Capítulo 10

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-Quiero hablarte del idiota que estaba con nosotros hace poco –digo y se ríe.

-Se que se cree mucho ese chaval, pero ya le pondré límite a su chulería –se levanta.

-Esto es serio, Naz –digo con mi pulso acelerado, los recuerdos me invaden, una vez que empezó a alterarme ella se da cuenta.

-Tranquilo hombre, siéntate anda –tira de mi y acabamos sentados sobre su cama.

-Naz, no quiero que pienses que soy un cobarde por no afrontar las cosas, pero mis malos recuerdos me dejan actuar así.

-A ver, a ver -parpadea varias veces y pone su mano en frente para que haga una pausa. –Explícate que la cosa no me entra directa al cerebro se desvía por ahí.

-Ese maldito cabrón, es un abusador, tú a lo mejor te tomas lo que ha dicho en una broma –digo y me interrumpe.

-Por supuesto que no, una persona de su edad sabe muy bien, o debe de saber muy bien lo que saca de la boca y si el dice eso es porque tiene algo que ver con el tema ¿No? –me sorprendo al ver que va por lo que quería decir.

-Eso mismo quiero decirte, que no te fíes ni de una palabra que diga ese maldito imbécil, porque todo es mentira. –me empiezo a alterar y ella me toma de la mano.

-Tranquilo –me mira fijamente a los ojos –repite lo que hago –cierra los ojos espira y exhala –así.

Hago lo que me dice paso a paso y mi respiración se vuelve a su normalidad, el tacto de su piel realmente me relaja.

-¿Mejor? –sonríe. Quisiera estar atrapado ahora entre esos labios.

-Si. Lo que te decía...pues eso.

-¿A ti te cae bien?- pregunta con una mueca de asco. Eso me alivia.

-¿Ese? Ni de broma ¿Y a ti?–mi mente viaja a mis recuerdos. Pero intento mantener la atención en lo que va a decir.

-Es mas pesado... –rueda los ojos.

-¿Entonces porque carajos ibas con el si es tan pesado? –remarco la ultima palabra rodando los ojos.

-Porque al ver que te llevabas mal con el, pues me vino la idea de estar cerca para joderte –dice como si nada y se sienta en modo mariposa.

Esta chica sabe perfectamente como torturar, no me contengo y empiezo a hacerle cosquillas vengándome por lo que acaba de decir, ella patalea y mueve su cabeza de un lado para otro intentando apartarse pero yo no me contengo, por un momento me encuentro a ahorcadas sobre ella, intenta tirar de mi pelo para apartarme, pero en un acto reflejo le quito las manos y las sujeto de las muñecas pegándolas a su cuerpo.

-Muy lista ¿eeh? –digo a pocos centímetros de su cara.

Su respiración esta acelerada y su pecho se eleva y se relaja a la par mía. Me mira fijamente a los ojos como si estuviera buscando algo. Noto que se incomoda y me quito arreglando mi pelo.

-Sigue contando –dice con una voz avergonzada. Mientras que se sienta como antes.

-Lo que a hecho fue imperdonable –me voz se apaga.

-¿Qué a hecho? –parece intrigada.

-Abuso de una prima mía –la rabia me invade.

-Lo siento...yo....no quería recordarte –dice en un tono apenado.

-No tranquila no es tu culpa –le miro fijamente y ella aparta su mirada.

-No debí recordártelo –dice aun mas apenada.

Te Quiero Y No a RatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora