Las flores doradas[Dio x Jonathan genderber]

El comienzo: 000#

Narra Johanna

Una tarde en el parque jugando con mi perro Danny, el cual le tenia un gran afecto por ser uno de mis mejores amigos. Ya que no muchas niñas estaban interesadas en hablarme por ser "un poco masculina", pues, me gustaba mucho las luchas que organizaban los chicos mientras yo solo las miraba desde lejos para no ser cachada. Aunque no me dejaban participar, siempre me gustaba practicar esas técnicas que veía con mi almohada por las noches.

Unos de estos días estaba jugando con mi perro Danny muy feliz por ahí, hasta que había visto un carruaje que parecía estar yendo a mi casa, por lo cual había decidido perseguir a ese carruaje junto a Danny.
Al llegar, estaba un poco cansada y efectivamente se dirigía a mi casa, mientras miraba el carruaje un chico había salido volando de este como si fuera un pájaro que se estrellaba en el piso.

-Wow, eso fue muy impresionante, ¿Tu eres Dio?- dije con una dulce sonrisa -

+Por supuesto, tu debes ser Johanna, la hija de George Joestar- diría Dio con su típica sonrisa

- Si, dime Jojo- dije sonriente.

Mientras me presentaba con Dio, mi perro había empezado a ladrar por lo cual solo me agache en poción para abrazarlo.

-El es mi perro Danny, se comporta asi cuando ve un extra- dije para ser interumpida

Dio le había dado un rodillazo en el mentón de mi perro, tan fuerte que había salido por los aires como una pluma suave y ligera. Obviamente me había enfurecido con el para luego agarrarle desde su camisa con gran fuerza.

- ¡Bastardo!¿¡Cual es tu maldito problema?!- dije enojada.

סJohanna!, ¿Que estas haciendo con tu hermano?- dijo mi padre mirando lo que estaba haciendo.

+ Tranquilo señor Padre, Johanna solo intentaba agredirme porque me estaba amenazando de irme de aquí, ya que ella quería ser la hija unica-

- ¿Qu-

×Disculpeme Dio, ire a hablar con Johanna después. Hija, baja a tu hermano.. -

-(Ahg, maldita sea.... )-

Dejaría de agarrar su camisa para luego mi padre hiciera pasar a Dio a la casa mientras me quedaba atrás de ellos, miraba como le mostraba las habitaciones que había en la casa.

-(Espero que ni se le ocurra hacer que compartamos habitación.... )-

Había pensado en lo que pasaría justo en ese momento, pues había abierto mi habitación y había mostrado la otra cama que había la cual aunque fuera principalmente por si invitaba a alguna amiga a dormir, ahora la usaría para que Dio durmiera.

×Bien, espero que sepas por lo menos un poco sobre toda la mansión Joestar, o mejor dicho tu nuevo hogar, Hijo mío. -Dijo mi padre para luego llamarme para que viniera con el A solas.

Una vez que estuviéramos en un lugar a solas, el cual era la biblioteca, me había dado una cachetada en mi suave mejilla dejándola roja.

×Hija, lo que hiciste fue horroroso. Dejaste una mala impresión para tu nuevo hermano, ¿no te da vergüenza?-

-Per-