1. Fatalidad

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ADVERTENCIA

Mis historias no son de romance y pueden herir la sensibilidad de algunas lectoras. Se recomienda total discreción, amplio criterio y comprensión de lectura.

DISCLAIMER

Los personajes de Candy Candy pertenecen a Kyoko Mizuki (Keiko Naguita).

Esta historia ha sido escrita sin fines de lucro, solamente por entretenimiento. Aún así, el registro realizado cubre únicamente la trama de este fanfic y por eso, por la trama, es que está prohibida la reproducción total o parcial de este fic.

01. FATALIDAD

Miedo, alivio, incertidumbre, autocompasión, tristeza, culpa. Terry no sabía exactamente que era aquello que sentía.

Para empezar, aquel accidente había resultado ser más vertiginoso de lo que hubiese esperado.

Ella; la antes célebre y famosa actriz, en la inconsciencia producto de un berrinche, había actuado con imprudencia.

—Susana; entiende —impaciente en aquel instante, malgastando toda su astucia al tratar de controlar su propia rabia, no supo cómo hacerle entender—. No puedo acompañarte. No es porque no quiera. Tengo un ensayo y tú sabes lo importantes que son los ensayos para Robert; ¡Sobre todo antes de la premier!

Pero a ella, en realidad, en ese momento no le había importado; lo único que quería, lo único que en ese momento deseaba, era que él accediera a acompañarla a una reunión con algunas de sus amigas.

—¡Admite la verdad Terry! ¡Te avergüenzas de mí! —alardeó entre lágrimas—. De tener una novia tullida, como yo! Yo; que te amo demasiado... —gimió, para ella era muy importante presumir su compromiso y estaba segura de que si ella se lo pedía; el director perdonaría la ausencia de su prometido—. A veces sigo sin creer que no puedas sentir ni un poco de remordimiento. ¡Fui yo quien te salvó la vida! ¿Y es así como me pagas? ¡Despreciándome!

Aquello siempre funcionaba, pero en esa ocasión, la obligación del actor realmente estaba en otro lugar y no al lado de la caprichosa mujer.

Él trataba de no discutir, pero todo esfuerzo era en vano; hasta que terminó por hartarse de esa situación, de que ella pusiera en su boca palabras que él nunca había pronunciado; y se marchó dejándola a mitad del tortuoso drama.

El ensayo de la obra "Los dos hidalgos de Verona" inició como cualquier otra práctica. Algunos detalles eran corregidos por el director, otros por los actores mismos, las escenografías recibían los últimos retoques, al igual que el vestuario. Y entre todo aquel desbarajuste; él.

Había llegado sólo unos minutos antes, prácticamente solo había tenido tiempo para cambiarse de ropa y detenerse a saludar a unos cuantos, en su camino al escenario; cuando un inesperado gendarme entró por la misma puerta que él había cruzado poco antes.

Sobre el escenario, el castaño parafraseaba alguno de sus diálogos, mientras esperaba a que su compañero de escena estuviese listo para comenzar. A la vez, un robusto hombre vestido con uniforme se encaminaba al mismo sitio, meditando en las palabras con que haría de su conocimiento la terrible noticia que portaba.

—¿Qué hace usted en mi escenario? —con esa frase, el director reprendió al intruso

Indiscretos, todos los presentes voltearon interrogantes hacia el desconocido sobre el entablado.

—¿Terrence Grandchester? —preguntó con voz exigente, aunque temblorosa.

Entonces todas las miradas se enfocaron en el actor, confirmando su identidad.

—¿Sucede algo malo, oficial? —era consciente de la curiosidad existente en todos los empleados ahí reunidos.

—Tal vez deberíamos hablar en privado —sugirió algo impresionado.

—Lo que tenga que decir; dígalo de una buena vez. De lo contrario sugiero que se largue lo más rápido posible. Está interrumpiendo un asunto importante.

—Bien... —balbuceó con un tenue temblor provocado por las miradas aún encima de él—. Aunque más importante que lo que vengo a decirle; sinceramente lo dudo —hizo una ligera pausa que aprovechó para tomar aire y con mayor confianza continuó—. Hubo un accidente, muy absurdo, quizá —comentó—. Susana Marlowe murió; fue atropellada...

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Por Ahora, Por un PocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora