Narra Natalia
Aparté la mano De Alba de su centro, ya que iba a comenzar a tocarse. Dejé sus manos de nuevo sobre el colchón y volví a dejar besos en la cara interna de sus muslos hasta llegar a su tanga negro. Dejé un beso sobre la tela y a través de esta era capaz de notar su humedad-Dios Albi... estás muy mojada...- dije con voz ronca, a lo que ella me respondió con un gemido gutural. Quité su tanga y lo lancé lejos, dejando así expuesto ante mí su rosado y húmedo sexo. Me relamí los labios y decidí jugar un poco más con ella. Me separé y terminé de quitarme la ropa que me quedaba ante su atenta mirada- debemos estar en igualdad de condiciones, ¿no crees?-dije. Me tumbé sobre ella y la besé apasionadamente. Empecé a merecer mi cuerpo sobre el suyo e intercalé mi mismo entre sus piernas haciendo que este chocara con su sexo sacándole más gemidos y consiguiendo así llevarla a un alto nivel de placer sin haber empezado aún.-Nat, por favor...-dijo con su voz más ronca, encendiéndome mas si se podía. Decidí que ya llevaba mucho jugando y ya no podía más. Baje a su sexo y lo lamí entero, empezando desde la parte inferior hasta llegar hasta casi su monte de Venus. Repetí varias veces esa acción y pasé una última vez volviendo sobre lo que acababa de lamer con la parte de abajo de la lengua. Alba era ya incapaz de mantenerse sin jadear. Me dediqué a prestar atención a su clitoris. Comencé a lamerlo suavemente, haciendo cada vez un poquito más de presión-Nat... ya.. casi...-decía Alba al recibir la cantidad de placer que podía entregarle con mi boca. Baje mi mano a su coño y tantee su entrada. Estaba tan excitada que mis dedos podían entrar y salir sin problema por lo mojada que estaba. Le metí dos dedos haciendo que gritase de placer.- Alba, quiero que te corras en mi boca-ella simplemente se dejo llevar por el placer. La penetré con dos dedos y los arqueé en su interior llegando a tocar su punto g. Noté que se comenzaba a contraer contra mis dedos, aumenté el ritmo si dejar de lamerla y a los pocos minutos llegó al orgasmo.
Narra Alba
Estaba exhausta tras el orgasmo que Natalia me acababa de provocar. Ella estaba dispuesta a dormir, pero sabía que ella no había terminado, así que aprovechando la humedad de ambas, la elasticidad que sabía que ella tenía junto a la que yo había conseguido con las distintas actividades que había practicado a lo largo de los años y cuando ella se acostó me subí encima suya. Separe sus piernas y me senté en su coño, haciendo así que ambos sexos quedarán juntos. Sabía que ella debía estar a punto, así que empecé a moverme lentamente. Natalia me miraba con los ojos negros por las pupilas tan dilatadas como las tenía y llenos de lujuria.-Dios Alba, si...-gemía Natalia agarre sus pechos y empecé a masajearlos a la vez que la cabalgaba. Ella me agarró del culo haciendo más presión en ambos sexos y marcándome un ritmo más acelerado.-Qué zorra, Dios...-Eso hizo que Natalia se encendiera aún más y yo lo noté-¿te pone que te insulte no perra?-le dije -Alba, por favor, no pares- contestó. Aparte una mano de se pecho y la lleve a su clitoris estimulándolo aún más, y entre el roce de ambas, eso y los insultos y la estimulación de su pecho, la hice llegar poco después. Ambas caímos rendidas en la cama.
Habían pasado ya un par de semanas desde que lo hicimos por primera vez, y desde entonces no habíamos parado. Aprovechábamos cualquier oportunidad para satisfacernos la una a la otra, disfrutándonos como sólo nosotras sabíamos hacer. Nuestra relación se había consolidado. El EP de Natalia había sido todo un éxito y ahora nos dedicábamos a ir de un sitio a otro para promocionarlo y hacer firmas e incluso pequeñas actuaciones que iban saliendo. Todo iba genial. Conseguí gracias a lo que hice con el trabajo en el EP de Natalia que contactarán conmigo y ahora habia conseguido hacer distintos proyectos e incluso había vendido varios cuadros a galerías de arte pequeñas que aún estaban empezando, pero aún así estaba muy contenta con ello. Estábamos realmente felices juntas. La gente nos seguía parando para hacerse fotos y ahora ya no solo era la novia de la famosa Natalia Lacunza, sino que además me conocían por mi trabajo. Ese año, para mi y para Natalia marcó un antes y un después en nuestras vidas.
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Este episodio es un poco más corto pero ya os aviso de que el siguiente va a ser el último. Siento que ahora mismo no haya un control a la hora de actualizar pero no es un buen momento. Tengo una historia de albalia escrita, pero la subiré en un par de semanas, muchas gracias por todo el apoyo🧡🧡🧡