25/La luz prevalecerá/

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Chris?- Que hacía el frente a mi casa, que estaba pasando.

Chris?- le grité al chico encapuchado a lo que el se giró y empezó a correr.

Lo seguí pero el era mucho más rápido que yo, se detuvo a unas calles en un callejón algo oscuro, solamente iluminado por un pequeño faro ¿por qué se detiene?.

Para con esto ahora- dijo Chris lo cual no entendí para nada.

Detenme- le dijo una persona que salía de las sombras, llevaba un gorra por lo que yo no podía visualizar su rostro a la perfección, sin embargo podía ver su respingada nariz y sus labios.

Le harás daño- Chris le dijo frunciendo su ceño.

O tienes miedo de que no te elija- le dijo ese hombre poniendo una mirada retórica.

Te recuerdo- el hombre pone una mano en su pecho.

Debías traerla no enamorarte de ella, idiota- lo miro y luego se echo a reír mientras sacaba una cajetilla de cigarrillos.

No importa quién seas no te da derecho sobre ella- Christian le respondió.

Ya lo veremos, no te debiste meter conmigo- le dijo el hombre  para acercársele y susurrarle algo y luego marcharse entre las sombras.

Debo irme, Debo irme ahora.

Me giré para irme caminando a toda prisa, no podía asimilar nada es más nada tenía sentido, que tenía que ver yo con esto, y si mi amigo está muerto por mi culpa, me juzgaran seguro, necesito respirar.

Me detuve a respirar unos minutos, pero para mi suerte no lo lograba, sentía como si me ahogaba lentamente y mis párpados estuvieran muy pesados.

Tranquila, solo relajate- escuche una voz que me decía y eso hice me relaje para perderme en la oscuridad.

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Daniela damelo es mio- el queria su juguete de vuelta y yo no pensaba dárselo, ya me había costado bastante mantenerlo oculto desde que se lo robe.

No- le dije a lo que el empezó a perseguirme por toda mi habitación.

Que haces, ya déjame en paz- le dije empujándolo con fuerza.

Siempre me haces lo mismo- me dijo comenzando a llorar.

Eres un pinche lloron- le dije sacándole la lengua, pero por alguna razón el no se reía y  yo empezaba a sentirme mal.

Esta bien- le dije, para luego acercarme y abrazarlo, a lo cual el respondió abrazándose aún más fuerte a mi.

Tu me perteneces y a nadie más- me dijo

Y tu a mi- le respondí.

Además soy mayor que tu así que debes obedecerme- me dijo sonriente.

Ahhhh si, pues ahora me arrepiento de haberte devuelto tu estupido muñeco- le dije para luego bajar las escaleras y dirigirme al jardín.

Ya veremos- fue lo último que escuché salir de sus labios antes de que yo bajara.

Recuerdo estar en el jardín de la casa, era mi lugar favorito, bastante soleado y seco a la vez.

Me acerqué lentamente a las flores que rodeaban el jardin y eran hermosas, siempre me han encantado las flores en especial unas pequeñas rosas azules que traía mi madre sin embargo no podía acercarme a ellas puesto que era bastante alérgica, su aroma tan solo me daba mareo e incluso podía desmayarme si permanecía cerca por mucho tiempo.

Ashhh- hice una mueca al notar que me había acercado demasiado a las flores.

Si eres estupida- me dijo el

No había notado su presencia estaba tan agobiada por el aroma de las rosas que no estaba en todos mis sentidos.

Si sabes que no debes acercarte por que lo haces- me dijo, pero la verdad no sabia como responder ante su comentario, simplemente me gustaba.

Te atrae verdad?- puso su mirada sobre mi y pude ver el destello de sus verdosos ojos contra el sol.

No- fue lo que salió de mi boca.

Si te atraen- no aparto su mirada de mi.

Sabes porque lo se?- me pregunto

Porque eres como yo- me dijo y sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho.

Tal vez solo me gusta su color- le dije

Por favor no me hagas reír, cada vez que algo te hace daño te gusta y entre más dolor sientas más quieres permanecer ahi- me dijo

Y algún día eso te traerá consecuencias- se retiro del patio.

Daniela?- escuche una voz lejana.

Mama- dije para luego lanzarme a sus brazos después de todo en ese entonces tenía 6 años.

Que sucede, porque me abrazas- me pregunto.

Te extrañe- fue lo único que dije, no podía contarle lo que el me había dicho, teníamos un juramento y si se quebraba el me destruiría.

Deberías ir a tu habitación, ya va a anochecer- la mirada de mi madre era muy cariñosa.

Entre en la casa y lo vi haciendo pan con mermelada. Yo quería.

Dame- le exigí

Toma- puso un cuchillo en una de mis manos y una tajada de pan en la otra.

Ashhh- hice un chillido cuando me corté la mano, brotaba sangre de mi palma, era una cortada grande.

Por qué me diste un cuchillo filoso?- le pregunte furiosa.

Te estás desangrando y eso es lo que te preocupa?- me miro sonriendo.

Ves te dije, eso es lo que te gusta- me dijo

Cállate iré por una venda- me retire de la cocina, estar con el no era bueno para mi salud o al menos eso decía mi madre, lo que yo no sabia es que pronto no lo volvería a ver más.

Dany- la voz de mi madre me sorprendió.

Mi madre en ese entonces era un poco extraña ella solía tener una rutina antes de que anocheciera, cerraba las puertas, ventanas y habitaciones que no usábamos y luego encendía todas las luces de la casa, como si no fuéramos a escapar o alguien quisiera entrar.

Dime- le respondí mientras lentamente dirigía mi mano hacia mi espalda, si ella veía ese corte esto se iba a poner mal.

Ya debes dormir- me miro

Si, si solo voy a ir al baño antes- dije para salir corriendo al baño rápidamente.

Puse mi herida bajo el grifo pero la sangre no cesaba.

Toma esto- me dijo el, que había entrado en el baño de golpe.

Era una venda muy extraña tenía como una especie de crema color celeste.

Que es esto?- le pregunte

Solo úsalo, sanará pronto- me dijo para luego marcharse.

Espera...emmm.... tu

Tu.... esto......ashhh.... no te vayas.

Ya basta no te le acerques más que te he dicho- la voz de mi madre retumbó en la casa.

Sabes a que vengo, no hay nada que puedas hacer solo retrasas mi trabajo- su voz, tan dulce pero cortante.

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Ahhhhhh- no podía respirar, me estaba ahogando.

Cálmate y respira hondo- me miro a los ojos

Tu- dije para empujarlo y salir corriendo.

EL CLUB  DE LOS PLAYBOYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora