Atrapados En Karmaland (Minecraft)

3. El Pueblo de La Pradera

¿Que es esta sensación?...
•••••••••••••••••••••••••••••
Luego de un largo rato los chicos lograron encontrar un Pueblo.

Este pueblo se miraba muy bonito por fuera, muchos árboles y flores, lo ideal de una pradera, Jesús miraba emocionado todo el lugar y se acerca corriendo a la entrada del Pueblo a lo que los demás le siguen.

-Mira Tío! ¡Que Hermoso esto! Podemos hacer aquí el bosque encantado como lo tenemos en Wakanda Oasis!-dice Jesús sonriendo ampliamente llegando a la entrada del pueblo.

-Jesus espera, no podemos entrar así como así, nadie nos conoce ni nosotros a ellos-dice Vegetta llegando a su lado y viendo la entrada.

Vegetta arquea una ceja sin dejar de ver la entrada, se acerca más a esta misma y habla algo fuerte para ver si había alguien cerca, a lo que un aldeano sale de una de las tantas casas que habían allí. Conversa un poco con el aldeano y ambos voltean a ver hacia en dirección al centro donde escuchan el sonido de una campana, pone una mano en su frente al ver que eran Rubius, Herny, Lexosi, Jesús y Arsilex los que andaban tocando dicha campaña.

-Si es que son muy tontos, venga chicos dejad eso!-les recrimina el peli castaño a sus compañeros.

Vegetta se disculpa con el Aldeano y les pregunta si habrá algún lugar en donde poder pasar la noche, comenzando a explicar que estaban perdidos y no tenían donde refugiarse.

El Aldeano es amable y les indica que lo sigan, a lo que los chicos asienten y hacen lo dicho, Elyas, Luzu, Y Vegetta conversaban con el Aldeano intentando buscar algo de ayuda para poder volver, el Aldeano les indica que tendrían que hablar con los dioses Karmaladienses, ellos podrían ayudarlos a volver.

Llegan a una casa de madera muy bonita, se miraba de un tamaño normal, no era ni grande, pero tampoco era pequeña, el Aldeano se acerca y deja que todos los chicos pasen.

-¡A La chaval! Pero si por dentro es muy grande-dice Herny viendo asombrado el interior de la casa.

Los chicos siguen caminando detrás del Aldeano, este último les indica que cada habitación tiene dos camas, y que pueden quedarse el tiempo que deseen.

Vegetta y Elyas le agradecen y voltean a ver a los chicos quienes seguían viendo la casa.

-Tendremos que dividirlos señor Vegetta-dice Elyas con una sonrisa calida mientras le miraba-

El mayor asiente y llama la atención de los chicos, les explica un poco como iban a hacer las cosas.

-Dos personas dormirán en cada habitación, las parejas quedarán así, cuando les llame por su nombre vengan hacia mi, les indicaré su habitación- dice Vegetta intentando estar lo más calmado posible.

-Lexosi y Arsilex, acompáñenme-llama a los mencionados y estos hacen caso sonriendo ampliamente, dan un choque de palmas a la vez que iban caminando.

Y así uno a uno los fue llamando y guiando a su habitación, quedando de la siguiente manera:

Lexosi y Arsilex
Jesús y Herny
Alexby y Luzu
Rubius y Mangel
Fargan y Willy
Vegetta y Elyas

Al chico de ojos verdes y pelo rubio no muy le molaba la idea, notaba que Vegetta y Elyas eran muy unidos, tal como ellos lo fueron una vez...

•~•~•~•~•

Willy se queda pensativo acostándose en la cama mientras miraba el techo, pensaba en todo lo sucedido, los últimos años todo había cambiado, él había cambiado, casi ya no hablaban, ya no grababan tanto juntos, él estaba con Cristina y estaban comprometidos, fue en Agosto de 2019 cuando decidió dar el paso y pedirle matrimonio a su novia, tenía miedo, tenía miedo de no poder volver, pero su mayor temor era que esos sentimientos estuviesen regresando...

••••••••
-Me regreso para España, extraño a mi familia Guille entiende...-

-Sam pero mira lo que hemos hecho juntos, hemos avanzado mucho, amor por favor no me dejes aquí solo...-

-Lo siento Guille, pero no puedo...-

-¿Que pasará con la serie?-

-La serie quedará en pausa chiqui, necesito un respiro..-

-Samu...-dice en un hilo de voz.

Intenta acercarse al mayor pero no lo logra, era como si cada vez se alejara con cada paso que daba, sentía caer lágrimas por su rostro, queria abrazar al mayor y no alejarse, más era imposible, cada vez más inalcanzable.
•••••••

El menor se despierta rápido y agitado, sintiendo sus mejillas húmedas por las lágrimas que caían a estas misma, mira hacia la ventana.

Aún era de noche, vuelve a girar su mirada hacia su compañero de habitación, Fargan dormía profundamente, "Ojalá poder dormir así" era lo que se decía el menor en su mente.

Se levanta de la cama y sale despacio de la habitación sin hacer mucho ruido para no despertar a nadie, decide salir un rato a respirar aire fresco, ¿Era peligroso? Si, habían monstruos pero también la aldea tenía varias antorchas iluminándola, así que no podían generarse monstruos cerca.

Se acerca a una pequeña banca de madera que había cerca de la casa y decide sentarse allí, mira todo a su alrededor, estaba en un silencio acogedor para su gusto, queda pensativo de nuevo...

¿Como era posible que estén en Karmaland?
¿Cual era el objetivo?
¿Lograrían salir?

Seguía sumergido en sus pensamientos hasta que siente que alguien se sienta a su lado cuidadosamente, dirige su mirada hacia él...

Ese chico de ojos morados, pelo castaño hacia arriba, su peculiar traje morado y blanco.

Ese chico que en un pasado estuvo enamorado de él y viceversa.

-¿No puedes dormir verdad?-dice el mayor, a lo que el menor niega levemente.

-Es que, sigo sin creerme que estemos aquí...todo es tan lindo hay que admitir, pero sigo con la duda de que hacemos aquí y como hemos llegado..-dice Willy en voz baja viendo de nuevo el cielo.

-Ni yo lo sé, pero te prometo que saldremos de aquí si..-dice Vegetta suavemente viéndole de reojo.

El menor asiente y apoya la cabeza en el hombro del mayor para cerrar sus ojos y suspirar, recordando el sueño que tuvo hace unos instantes.

Vegetta se sorprende ante lo que hace Willy haciendo que sonría un poco, era la primera vez en todo el día en que tenían un momento así, pasa su brazo alrededor del hombro del menor para abrazarlo y suspirar suave.

El ambiente de la aldea era tranquila y acogedora, ambos chicos estaban en un silencio cómodo, ninguno decía nada, solo disfrutaban de la compañía del otro.

Todo estará bien...
Saldremos de esta...
Y tú volverás con ella...

O tal vez no...