Crecer con Hades vs Maléfica

24

POV de Mal

"¡MAL! ¡VUELVE AQUÍ!" Al oír gritar a mamá, corrí escaleras arriba y entré en mi habitación, escondiéndome rápidamente debajo de mi cama. De ninguna manera tengo miedo de mi madre. No, el miedo es lo más alejado de mi mente. Lo único es que, bueno, sus castigos son un poco más que duros. Recuerdo una de las primeras veces que me castigaron, y no fue exactamente indoloro.

Comienza el flashback.

Mal tiene 2 años

"Mal ..." escucho a mamá llamándome e inmediatamente sé que esto no era una buena señal.

"Sí Madre." Rápidamente corro escaleras abajo y me pongo en plena atención tan pronto como estoy frente a ella.

"¿Qué es esto que escuché acerca de que ayudaste a un niño en las calles hoy?" Mamá pregunta con calma. Mala señal número 2. Una madre tranquila no es una buena madre. Significa que será impredecible. Todavía no he enfrentado exactamente su ira, pero a juzgar por el tiempo que sus secuaces han sufrido, no creo que quiera hacerlo.

Relajo mi postura en una postura encorvada y doy un aire de despreocupación. "No estaba ayudando al pobre niño madre". Dije rotundamente. "Estaba fingiendo ayudarlo a hacerlo aterrorizarme. Deberías haber visto su expresión cuando comencé a 'ayudarlo'. Casi se orinó en los pantalones". Mamá no parecía muy impresionada.

"Si realmente querías asustarlo, deberías haberlo pateado mientras ya estaba caído y lastimarlo donde duele". Mamá explica, extremadamente molesta que tiene que decirme esto.

"Sí Madre." Asiento y casi espero que me deje ir cuando me empuja hacia atrás.

"Tal vez tenga que mostrarte cómo derribar a alguien". Ella me agarra por el cuello de mi camisa y me arrastra arriba. Intento luchar, pero ella me pellizca tan fuerte que un moretón del tamaño de mi puño ya comenzó a formarse.

Una vez que llegamos al piso superior, ella me tira y comienza a patearme. "Esto. Es. Cómo. Tú. Duele. Alguien. Comprende". Ella puntúa cada palabra con una patada y empiezo a gritar. Siento su pie clavándose en mi vientre y no sé cuánto más si puedo soportarlo.

Sin embargo, al ver su mirada fulminante, trato de detener mis gritos, sabiendo que solo la harán enojar más. Aunque duele demasiado, así que solo puedo amortiguarlos mordiéndome la camisa. La tela está sucia y asquerosa y pronto mi boca sabe a tierra.

No muy pronto, finalmente deja de patearme y me dice que me levante. "Si alguna vez escucho de ti ayudando a alguna de estas ratas isleñas otra vez, vas a tener algo más que moretones. ¿Entendido?" Mamá me advirtió y todo lo que pude hacer fue evitar que me doliera el dolor y asintió.

Luego se fue para volver a sus espectáculos. Mientras me dirigía a mi habitación. Me subo a mi cama, tratando de encontrar la posición más cómoda para calmar mis heridas. Finalmente, termino acurrucado en una pelota. No para protegerme del mundo exterior sino porque no estira tanto la piel magullada.

Los siguientes días aprendo a caminar con los moretones y esconder el dolor y la cojera. Lleva un tiempo, pero los moretones finalmente desaparecen después de unas pocas semanas.

Flashback termina.

"¡MAL!" Mamá se está volviendo más loca y definitivamente más fuerte, pero hoy no estoy de humor para recibir una paliza o un castigo, así que me quedo debajo de mi cama.