estaría feliz. Ingresando por la entrada principal del instituto, tuve un encuentro un poco inusual con un pasado que hasta en ciertas instancias creí que ya había logrado superar.
–¿James?
–¿¡Zarah!?, que gusto volver a verte, aunque esta mañana tan fría y lluviosa no sean las más adecuadas –Me respondió un tanto ansioso.
–Seguro. –Respondí tiritando un poco por el frío intenso que empezaba a sentir luego de terminar empapada por la lluvia mientras me apretaba a mí misma fuerte con los brazos para darme algo de calor–. Y ¿a qué se debe encontrarlo aquí, sargento? –Pregunté–.
–Ah, yo... mi sobrina... ella estudia aquí... y...
–¿Enserio? –Le interrumpí mientras sentía que me congelaba viva–
– Si. O detective, tenga, le presto mi chaqueta para que deje de congelarse por este frío intenso que está haciendo
–Valla, que considerado que es usted sargento, como siempre pero no se preocupe, aquí adentro imagino que hay calefacción, ya el frío se me pasará. –Le respondí un poco sonrojada por su caballerosidad de siempre y temblorosa también por el frío.
En ese instante llega García quien también saluda al sargento.
–Y ¿cómo así están ustedes por aquí? –Preguntó el sargento–.
–El capitán nos envió nuevamente a recabar información sobre la muerte de Eugene –Le respondió García–.
–¿Enserio? –Cuestionó el sargento un poco perplejo–. Creí que ese caso ya estaba cerrado.
–Lo mismo pensábamos sargento –Le respondí con un poco de desaire– pero ya sabe cómo son las cosas en la institución. Aquí estamos una vez más. –En ese instante la conversación se interrumpió por una llamada telefónica que recibía el sargento en ese instante–.
–oh, me disculparán detectives, los dejo, debo atender esta llamada.
Nos despedimos del sargento y continuamos hacia el interior del instituto.
–No tenía conocimiento de que la sobrina del sargento estudiara aquí –Le comenté a García–
–Entonces, ¿ya nos llevaremos ahora bien? –Preguntó algo sorprendido por dirigirle nuevamente la palabra, a lo que le respondí con un frío y rotundo–. ¡NO!
Por un instante me pareció ver una sombra que se cruzaba detrás mío saliendo de uno de las aulas de clases así que seguí mi instinto y caminé hacia ahí.
–¿Te encuentras bien Anderson? –Me preguntó intrigado mi compañero–.
–Me pareció ver una sombra saliendo de una de estas aulas de clases –Le respondí señalando un aula que estaba junto al auditorio–.
–¿Una sombra?, Anderson, esta no es una película de terror...
–Lo sé –Le interrumpí– Solo cállate y sígueme. O adelántate y busca al rector si quieres.
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XCrime Detective
RomanceLa detective Zarah Anderson se encuentra tras la búsqueda de sus últimas pistas que le ayudarán a cerrar un complejo caso que lleva más de 8 meses sin resolverse, pero una llamada anónima cambiaría sus planes al enterarse de la desaparición de su me...